Capítulo XXX: Una Decisión Precipitada

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¡Hey, hola! Antes de pasar al capítulo quiero decirles un par de cosas. La primera es que quiero decirles, para quienes no lo sepan, que ya estoy vendiendo mis libros autografiados. Mis novelas originales (Los Cuentos de Astaria I y II, Recuérdame y La Violinista), claro. Si no saben de lo que hablo, pueden ir a mi perfil y en la lista de lectura de "Novelas originales" podrán leer un adelanto para que puedan ver lo que escribo fuera de los fanfics. Por ahora, la venta está canalizada sólo en México. Pero si son de cualquier otro país y les interesa adquirir los libros, pues podemos ver una manera de que también ustedes puedan tenerlos en sus preciosas manos. Si están interesados, por favor escríbanme por mensaje privado. Y si no están interesados, por favor sólo ayúdenme a compartir esa información con sus amigos, enemigos, peces y monstruos bajo la cama. ¡Eso me ayudaría mucho y yo les estaría eternamente agradecida!

Lo segundo que quiero comentarles es más para quienes están leyendo por primera vez una de mis historias. Quienes ya son seguidores de huesos dorados ya saben en ocasiones suelo alternar la narración cuando la historia es en primera persona. Para quienes no lo sepan, les digo que yo no soy de poner "POV de tal" o "Narra tal", sino que yo manejo el cambio de narración poniendo en cursivas lo que está narrado por otro personaje. Es decir, que cuando lleguen a la parte que está escrita en cursivas (no sólo en éste, sino también en los próximos capítulos), no será Max quien esté narrando sino alguien más.

Dicho todo esto, ¡es todo por ahora! ¡Gracias por su atención, y que disfruten el capítulo!

     Puedo escuchar el estruendo del violento azotar del viento que precede al tornado que va acercándose poco a poco a la ciudad. Las personas gritan con desesperación y corren a ocultarse, a pesar de que una parte de ellos sabe que no hay manera en la que puedan evadir el destino. El faro cae en mil pedazos. Los alaridos de agonía llenan mi sentido del oído.

— ¡Max...!

Todo mi cuerpo está cubierto de agua. La lluvia es tan fuerte que me cuesta un poco mirar en dirección hacia el tornado sin que el aire haga escocer mis ojos. Lo único que puedo mirar con claridad es a ese ciervo que me mira desde donde yacen los restos del faro. La mariposa azul revolotea hacia mí para posarse justo sobre el dorso de mi mano.

¿Qué significa todo esto...?

— ¡Max! ¡Despierta!

Me siento como si hubiera estado bajo el agua durante mucho tiempo, como si recién hubiera salido a tomar un poco de aire para llenar mis pulmones. No puedo controlar la tos, ni el temblor que ataca a todo mi cuerpo. Mi cuerpo comienza a despertar poco a poco. El dolor punzante en mi cabeza aparece justo antes de que mi visión se aclare para mostrarme que Kate está aquí, y que está mirándome con angustia mientras me ayuda a levantarme.

—K-Kate...

Ugh... Mi cabeza...

¿Qué fue lo que sucedió...?

—Max, ¿te encuentras bien?

Está atardeciendo, la noche está cada vez más cerca. El estacionamiento está desolado. Y yo, por alguna razón que no puedo comprender del todo, estoy aún en el suelo.

N-no me siento bien...

—Max, respóndeme.

Kate me llama con aire suplicante. Algunos de nuestros compañeros pasan a nuestro lado, sin fijarse en lo que nosotras estamos haciendo. Supongo que todos deben detestarnos tanto, que les importa un comino lo que pase con nosotras.

Love is StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora