Capítulo LII: Héroes del Día a Día

541 55 47
                                    


     Apenas puedo creer que en estos momentos, el taxi está deteniéndose justo frente al sitio donde mi vida cambiará por completo. Nuevamente.

La exhibición.

La galería donde se expondrá mi fotografía, como ganadora del concurso de los Héroes del Día a Día.

Y ahora que sé que todo está en orden en Arcadia Bay, no me queda más que disfrutar.

Felicidades, Max. Te lo has ganado.

Es un día soleado. La actitud positiva me llena a tope. Y la influencia de mi querida peliazul me ha dotado de la seguridad suficiente como para confiar en mí misma, entrar a ese sitio y demostrarles quién es Max Caulfield.

Esto no podría ser mejor.

— ¿Está lista, señorita Caulfield?

El director Wells aún está a mi lado.

—Sí. Hagámoslo.

Entrar a la galería me da la sensación de estarme transportando a otro universo que es enteramente mío. En el que yo tengo el control y que ha sido preparado para mí. Creo que al avanzar a lo largo de la recepción, siento como si todo el sufrimiento hubiese valido la pena. Incluso me atrevo a decir que realmente creo que el destino quería que me enfrentara a todo lo que ha pasado, para que yo pudiese tener la fuerza que necesito en estos momentos. Para curtir mi carácter. Para convertirme en una persona verdaderamente capaz de lidiar contra cualquier clase de demonio que la vida quiera interponer en mi camino.

¿Quién dice que todo tenía que terminar con muertes y lágrimas?

¿Quién dice que la culpa tendrá que perseguirme por siempre, ahora que finalmente todo está en donde debe estar?

Sí, sé que Rachel nunca volverá y que no pude hacer nada para salvarla... Pero se ha hecho justicia. Y esté en donde esté, estoy segura de que está descansando en paz.

—Bueno, Max... Este mundo es tuyo —anuncia el profesor Wells una vez que ya hemos dejado atrás la exposición—. Mark te hubiese dado una mejor explicación sobre lo que debes hacer aquí, pero... Supongo que yo podré hacer lo mejor que pueda. En este lugar comienzas un nuevo viaje. Espero que estés lista, pues hoy te convertirás en una adulta. Y una artista. Lo mereces.

Tiene razón.

No parece tener idea de lo que dice.

—Admito que estoy un poco nerviosa... Pero después de todo, sé que podré afrontar lo que sea. Nada puede ser más difícil que lo que he vivido últimamente, ¿o sí?

Él ríe.

Sigue sin tener idea de lo que sucede, y prefiero que siga así.

—Así que... ¿Cuál es el plan de hoy, director?

—Hoy hablarás con algunas personas. Los reporteros querrán entrevistarte y todos querrán pasar el tiempo contigo. Más tarde tomaremos un par de fotografías con algunas personas que quieren conocerte. Por la noche, te reunirás con algunos fotógrafos que te han invitado a tomar unos tragos. Y si todo sale bien, partiremos a Oregon mañana por la tarde.

—Eso suena a que estaré muy ocupada...

—Es tu día. Todos querrán estar a tu lado, al menos por unos minutos. Aprovéchalo al máximo, Max.

De alguna forma, me deja a mi suerte cuando estamos en la primera planta de la galería. Él se aleja para ir directamente hacia la comida gratis, a pesar de que hemos tomado un desayuno abundante en el hotel. Frente a mí sólo veo un mundo de fotografías en las que se retrata el trabajo de todos aquellos que antes estuvieron en mi lugar. De todos los ganadores del mismo concurso que me trajo a San Francisco. Y ahora, yo soy parte de ellos. Soy parte de su historia, y soy parte del mundo artístico.

Love is StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora