Capítulo XXXVIII: Rachel en el Cuarto Oscuro... Rachel en el Cuarto Oscuro...

607 53 26
                                    

¡Hey, hola! En multimedia les dejé All About Us de t.A.T.u para que escuchen mientras leen. A partir de hoy nos quedan tres capítulos para el inesperado final de "Cuarto Oscuro". ¿Qué creen que pueda pasar? ¡Que disfruten el capítulo!

     El granero también existe en esta realidad. Sigue siendo un sitio oscuro, siniestro, capaz de causarle escalofríos al más valiente que sepa que lo que ocurre adentro.

Chloe aparca el auto y apaga el motor. Respira con dificultad y sus manos tiemblan ligeramente.

— ¿Qué hacemos aquí, Max?

Como respuesta, le dirijo una mirada en la que se van algunas lágrimas solitarias. Tomo su mano con fuerza e intento armarme de valor. ¿Cómo puedo decirle a Chloe lo que sucede, sin confesar todo lo que sé? Sin confesar todo lo que he hecho...

—C-Chloe... E-el cuarto oscuro está en ese granero.

— ¿Cómo lo sabes?

Porque tú estuviste ahí.

Porque Kate estuvo ahí.

Porque vi morir a Julliet sin dejar de tomar fotografías.

Porque era mi destino ser llevada a ese lugar.

Porque Kate fue asesinada justamente donde nosotras estamos aparcadas.

Porque Rachel murió en mis brazos.

Y... Y yo... N-no puedo decírtelo...

—Te prometo que te lo explicaré todo... Pero, por ahora... Chloe, tenemos que entrar a ese lugar antes de que nos descubran. Sólo aquí podremos encontrar la última pista para saber lo que pasó con Rachel.

Aunque yo no necesito pistas. Sé bien lo que pudo haberle sucedido.

— ¿Rachel está en ese granero?

—T-tal vez... No lo sé...

—Me estás poniendo nerviosa. ¿Qué ocultas, Max? ¿Y por qué estás llorando?

Quisiera decírtelo, pero... P-pero... S-Sé que me odiarás por siempre cuando lo sepas...

—Chloe... Pase lo que pase allí adentro, debes prometer que... q-que todo seguirá igual entre nosotras.

—Ahora estás asustándome.

—Por favor, Chloe... N-no quiero perderte...

— ¿Por qué me perderías, Max? ¿Qué pasa...?

No puedo decir más, y tampoco puedo hacer nada que no sea salir del auto y alejarme de Chloe un par de pasos. Ella viene justo detrás de mí, avanzando con cautela y queriendo dar la impresión de que esto en realidad no le importa. Sin embargo, termina por acortar velozmente la distancia entre nosotras y me toma por sorpresa en cuanto sus brazos rodean mi cintura. Me abraza con fuerza, pero a la vez con delicadeza. Giro para mirarla de frente, sin que ella me haya liberado aún, y de pronto soy apresada por sus labios que se cierran sobre los míos en un segundo que da la impresión de ser una infinita eternidad. Se aleja de mí y vuelve a abrazarme como si nunca quisiera dejarme ir. Y un instante después, ya estamos ambas caminando hacia el interior de granero.

Es increíble cómo un gesto tan simple como ese beso, viniendo de Chloe, puede causar una revolución en mi interior.

No hay manera de abrir la puerta ni de forzar la cerradura, así que Chloe nos abre paso dándole un par de patadas a una de las paredes que finalmente termina por ceder y deja caer un par de tablas de madera que nos dan el acceso totalmente libre. Es Chloe quien entra primero. Da un par de pasos sobre la paja que cubre el suelo, y mira en todas direcciones sin dejar de fruncir el entrecejo para hacer evidente lo incómoda que se siente estando aquí. Y cuando yo la sigo, sólo puedo recordar el sonido de los disparos. Es como si aún pudiese ver a Nathan y a Jefferson caer inertes sobre la paja, con esas heridas que les arrebataron la vida a ambos bastardos malnacidos.

Love is StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora