Capítulo XXXIII: La Última Petición de Chloe

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¡Hey, hola! En multimedia les he dejado una canción para escuchar mientras leen. ¡Que disfruten el capítulo!

     Me sorprende haber llegado al pórtico de la casa de los Price. Me sorprende no haber llevado el auto al barranco para saltar y dejar al fin esta maldita existencia en la que sólo estoy para causar desgracias, y para lastimar a las personas que me importan. Alguien tendría que detenerme. Alguien debería encerrarme en un maldito manicomio para evitar que siga hiriendo a más personas. Alguien tendría que arrancarme este maldito poder, este maldito don, si con eso puede asegurarse que nadie más morirá por culpa mía.

No estoy segura de lo que estoy haciendo aquí. No sé qué es lo que pretendo. No sé cómo explicaré ante Chloe que ya no habrá días de campo con Kate y Rachel, pues ellas... e-ellas...

Tengo que enjugar mis lágrimas.

Sólo necesito encontrar una manera de resolver todo esto... ¿Podría ir al dormitorio de Rachel, buscar una fotografía y volver en el tiempo para advertirle de lo que ocurrirá? ¿Cuáles serían las consecuencias si decido interferir más en el pasado? ¿Qué es lo peor que puede suceder?

Me siento un tanto indigna de que William abra la puerta de la casa para recibirme con esa cálida sonrisa tan propia de él. Y tengo que avanzar a toda velocidad a través del recibidor, pasando de largo frente a la puerta de la cocina para evitar llamar la atención de Joyce. Parece que William no se ha percatado de que mis ojos están cubiertos de lágrimas. Y eso es bueno, pues no tengo que dar explicaciones difíciles. Tal vez debí pensar en una coartada antes de venir aquí.

—Chloe está en su habitación, Max —me dice William—. Tal vez ella esté un poco indispuesta. Ya le hemos dado su dosis matutina de morfina.

— ¿M-morfina...?

En cuanto nos escucha hablar, Joyce sale de la cocina para recibirme y es ella quien toma la palabra.

—Sí, Max... Chloe suele despertar con un poco de dolor de cabeza. Estará bien.

¿Un poco? ¿Qué clase de dolor de cabeza puede curarse sólo con morfina?

— ¿P-puedo verla?

Ambos asienten y vuelven a lo suyo, dejándome la vía libre para avanzar hacia la nueva habitación de Chloe. En cuanto ella me ve entrar, sonríe de oreja a oreja. Luce tan... insignificante postrada en esa maldita cama.

Chloe...

—Hola, Max.

No llores, Max.

No enfrente de ella.

—H-hola... ¿Cómo te sientes? Tus padres dijeron que tenías dolor de cabeza.

—Un poco... Pero ya estoy mejor. ¿No me ves? Ya estoy totalmente colocada.

Eso me hace soltar una risita nerviosa y estúpida.

— ¿Has llorado? —me pregunta.

—N-no... Sólo estoy un poco cansada.

—Puedes irte y tomar una siesta. Parece que lo necesitas.

Lo que necesito es una maldita arma para... para...

—Estoy bien... M-mis amigas hoy están... ocupadas. A-así que soy toda tuya. ¿Qué te gustaría hacer?

Chloe sonríe.

Al menos eso puedo hacerlo bien.

—Bueno... E-espero no parecer demasiado emo, pero... c-creo que hoy me apetece ver algunas fotografías.

Love is StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora