Capítulo XXIV: Julliet

529 57 13
                                    


     La bocina del auto de Nathan se escucha por quinta vez consecutiva. ¿Qué clase de novio me he conseguido en esta realidad? ¿Acaso su trasero pesa demasiado como para bajar del auto y llamar a la puerta? ¿Se supone que tengo que responder el llamado inmediatamente en cuanto se escucha la bocina por primera vez?

Chloe ha insistido en acompañarme hasta la acera, por lo que Nathan debe esperar un poco más mientras William traslada a Chloe a su silla de ruedas. Me es totalmente imposible seguir mirando cuando Chloe se queja por unos instantes. Creo que nunca podré terminar de acostumbrarme a que Chloe no pueda levantarse de la cama por sí misma. Finalmente puede echar a andar en su silla para ir conmigo hacia el pórtico. Y aunque William pretende seguirnos, Chloe acepta que sea yo la que le da el pequeño impulso para salir por completo de la casa. Sonríe con calidez cuando puede sentir el viento golpeando contra su rostro. Supongo que cuando una persona está en esas condiciones, le es más fácil apreciar los pequeños placeres de la vida.

La bocina se escucha con más insistencia. Un tanto fúrica, a decir verdad.

— ¿Quién es tu amigo? —pregunta Chloe.

—Nadie importante —le respondo despreocupada.

—Puedo notar el cariño.

Ambas reímos. La bocina insiste.

—Vendré a verte mañana —le digo a Chloe tras colocarme frente a ella—. Hoy me he divertido contigo.

—En realidad, mañana debemos ir al hospital. Pero puedes venir por la noche.

—Será como tú quieras. Aquí estaré en el momento que sea.

—No quiero que termines gastando todo tu tiempo en mí. Estoy segura de que tienes mejores cosas que hacer. Está bien. No te culpo.

La Chloe que conozco jamás habría reaccionado así.

—Tú eres lo único que me importa, Chloe.

No estoy segura de que tenga que añadir algo más. Ella me ha sonreído como si... como si... ¿Cómo puedo ser digna de que ella me tenga tanto cariño? ¿Seguiría demostrándolo de esa manera si supiera que yo he causado todo esto?

Alejarme de ella siempre es la parte más difícil que he hecho en toda mi vida. Y cuando subo al auto de Nathan y él me recibe con esa mirada despectiva, toda la felicidad desaparece de golpe.

Nathan no ha cambiado en absoluto.

—Pero, ¿qué mierda te has hecho?

—Es sólo un cambio de imagen.

—Entonces es cierto lo que Victoria dice.

— ¿Qué es lo que dice Victoria?

—Que ahora eres amiga de ese par de...

Una bofetada basta para hacerlo callar. Sé que pretende intimidarme con su mirada fúrica, pero no va a conseguirlo.

—Kate y Rachel son mis amigas. Será mejor que comiences a aceptarlo.

—Y será mejor que tú no vuelvas a golpearme.

— ¿Y qué si volviera a hacerlo?

—Vestirte como Rachel no te convierte en ella.

Y pisa el acelerador sin decir más.

No puedo creer que realmente vaya en el mismo auto que Nathan Prescott, o que alguna vez estuvimos juntos. Ahora sólo debo pensar en cómo puedo deshacerme de él. Después de averiguar a lo que se refiere con el cuarto oscuro, claro. Sé que Rachel está en perfectas condiciones en este lugar, pero... ¿Habrá alguna manera de ligar el cuarto oscuro con la Rachel desaparecida que nunca conocí?

Love is StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora