LA NOVIA DE MI MEJOR AMIGO c/ sTaXx (EDITANDO)

CAPÍTULO 6: "Solo fue un reto"

Y aquí estaba, frente a frente con mi mejor amigo, sintiendo su respiración en mis labios y a punto de chocar nuestros rostros.

Cabe destacar que mañana él probablemente tendría novia, así que hoy no sería pecado besarlo o algo así, ya que aún está soltero.

Pero, de todas formas, ese no es el problema.

El problema es que a este chico lo conozco hace tres años y desde que tengo memoria siempre ha sido mi amigo... O bueno, al menos casi siempre...

Hace unos meses
Frank y yo habíamos ido a por unos helados ya que el calor en Madrid era insoportable.

Bromeábamos como tontos y reíamos de cualquier cosa hasta que una melena rubia hizo su aparición en la misma heladería.

—Joder —murmuró, Frank.

—¿Qué pasa? —pregunté.

—Es Caroline, la de la otra noche.

—Otra de las chicas de tu colección —dije poniendo los ojos en blanco.

—No es hora para ironías, Danielle.

—No entiendo tu drama —comenté exasperada.

—Que no quiero que me vea porque será como todas, me pedirá explicaciones y me preguntará porqué no la he llamado y... Mierda, ya me vio —Quise burlarme de él pero logré reprimir mi risa.

—¿Es la rubia esa que viene hacia nosotros? —pregunté.

—¿Quién más? —refunfuñó, él, tapándose con la carta donde estaban apuntados los sabores de helados y sus precios —. Danielle, tengo una idea.

—¿Corremos a las tres?

—¿Qué?, ¡No!, mi reputación —revoleé los ojos y le hice una seña con mi mano para que siga hablando —. Bésame.

Lo miré frunciendo el ceño y fue cuestión de segundos para que rompiera a reír, la rubia había parado unos metros antes que nosotros simulando estar hablando por el móvil —se le veía ridícula— así que nos daba el tiempo suficiente para hablar.

—Estás de coña, ¿Cierto? —me burlé.

—No, si piensa que eres mi novia se irá indignada.

—¿Yo tu novia?, ¡Hazme el favor! —reí.

—Vamos, Dona, solo es un beso, ¿O acaso tienes miedo? —me retó.

—Oh no, esta vez no vas a convencerme con eso —aseguré.

—Danielle, te gusto —afirmó y yo volví a reír.

—¿Con qué te haz golpeado hoy? —bromeé, pero por una extraña razón, empecé a ponerme nerviosa.

—Si no fuera así, no tendrías miedo de darme un simple beso —maldito mejor amigo chantajista.

—No juegues, Frank, no voy a caer.

—Vale, entonces esta muy claro...