CAPÍTULO 27: "¿Dónde estás, Danielle?" - Parte 2

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Frank

—¿Podemos irnos ya?—preguntó David, y aunque esto me hubiese enojado en otro momento, simplemente asentí.

Encendí el coche y tomé el volante, era hora de dar un pequeño paseo por las calles de España.

David y yo íbamos en silencio, ninguno hablaba y se notaba la tensión entre nosotros, nuestra rivalidad había venido desde hace meses, no nos llevábamos bien y para todo YouTube eso era algo obvio.

Conducí por cada parque, cada calle, cada Mc Donalls, ya que conociendo lo tragona que es Danielle quizá hubiese tenido suerte allí, pero no habían rastros de ella.

Esto comenzaba a estresarme, necesitaba saber de Dann, joder.

—Llama a alguno de los chicos —hablé con voz firme —, tal vez hay noticias.

—No, todos estamos comunicándonos por el whatsapp, aún nadie sabe nada —Suspiré y asentí, resignándome una vez más—. Un momento... —susurró, David —, ¡Eso es!, ¿Cómo no lo pensé antes?... Conduce a Estremera.

—¿A esa playa?, ¿Estás loco? —Y fue entonces cuando mi estúpido cerebro reaccionó, ¡Era cierto!, Danielle siempre definía la playa como el lugar que más le daba paz.

Sin decir ni una palabra más, di media vuelta al coche y nos pusimos a ello.

Volvimos a ese silencio anterior, era mejor así, ni que me apeteciese hablarle.

—Estaciona el coche aquí, será mejor dividirnos para poder encontrarla.

Me fastidiaba el hecho de que el gilipollas tuviese la razón, pero sin decir más, le hice caso.

Aparqué el auto y rápidamente bajamos cerrando las puertas.

—Yo hacia la derecha y tú hacia el lado contrario —ordené... Que bien se sentía hacerlo.

David asintió y se fue a ello rápidamente, pero antes de que se aleje del todo, oí como hablaba a través del móvil.

—Eva... Sí, creo que estamos cerca de encontrarla... Tiene que estar aquí, yo lo sé...

Puse los ojos en blanco, a mí también se me pudo haber ocurrido este lugar, ahora solo quedaba encontrar aquí a Dann.

***

Observé la hora en el móvil: eran las 5 de la mañana. Intenté llamar a Danielle nuevamente, pero su celular estaba apagado.

Ya estaba por darme por vencido, había estado caminando por la playa por más de una hora, y no había noticias.

David tampoco la había hallado, ya que le he estado llamando cada cinco minutos para preguntarle como va.

Ninguno de nuestros otros amigos tenía buenas noticias tampoco, esto empezaba a desesperarme.

Me sentía demasiado culpable, yo debía estar para ella cuando tocó mi puerta, debí consolarla, abrazarla, dejar que me cuente sus problemas y decirle que todo estaría bien, y que si no fuese así, yo haría lo posible porque lo fuera.

Joder.

¿Dónde estás, Danielle?


11 meses antes...

—No vas a probar ni una gota de alcohol, tu madre me ha dicho que te cuidase y yo, como el chico responsable que soy, lo haré —le dije, muy decididamente, a Danielle.

Ella puso los ojos en blanco y rió.

—Claro, papá Frank —respondió e inmediatamente negó con la cabeza —, mala idea lo de llamarte "papá", no es una buena imagen mental.

Reí junto a ella y despeiné su cabello como solía hacerlo, pasé uno de mis brazos por sus hombros y la acerqué a mí mientras ella sonreía.

—Soy el mejor amigo del mundo, no tienes que decirlo, tu silencio me lo confirma —ella volvió a reír, aun entre todo el volumen de la música y los murmullos de toda la gente que había en aquella fiesta, podía oír su risa.

—Te haz levantado con una dosis muy elevada de ego hoy, ¿cierto? —se burló, mientras que yo rodaba los ojos —. Prométeme que siempre será así.

—¿Así cómo?—pregunté algo confundido.

—Así... es decir, prométeme que siempre vas a estar conmigo, que vas a cuidarme, que no me dejarás sola...

Danielle era una chica fuerte, jodidamente fuerte, pero eran estos momentos junto a mí en los que la sentía vulnerable.

—Te lo prometo, Dona.

Cerré los ojos con fuerza al recordar aquello... Soy un completo idiota.

***

Media hora más tarde y seguía sin ver nada, aún todo estaba oscuro y la brisa fría de la playa me hacía pensar que no era posible que ella estuviese aquí sin ningún tipo de abrigo, hacía un frío de cojones.

Estaba a punto de pensar que esto había sido una mala idea, quizá Dann había ido a algún hotel a pasar la noche lejos de su familia, o a casa de alguna amiga no tan cercana, quizá había ido a...

Mis ideas se esfumaron cuando vi un bulto cerca a la orilla, achiné mis ojos para poder ver mejor, pero aún era borroso, así que decidí acercarme lo más rápido que pude.

Mientras más caminaba, mi respiración más iba agitándose, era evidente que ese "bulto" era una persona sentada, pero ¿Sería Danielle?

Cuando ya estuve bastante cerca, me paré detrás, no podía reconocer quien estaba allí ya que llevaba una polera con capucha que cubría hasta su cabello, y al parecer aquella persona no había oído mis pasos ya que no se había girado.

—¿Dann...? —susurré, con la voz temblorosa.

Por unos segundos no obtuve respuesta, pero pude notar como aquella persona se enderezaba e incorporaba poco a poco.

De pronto, no sé en que momento sucedió todo, pero ya la tenía junto a mí y acurrucada entre mis brazos, y justo en ese momento no me cabió duda alguna. Claro que era Danielle, podría reconocerlo tan solo por el calor que emanaba junto a mí o por su aroma tan particular que últimamente me tenía muy loco.

—Frank —sollozó.

—¿Qué haces aquí?, demonios, todos estamos muy preocupados, Danielle, no puedes hacerme esto, yo... Yo estaba más que desesperado señorita, me debe muchas explicaciones.

Se separó un poco de mí para mirarme y me mostró una sonrisa débil.

—Lo sabía —respondió —, sabía que eras el único que podía encontrarme, estaba segura de que sabrías que yo estaba aquí —murmuró y volvió a abrazarme.

No tardé en corresponderle y estrecharla entre mis brazos, aunque la culpa me estuviese matando, ya que en realidad, no había sido yo quien sugirió venir aquí... Había sido David.

—Es hora de volver —le dije después de algunos minutos.

—Él está ahí —respondió ella, y supe que se refería a su padre.

—Él da igual, tan solo escuchalo, y si después decides mandarlo a tomar por saco, con mucho gusto te ayudaré.

Dann volvió a sonreír y asintió, tomé su mano y empecé a guiarla al coche, después le avisaría a David que la encontré.

—Oh, Frank... —susurró.

—¿Si?

—Tienes una novia muy hija de puta.

La miré a los ojos mientras que ella también lo hacía, y entonces solo rompimos a reír.


No he demorado tanto y lo saben!, no me maten, aquí está el capítulo<3.

LAAAAS AMOOOOO <3, fav para moaaar.

-Abril.

LA NOVIA DE MI MEJOR AMIGO  c/ sTaXx (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora