CAPÍTULO 17: "Solo por esta noche"

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Frank

Ruben me dijo donde había sido la última vez que había visto a Danielle, y realmente no fue tan difícil hallarla, ya sabía que estaría en la barra, cuando ella se pasa de copas no para hasta quedar totalmente ebria... Ventajas de conocer a la perfección a tu mejor amiga.

—Señorita, suficiente por esta noche —susurré en su oído, al llegar hacia ella, quitándole el vaso de cerveza que traía en la mano.

La sentí estremecerse y girarse lentamente hacia mí, como si se tratase de alguna película, pero vamos, que nuestra vida no era así.

—Regrésame eso, gilipollas, ¡Qué no pare la fiesta, don't stop the party! —gritó, tratando de recuperar su cerveza... Lo que decía, nuestra vida no era para nada una película, y menos aún teniendo a Danielle totalmente ebria frente a mí.

—Que no, mira como estás joder, no puedo dejarte ni un momento sola —contesté devolviéndole la cerveza al chico del bar y pagándole.

Danielle se limitó a encarar una ceja y a reír, como si hubiese hecho alguna especie de chiste.

—Demonios, dime que eso ha sido sarcasmo, porque te recuerdo que hace una semana en la que no supe nada de ti, eso no te importó —soltó ella.

—Danielle... —refunfuñé a regañadientes.

—¿Y sabes qué es lo peor, Frank? —balbuceó, haciendo un intento de ponerse de pie, comenzó a tambalearse y yo la tomé de la cintura para darle algo de estabilidad, logrando que fije sus intimidantes ojos azules en mí —, que es por ella, ahora es ella quien ocupa el tiempo que guardabas para mí —susurró tan cerca de mí que pude sentir como sus palabras me helaban, y me miró con cierto rasgo de decepción, pero rápidamente desvió la mirada e intentó soltarse de mi agarre.

—No, ven aquí —ordené, pegándola nuevamente a mí —. Te voy a llevar a casa.

—¿Acaso estás loco? —exclamó —, mamá me mataría, déjame, dormiré en casa de Eva.

—¡¿Quién sabe dónde este Eva?! —grité algo irritado —, ella está igual o peor que tú.

—No me importa, debo encontrarla —me dio la contra, como siempre.

—No señorita, tú vienes conmigo, ni pienses que te voy a dejar sola en este estado.

Y sin dejarle opción a refutar o quejarse, la alcé sobre mis hombros sin importarme sus pataleos y gritos.

—¡Frank!, ¿¡Estás tonto?!, ¡Cabrón!, ¡Bájame! —gritaba dando patadas y golpes sobre mi espalda.

Yo no me inmuté, aunque joder, me estaba doliendo lo que no es normal, Danielle siempre tuvo una fuerza considerable para ser mujer.

La llevé a mi auto y la subí al asiento de copiloto, le ordené que no se mueva y ella me miró mal, pero a fin de cuentas me hizo caso.

Subí yo también al coche y le envié un mensaje a Rubius para decirle que iría a casa, y que Danielle estaba bien, no esperé respuesta y arranqué, no sin antes darle un vistazo a mi mejor amiga, quien solo miraba la ventana.

Llegamos después de unos minutos a la puerta de mi apartamento, Danielle se había quedado dormida así que bajé yo primero e intenté alzarla, pero ella despertó y se removió impidiéndomelo y diciéndome que ella podía sola.

—Eres una cabezota —dije rodando los ojos.

—Y tú un gilipollas —respondió.

Comenzamos a caminar hacia mi departamento, al parecer Danielle no tenía ganas de refutarme el porqué la había traído allí, así que simplemente accedió a entrar.

—Ve a la habitación, yo voy a dormir en la sala —informé.

—Ni de coña, no voy a dormir en esa cama en donde seguro te haz divertido muchísimo con tu noviecita —refutó y se sentó en mi sofá, acomodándose, dándome a entender que pasaría allí la noche.

—¿Porqué siempre es así de complicado contigo?

—Eso no solía molestarte —respondió sonriendo de manera irónica.

—Venga... Nada a cambiado entre nosotros, Dann, lo sabes.

—¡No, no lo sé! —gritó, claramente frustrada y se volvió a acercar a mí para encararme, aunque esta vez se veía más pequeña que yo, ya que se había desecho de sus tacones —No lo acepto, No quiero ¿Sabes?, ¿Quién se cree esa para decirme que no puedo acercarme a ti?

Fruncí el ceño ante su comentario y la miré confundido.

—¿Qué haz dicho? —pregunté y ella rió.

—¡Lo que oíste! —volvió a gritar —, me pidió que no me acercase a ti, que no creía en eso de las mejores amigas y que era mejor guardar la distancia —Danielle volvió a soltar una carcajada, el alcohol la ponía así —, pero ¿sabes?, ¡Qué se joda!, ¿Quién se cree para alejarme de mi Paco? — murmuró, poniendo una de sus manos en mi mejilla y sonriendo.

Esto estaba siendo raro, demasiado raro... Pero, maldita sea, se sentía bien.

—No sabes lo que dices, Danielle —susurré, viendo sus ojos, imitando lo que ella hacía conmigo.

—Debí suponerlo —resopló y volvió a reír —, no vas a creerme... Bah, que interesa, nada me sorprende después de que me hayas estado evitando todo este tiempo solo por ella.

Parpadeé repetidas veces y esta vez el que acortó la lejanía fui yo, me acerqué a Danielle e hize que me mire, al verla totalmente confundida, sonreí y esta vez me tocó reír a mí.

—¿Eso es lo que piensas?, ¿Enserio? —pregunté sarcásticamente y ella encaró una ceja sin entenderme —, eres tonta, muy tonta Dona, es irónico que pienses que te he evitado por ella cuando la única verdad es que lo he hecho porque no dejo de pensar en el puto beso que nos dimos, ni en la maldita adicción que me hace querer probar tus labios —admití, y no había ni una pizca de mentira en aquello, aunque también estaba actuando de una manera cobarde, ya que estaba muy seguro que mañana ella no recordaría nada.

Danielle entre abrió los labios, y me miró sorprendida, supe que era mejor dejarla sola, había tenido un largo día y no quería causarle más incomodidad con mi presencia después de mi confesión.

—Que descanses, Donna —murmuré y besé su frente, para después girarme e ir hacia el sofá, porque ni de coña dejaría que ella duerma allí.

—Frank... —habló ella en voz baja, como teniendo miedo de lo que iba a decir—, Frank yo... Duerme conmigo —me pidió.

—No sé si sea buena idea, estás tomada y no quiero que...

—Frank, estoy ebria, no tonta, y si te digo que quiero que duermas conmigo es porque enserio lo quiero, joder —me interrumpió. Reí ante su comentario y asentí con la cabeza.

Me incorporé caminando detrás de ella hacia mi habitación, y sí, aún era consciente de que tenía novia, y también de que aquella chica era mi mejor amiga, pero mis acciones eran involuntarias, no quería pensar en las consecuencias, no quería pensar en nada, solo quería hacer lo que realmente sentía, y en ese momento lo único que quería era estar junto a Danielle y decirle que no la había dejado ni cambiado, y que probablemente, jamás lo haga.

Dann se tumbó en la cama y me hizo un espacio, yo la imité y me eché a su lado, la abracé por la cintura y la pegué a mi pecho, sentí su respiración calmada y sus músculos relajados, y entonces volvió ese sentimiento de paz, ese sentimiento de saber que ella está protegida, y que no tenía nada de que preocuparme.

—¿En qué momento me hiciste esto Frank? —balbuceó, y en realidad no entendí a lo que se refería, así que no respondí, solo seguí abrazándola hasta sentir como poco a poco se quedaba completamente dormida.


Ay, lo siento, sé que no me he reportado :c, pero enserio, estoy con la universidad consumiéndome como nunca, intentaré darme más tiempo en estos días, aunque es muy probable que no pueda hasta el fin de semana porque empiezan mis parciales :c

No olviden que las amo <33, si comentan y le dan a la estrellita me apoyan muchísmo.

Nos leemos <33, —Abril.

LA NOVIA DE MI MEJOR AMIGO  c/ sTaXx (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora