CAPÍTULO 21: "Yo Nunca, Nunca"

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*YO NUNCA NUNCA: Es un juego entre amigos en los que se dicen oraciones empezando con "Yo nunca, nunca...", oraciones que se supone que nunca harían, pero aquel que si haya hecho alguna de estas cosas, deberá tomar un poco de cerveza (o dependiendo de con qué estén jugando)  frente a todos.


Frank.

—Tú no eres de nadie más, Danielle.

¿Porqué acabo de decir eso?

Soy un completo gilipollas y a juzgar por la cara de Danielle, ella tampoco se esperaba eso.

Es que la satisfacción de saber que David no era lo suficientemente importante para que Dann no me siguiese el beso y me rechace, podía más que todo.

De todas formas, el rostro de mi mejor amiga era un poema, mientras yo no podía ocultar mi cara de victoria.

Danielle no tardó en mirarme con algo de enfado y salir de mi auto, quise ir tras ella, pero vamos, era demasiado orgulloso como para hacer algo así.

Además, ¿Qué podría decirle?, ni yo sabría como explicarle lo sucedido, así que solo la dejé ir.

Estaba demasiado confundido últimamente, y eso me causaba un estrés que no era ni medio normal, debía encontrar la forma de quitármelo de una vez porque esto no es bueno para cuando grabo vídeos, debo estar lo más feliz posible. Así que sin pensarlo más, tomé el móvil y llamé a la persona que sé que podría ayudarme.

—¿Si? —respondió a los pocos segundos.

—Hola, cariño, quiero verte hoy —dije yendo sin preámbulos.

—Vale, amor, ahora estoy en casa... Y sola —susurró en tono seductor.

Yo sólo sonreí y sin decir más, entendí el mensaje.

***

—Bueno chicos, vamos a dejar ahí el vídeo de hoy, si os ha gustado no olvidéis darle a like, nos vemos pronto y adiós —terminé de grabar y apagué el ordenador.

Hoy era fin de semana y debía alistarme para la reunión en casa de Mangel, y digamos que no faltaba mucho tiempo para estar tarde.

Me incorporé rápidamente, me duché, me cambié y en diez minutos estaba completamente listo.

Tomé alguna polera, por si hacía algo de frío, y las llaves del auto para por fin salir de mi piso.

—¿Claudia? —exclamé muy extrañado al ver a la rubia en las afueras de mi departamento —, no se supone que quedamos en...

—Sí, en vernos mañana —me interrumpió —, pero ¿Adivina qué?, Bea me invitó a la casa de Mangel —sonrió satisfecha y yo maldije a regañadientes.

—Oh, claro, sí.

—Lo único que me extraña es que mi novio no lo haya hecho —murmuró, encarando una ceja.

—Clau, es una reunión en casa de Mangel, no creo que yo hubiese sido el indicado en invitarte —me excusé.

—Vale, vale —dijo ella —, pero ya estamos aquí, así que, ¿Nos vamos?

Asentí lentamente y puse una de mis manos en su cintura para llevarla hacia mi auto.

Me dirigí hacia la puerta del piloto, pero Claudia carraspeó. Yo me limité a poner los ojos en blanco sin que ella lo notase, y con mi mejor sonrisa, me regresé a abrirle la puerta de copiloto primero a ella.

No es que no quiera a mi novia, claro que lo hago, es caliente y sexy, pero aveces puede ser un tanto irritante. 

Subí también yo a mi auto, y por un momento, quizá por algunos segundos, quería que fuese Danielle la que estaba en el asiento del lado, pero no, ella no estaba allí.

LA NOVIA DE MI MEJOR AMIGO  c/ sTaXx (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora