LA NOVIA DE MI MEJOR AMIGO c/ sTaXx (EDITANDO)

CAPÍTULO 9: "La Cena"

—Ust, ust, usttt —susurraba Rubius en la mesa, mientras Frank daba su declaración de amor ante la tal Claudia, que por cierto ya me había presentado —, uustt —volvió a decir y tuve que esforzarme aún más por reprimir la risa.

—Que te calmes ya, Ust —le dije a Rubius, siguiéndole el rollo y de tal manera que sólo él lo escuchase.

—Ustttt —volvió a susurrar.

—¿Queréis dejaros de comportar como niños? —nos riñó, Alex —, Frank va a enfadarse, deberíais hacer silencio mientras se le declara a Claudia.

Rodé los ojos ante la seriedad de Alexby, últimamente estaba muy aburrido el chaval.

—¿Qué opinas de eso, Ust? —pregunté en voz baja.

—Ust, ust, ust, ussttt.

Solté una leve risa y me gané la mirada severa de Frank, quien supongo logró oírme.

—... Y por eso, quiero pedirte esta noche que seas mi novia —finalizó al fin, Frank, vaya testamento que se había montado.

—Es que enserio, no paráis, desde la tarde estáis así —Alexby, seguía renegando con Rubius.

—Que exagerado —exclamé y él encaró una ceja.

Bueno, quizás tenga algo razón...

Unas horas antes...
Veamos, Frank me dijo que vaya "formal", y según lo que yo entiendo eso significa llevar vestido, ¿verdad?.

¡Pues ya está!, vestido y converses, ni de coña me ponía zancos en los pies.

El timbre sonó y supe que era el miniom quien llamaba, cuando él está emocionado por algo suele ser muy puntual; Y por si se lo preguntan, no está emocionado por Frank y su futura novia, claro que no, yo estoy segura que es porque iremos a por Eva.

Abrí rápidamente y me encontré a un Alex sonriente y bien vestido.

—¿Estás lis...?, ¡No me lo creo Danielle, ni te haz peinado!

—Eso sonó muy GAAAAY —gritó otra voz a las espaldas de Alex.

—¡Hey!, Rubencio —saludé a Rubius, dejándole pasar —; Y hola Alex, yo también te quiero, y por si tenías dudas: Ya me alisté, ya me cambié y ya me peiné.

—Frank va a matarte, y lo sabes —afirmó.

—¿Y porqué?

—Dijo "Formal", eso incluye mínimo tacones —habló Alexby como toda una diva.

—Frank siempre me ha dicho que le gusta que sea yo misma —me encogí de hombros.

—Vale, pero ahora es distinto.

—Él dijo que no cambiaría —aseguré.

Alex suspiró y terminó asintiendo.

—Venga, entonces, ¿nos vamos? —preguntó, Rubén.

—Vale —accedió, Alex, y después de despedirme de mamá, subimos a su coche.

Ósea, tampoco iba tan mal, llevaba un vestido negro con algo de brillantina, unas converses y el cabello con un ganchito, no soy una experta de la moda, pero no creía verme tan mal.

—A mi me mola tu look —habló, Rubén, como leyendo mis pensamientos.

—A mi el tuyo —respondí, viendo que él también traía zapatillas con el traje de vestir y su gorra de DeadPool.

Él sonrió y después de aquello se puso a ver por la ventana, como niño pequeño.

—Alex, ¿Podemos pasar a por helados? —cuestionó, Rubius.