CAPÍTULO 3: "No Quiero Perder a mi Mejor Amigo"

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Las cuatro de la tarde y yo recién me duchaba; Frank había dicho que lleguemos temprano, pero digamos que mi siesta duró algo más de lo normal.

Tomé unos pantalones cortos y una camiseta junto a unas botas y me apresuré en salir.

Mi móvil sonó y atendí rápidamente.

—¿Diga?

—Danielle, ¿Estás llegando?, ya estamos todos aquí —la voz de Alex resonó en mis oídos.

—Estoy en la esquina, espérenme —avisé.

—Vale —respondió él para luego cortar la llamada.

Cinco minutos más tarde, ya me encontraba a la entrada de la estancia, visualicé la mesa de mis amigos y me acerqué a ellos.

—Hostia, ya era hora —expresó Ruben.

—Veinticinco minutos de retraso, Dann, nuevo récord —habló Beatriz con ironía y chocamos las palmas de las manos.

Nosotras éramos las típicas tardonas, ya saben lo que dicen: Lo mejor se hace esperar.

Saludé a Mangel, Rubius, Alex, Frank, Willy y Bea; y me senté en el asiento que me habían separado.

—Bien, ya estamos todos —habló Willy mirando a Frank.

—Comienza —animó Alex.

—Vale —accedió Frank —, me gusta una chica.

Alex y yo intercambios miradas. ¡Alerta 15-14, repito: Alerta 15-14!

—... Y bueno, hemos salido algunas semanas, la he conocido y creo que quiero iniciar algo más serio —Continuó, Frank.

—¿Algo como qué? —cuestionó, Mangel.

—Le pediré que sea mi novia.

—¡¿Qué?! —grité ganándome la mirada confusa de todos —, digo... ¿Estás seguro?

—Sip, Danni, lo estoy —contestó, él.

Beatriz me hizo una seña con sus brazos, como preguntándome que me sucedía, yo negué con la cabeza en señal de que no me pasaba nada.

—¿Y qué planeas? —le preguntó Willy.

—Quiero pedírselo públicamente —abrí los ojos, cada vez más sorprendida por las palabras de Frank; Él jamás, en todo el tiempo que le conozco, planeó algo así por alguna chica —, y ustedes me ayudarán; Le pedí a Vegetta que vea algún restaurant para realizar una cena... Quiero que vayan todos, y presentársela para después decirle que sea mi novia.

—¿Y eso sería...? —pregunté.

—Pasado mañana.

Bufé involuntariamente y después de que todos estuvieron de acuerdo con él, yo no tuve otra que acceder.

Pedimos nuestros helados y bobeamos un rato.

Nos reíamos del beso Rubelangel que había sido hace poco, aunque a Bea no le hacía gracia, y hablábamos sobre sus canales o cosas así.

Cuándo acabamos, cada uno  se separó para dirigirse hacia sus casas.

Rubén se fue con Bea y Mangel.

Willy dijo que debía grabar, así que se apresuró en despedirse.

—¿Los llevo? —nos ofreció, Frank, a Alex y a mí.

LA NOVIA DE MI MEJOR AMIGO  c/ sTaXx (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora