LA NOVIA DE MI MEJOR AMIGO c/ sTaXx (EDITANDO)

CAPÍTULO 25: "Danielle, hoy no es tu día"

Danielle

Camila por aquí, Camila por allá; Camila, Camila y más Camila

Decir que estaba harta es poco para lo aburrida que estaba de que de la boca de Frank solo saliese el nombre de su amiguita.

Sin embargo, no me arrepentía de estar acompañándolos, porque ni de coña los dejaba solos teniendo un lindo almuerzo de reencuentro; Y sí, me importaba poco o nada haber plantado a David.

Íbamos de camino al Mc Donalls, pudimos elegir un lugar más decente, pero no, a la linda Camila se le antojó comida rápida, y como no, Frank no dudo en complacerla.

¿Cómo es que Frank nunca me había hablado de ella?, ¡No me había mencionado a ninguna ex novia "Camila"!. Y lo peor es que recién me enteraba de que iba a la misma universidad que yo.

—Pssst —Rubén intentó llamar mi atención —, ¿La conocías antes?

—No la he visto en mi puta vida —susurré, ya que estabamos unos metros detrás de la otra parejita.

—Pero estudian juntas.

—Ya, pero no esperarás que conozca a toda la universidad, ¿o sí? —respondí obvia.

Rubius puso los ojos en blanco pero terminó asintiendo y dándome la razón.

—¿Y porque tanto interés de tu parte? — pregunté, ahora que lo analizaba bien, él no tenía una razón para venirse con nosotros.

—Digamos que yo sí que la conozco —encaré una ceja —, Larga historia —murmuró y siguió caminando con la mirada al frente.

No tardamos de encontrar un establecimiento de Mc Donalls y entrar allí.

Hicimos rápidamente nuestros pedidos y esperamos pacientemente a que nos los preparen.

—Y ustedes, ¿se conocen? —preguntó, Frank, con una gran sonrisa de gilipollas en el rostro y refiriéndose a Rubius y Camila.

La castaña rió sarcásticamente y se acomodó un poco más en su asiento para poder mirar mejor a Rubén, quien se notaba algo... ¿Nervioso?

—Si a que un idiota te tire tu bebida encima se le considera como "conocerse", entonces sí —respondió con ironía y Frank cambió su rostro a uno de confusión.

Ahora yo tampoco entendía nada.

—¡Venga!, No es mi culpa que no te hayas fijado por donde caminabas —respondió, Rubius, con naturalidad.

La expresión de Camila cambió, comenzó a achinar los ojos y la cólera en su mirada se hacia presente.

—¡Eras tú quien andaba distraído! —contraatacó. 

—Claro que no, nada llama mi atención en una fiesta   —se encogió de hombros   —... A excepción de algunas tías.

—Eres un idiota, ni siquiera te disculpaste —soltó con amargura.

—Bueno, digamos que las buenas delanteras  también suelen llamar mi atención —Respondió con una sonrisa burlona.

Rubius, ahora sí que la apoyo... ¡Gilipollas!

—Tú eres un...

—Cuatro hamburguesas con quesos, papas extragrandes  y gaseosas —interrumpió, la mesera con nuestro pedido, la palabrota que iba a soltar la castaña.

Me hizo algo de gracia e intenté reprimir una sonrisa, al alzar la vista pude fijarme en Frank y sus ojos marrones en mí.

No quise apartar la mirada, estaba tan guapo, joder, demasiado.