Carne

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Ese mismo día, cuando solo faltaban unas horas para almorzar, yo seguía en la enfermería. Bill todavía no se había despertado.
Ya todo el colegio está informado de lo que ocurrió por la noche y se sentía toda la tristeza en todo el castillo.
Estaba volviendo a pasar el ungüento en las heridas que más sangraban.
-Me encanta esa sensación, es como un cosquilleo- dijo con voz cansada Bill.
Lo mire, abrí grandes mis ojos y sonreí.
-¡Bill! ¡Por Merlín! ¿Te sientes muy mal? ¿Te duele algo más de las heridas? Oh, Bill.- le di un suave beso en los labios. Ahí también tenía una herida.
-Estoy... Bien... ¿Tu como estas, princesa?
-Bien... Gracias. - el me miro confundido, intento fruncir el ceño, pero lo que le salio fue una mueca de dolor.- Pero... Lo lamento tanto.
El no dijo nada.
-Por lo de anoche.
-No, linda, podría haberte perdido.
-Yo tambien a ti.
-Pero nada pasó.
-Es verdad- le acaricié los cabellos.
-¿Nadie más está herido?
-Eh...- técnicamente nadie lo estaba. Sólo que Dumbledore se ha ido.- No, nadie.
-¿Que no me estás diciendo __*?
Suspiré.
-Dumbledore... Snape lo mató.
Me miró serio durante varios segundos.
-¿Dumbledore está muerto?- preguntó finalmente.
-Si...- contesté con mucha tristeza. Miré mis pies.-Su funeral...- mi voz se quebró un poco- será dentro de unos días.
El no dijo nada más, respiraba fuerte y lentamente.
-Tus padres están aquí. Iré a buscarlos.

Cuando volví con ellos, la Señora Weasley entró en la enfermería casi corriendo. Y el Señor Weasley con una sonrisa se acercó a la cama de su hijo.
-Bill, hijo... ¿Como te sientes?- preguntó Molly.
-Bien... Bueno... para mi situación.
-¿Sientes algo diferente, hijo?- le preguntó Arthur.
-¿Deberia?
- Es que Remus nos habló de que puede que haya alguna contaminación, por las heridas.
-Pero Greyback no estaba transformado.
-Aún así...
-¿Tienes hambre, cielo?- habló nuevamente la Señora Weasley, quien le había acomodado ya la almohada y las sábanas.
-Si, mucho. Se me antoja... Sinceramente... Un bueno trozo de carne...
-Podríamos pedir tal vez...
-Creo que si hay contaminación...
-¿De que hablas?- pregunté.
-Carne cruda... De pronto la veo muy apetecible en estos momentos.

Narra Bill.
Me desperté. Me dolía todo el cuerpo, pero había una sensación de hormigueo en mi brazo. Recordé cuando Greyback me atacó. Era un dolor intenso en todo el cuerpo.
-Me encanta esa sensación, es como un cosquilleo- hablé, no abrí los ojos, pero supuse que era ___, pues estaba cantando una canción con su preciosa voz y ,obviamente, acerté. Abrí mis ojos.
Ella me miró sorprendida.
-¡Bill! ¡Por Merlín! ¿Te sientes muy mal? ¿Te duele algo más de las heridas? Oh, Bill.- me dio un delicado beso en los labios, y sentí los suave de ellos en una de mis heridas.
-Estoy... Bien... ¿Tu como estas, princesa?
-Bien... Gracias. - ¿Porque gracias? Hice una mueca de dolor.- Pero... Lo lamento tanto. Por lo de anoche.
Recordé que ___ estaba peleando con dos tipos y luego se les iba a unir Greyback, así que me puse frente a él.
-No, linda, podría haberte perdido.
-Yo tambien a ti.
-Pero nada pasó.- salvo mis heridas, debía de tener una pinta terrible. No me atrevería a mirarme en un espejo.
-Es verdad.- concluyó ella pasando suavemente sus manos por mi pelo.
-¿Nadie más está herido?- pregunté
-Eh...- me di cuenta de que estaba dudando- No, nadie.
-¿Que no me estás diciendo __*?
Tomo aire y luego dijo:
-Dumbledore... Snape lo mató.
La miré sin expresión alguna en mi rostro. ¿Snape mató a Dumbledore? No puede ser. No puedo creerlo.
-¿Dumbledore está muerto?- más que una pregunta fue una conclusion.¿Ahora que?
Miré hacia el techo de la enfermería como si allí estuviese el director de Hogwarts.
-Si...- estaba muy triste.-Su funeral... será dentro de unos días.
Hizo una pausa para cambiar de tema.
-Tus padres están aquí. Iré a buscarlos.- y salió de la enfermería.
Y me quedé pensando: ¿Que sería el mundo sin Dumbledore, desde ahora? ¿La Orden?
Otro de mis pensamientos fue: ¿me veo muy mal? No podía saberlo.
Sentía todo muy distinto, me sentía raro. ¿Le seguiría gustando a ___? Ah ... A casi un mes de casarnos.
Me entristecí, ¿si ya no quería saber nada de mi?

Llegaron mis padres.
-Bill, hijo... ¿Como te sientes?- preguntó mamá quien comenzaba a acomodar mi almohada.
-Bien... Bueno... para mi situación.
-¿Sientes algo diferente, hijo?- me dijo mi padre.
-¿Deberia?
- Es que Remus nos habló de que puede que haya alguna contaminación, por las heridas.
-Pero Greyback no estaba transformado.
-Aún así...
-¿Tienes hambre, cielo?- lo interrumpió mi madre.
-Si, mucho. Se me antoja... Sinceramente... Un bueno trozo de carne...
-Podríamos pedir tal vez...
-Creo que si hay contaminación...
-¿De que hablas?- preguntó mi novia preocupada.
-Carne cruda... De pronto la veo muy apetecible en estos momentos.

Un Gusto Conocerle, Señor. (Bill Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora