Conflictos

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Pasó el tiempo.
Con Bill ya llevábamos un año siendo novios y nos seguíamos queriendo muchísimo, como siempre.
Empecé mis estudios, y este año las cosas están mucho más difíciles para los aurores. Por lo tanto para mí.
Este año va a ser muy distinto, porque como el Ministerio reconoció el regreso de Voldemort están haciendo mucho esfuerzo para atraparlo y también a los mortifagos.
Entonces, la academia de aurores junto con el Ministerio decidieron que se adelantarán los temas y por ende la entrega de los diplomas. Esto significa que están apurando la formación de los estudiantes aurores para tener más ayuda en la caza de mortifagos.
Y esto me afecta a mi. Son más horas de estudio, más trabajos, más responsabilidades, y obviamente menos tiempo libre de lo normal, lo cual me trajo un par de problemas:

Ya era el primer mes desde que había empezado.
-Bill...- grite mientras salía de la habitación donde me iba a encerrarme a estudiar y hacer informes.- ¿viste mi pluma?
-Aquí, en la cocina linda.
Fui rápido a buscarla, tenía un idea en mente y no quería que se me escapara.
Cuando doblé para entrar en la cocina, choque contra Bill, quien traía mi pluma.
-Perdón.- dije e iba a agarrar la pluma, pero el la levantó alto.
-Anda, damela.- intentaba bajar su brazo pero era imposible.
-¿Ya vas a ponerte a estudiar? ¿No podrías descansar un solo día?
-Sabes que no, Bill.- no me gustaba esto de tener que hacerlo todos los días pero tenía si es lo que quiero.- Sabes, porque. Terminará pronto, verás. ¿Quieres darme la pluma?
-¿Lo vas a pedir así sin más?
-Por favor...- dije haciendo ojitos.
-¿Encerio?
Le di un pequeño beso en los labios, lo cual me costó, porque tuve que pararme de puntitas para alcanzarlo.
-Puedes hacer algo mejor.
Esta vez lo besé tiernamente y cuando paré me hizo cosquillas en la oreja con la pluma.
La agarré, le di un beso en la mejilla y me dirigí a aquella habitación.
-¿Quieres un café?- me preguntó Bill.
-Seguro, gracias.

Narra Bill.
Le preparé el café a ___ y se lo llevé a la pequeña habitación que ella había llenado con pergaminos, libros, tinteros vacíos, en tan sólo un mes.
Apenas abrí la puerta el olor a papel se sintió y luego vi a ___ quien estaba muy concentrada escribiendo lo que seguramente seria otro de esos largos informes que los profesores le piden.
Dejé la taza en el escritorio, sobre un espacio que no estaba ocupando por ningún papel y mire a ___, se la veía muy estresada aunque por pequeños y pocos momentos, como el de hace un rato, se notaba más relajada y contenta.
-Gracias- dice sin despegar los ojos de lo que escribía.
Le doy un beso en la frente y miro sus ojos, los cuales ni por un solo segundo despegaron la vista del papel.
Salí de ahí.

Un Gusto Conocerle, Señor. (Bill Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora