Un Gusto Conocerle, Señor. (Bill Weasley)

¿Qué haces aqui?

Narra Bill
Estaba lloviendo tormentosamente por la noche. ___ y yo nos habíamos acostado y dormíamos cómodamente.
En la noche, un ruidito me hizo despegar mis ojos, no le di importancia ya que seguía lloviendo. Debió haber sido mi mente.
No estoy seguro de si volví a dormirme o no, pero volví a escuchar el mismo sonido. Eran golpes apagados por el sonido de la lluvia.
-¿Escuchaste eso?- preguntó ___ provocándome un susto.
-Si. Debe ser la lluvia.
Otro golpe, un poco más fuerte.
-Golpean la puerta- concluí.
Bajamos y nos acercamos a la puerta.
Otro golpe, y efectivamente comprobamos que era eso.
Miré a través de la puerta, había una silueta oscura que no llegaba a distinguir. Estaba empapada.
-¿Quien es?- pregunté lo suficientemente fuerte como para que la persona me oyera.
-Ron Weasley.
-¿Por que le tienes fobias a las arañas?- pregunté para asegurarme que era él.
-Porque Fred y George convirtieron mi oso de peluche en arañas. ¿Puedo pasar?
Abrí la puerta despacio, y pude ver a mi hermano totalmente mojado. Estaba sorprendido de verlo aquí.
-Pasa.- dije abriéndola por completo.
Ron entró y yo miré de nuevo hacia afuera porque esperaba ver a Harry y Hermione con él.
-No vinieron conmigo.- aclaró con voz algo triste.
-Ron, debes estar congelándote. Espera...- y ___ lo secó por completo con un hechizo.
-Gracias, __*.
-¿Paso algo?
-Es que... Pedonen, no quería molestarlos, pero es que me detesto a mi mismo.
-Cuantanos, Ron... Sientate ¿tienes hambre?- dijo ___ haciéndolo pasar a la cocina.- Ten, agua. Te prepararé un sándwich.
Con la luz de la cocina pude notar que mi hermano estaba muy cansado, y estaba totalmente desarreglado. Sus ropas estaban sucias.
Recordé a mi madre cuando nos enteramos que el número 12 volvía a estar vacío, ella estaba más preocupada que antes. Les habíamos perdido el rastro. No sabíamos donde estaban.
-¿Que ha pasado, Ron? - pregunté.- ¿Donde están Harry y Hermione? No supimos nada de ustedes hasta que supimos que habían estado en el Ministerio.
-Es demasiado difícil de explicar.- dijo.
-¿Pero están bien? ¿Tu estas bien?- quiso saber ___.
-Si, si. Bueno, tan bien como podríamos estar.
-¿Y donde están ellos?
-No se muy bien, pero antes de que yo me valla estábamos en algún lugar en el sur de Inglaterra, según Hermione.
-¿Te fuiste?- pregunté.
-No entiendo como pude hacerlo.- mi hermano se pasó sus manos por su cara.- Yo sentía una enorme irá dentro de mi, dije cosas que no querría haber dicho hace tan sólo unos minutos. Los abandoné.
-¿Por qué lo hiciste?- preguntó __*.
Ron pareció pensárselo.
-Es que... enloquecí, me enojé con ellos porque... no sé si deba decirles.- añadió aún más triste.
Mi hermano nos estaba ocultando algo.
-Está relacionado con lo que Dumbledore le pidió a Harry que hicera.- siguió .
-¿Donde están ellos ahora?- volvió a preguntar ___, ahora más preocupada.
-No tengo idea, no sé dónde estábamos.
-¿¡Como pudiste abandonarlos, Ron!?- explotó __*.
-Perdon.- dijo mi hermano bajando la cabeza y totalmente arrepentido.- es que no sé...
-A mi no tienes porqué pedirme perdón, pideselo a ellos. ¡Te necesitan, Ron!
-Ya sé que estuvo mal. De verdad que no quise. Es que se apoderó de mí.
-¿Qué cosa se apoderó de ti?
-No puedo decirles, pero es algo que te pone de mal humor, en pocas palabras.
Miré a ___, quien también me miraba a mi.
-Te preparé un cuarto.- habló ella.
-No es necesario...
-Si, lo es. Debemos dormir, mañana veremos con más calma las cosas.
Ella volvió a subir las escaleras y yo me quedé aquí con mi hermano.
Me senté frente a él.
-Bill, en serio, estoy arrepentido. Tan pronto como me fui quise volver. Y ahora no sé cómo.
-Está bien. Ya está. Sé que nunca los dejarías. Termínate el sándwich.