Un Gusto Conocerle, Señor. (Bill Weasley)

La propuesta.

Narra Bill.
A la tarde fuimos a la Madriguera y ahí nos encontramos con Tonks, Remus y los gemelos.
A medida que pasaban los minutos, me ponia mas nervioso, porque hoy era un día esencial. Trataba de disimularlo, a duras penas.
Nadie lo sabía, sólo mi padre.
En la cena, hablamos de muchas cosas, obviamente no faltaban los chistes e historias de los gemelos.
Mi corazón latía a mil por hora y estaba inquieto. Pero, gracias a Merlín, que ___ no se dio cuenta.
Cuando Tonks, ___ y mi madre lavaban los platos y los gemelos les hacían compañia, hablamos con Remus.
-Bill ¿estas bien? Te he notado algo inquieto.- comento Remus.
Mi padre rió y yo intenté hacerlo.
-Lo que pasa, Remus, que el hará algo importante esta noche.- le dijo mi padre, susurrando para que no nos escucharan.
Remus me miró fijamente, tratando de averiguar lo que yo planeaba.
-Perdón, pero no entiendo.
-Le pediré matrimonio a ___.
El sonrió y abrió grande los ojos.
-Me parece genial. Con todo lo que está pasando. Te deseo la mejor de las suertes, Bill.- hizo una pausa- Si... si, se quieren.- se rió- pero no estés tan nervioso. Vas a colapsar en cualquier momento.
-Tu podrías seguir el ejemplo de mi hijo, Remus.- le dijo mi padre.
-No lo sé, Arthur.- miró a Tonks.-No creo que sea lo mejor.
-Vamos. Ella te quiere, Remus. Y tú a ella. No veo el inconveniente.
-Pero lo hay. Yo...
Pero mi madre interrumpió. Las tres mujeres y los gemelos se sentaron nuevamente en la mesa.
-Bueno, ___, otra vez, felicitaciones, serás muy buena en esto.- dijo mi madre. Todos asentian.
-Gracias.
Miré mi reloj, faltaban pocos minutos para la lluvia de estrellas. Así que fui haciendome el discurso en la cabeza.
Volví a mirarlo y mi corazón latía demasiado rápido.
-___- dije en voz baja. Ella me miró.- ¿me acompañas afuera?
-¿Que pasa?
-Habrá una lluvia de estrellas.
-¿En serio?- dijo emocionada.
-Si. ¿Vamos?
-Claro.
La agarré de la mano, y nos levantamos de la mesa. Y lleve a ___ afuera. Mientras escuchaba a mi mamá:
-¿Adonde van?
-Molly, van afuera, habrá una lluvia de estrellas.
-Quiero verla.
-No, no...- decía mi padre nervioso.
-Molly... Dejalos solos- término Lupin.
Una vez en el patio, la llevé a la parte de atrás, donde nadie nos podría ver.
-¿Alguna vez viste una lluvia de estrellas?- pregunté a su lado.
- Sólo una vez, en Hogwarts. Fue hermoso.
-Bueno, yo ,desgraciadamente, el día de una lluvia de estrellas estaba en la enfermería.
Ella río. Me encantaba verla sonreír, lo supe desde el primer día que la vi.
Se comenzaban a ver las primeras estrellas que pasaban.
- Canta esa canción que esta pasando por tu mente justo ahora, creo que se cual es.- dije.
Ella sonríe y comienza:
- Look at the stars, look how they shine for you, and everything you do...- Sin despegar la vista del cielo lleno de estrellas.
-Bueno... Esa era mi segunda opción.- ambos ríen.
-¿Cual era la primera?-preguntó ___.
-Cause you are a sky full of stars. I'm going to give you my heart. Cause in a sky full of stars, i think i saw you.- canté.
-No cantas mal..- me dice __*, todavía con la mirada en el cielo.
Éste comenzó a llenarse cada vez más de estrellas y era el momento justo. Ella no despegaba la mirada de arriba. La miré, se veía hermosa, con la luz de las estrellas en sus ojos y con esa sonrisa que me atrae.
Aproveché para sacar el anillo y esconderlo atrás de mi espalda.
-Princesa...
-Mmm- me miró a los ojos y sonriendo. Y me convencí totalmente de lo que iba a hacer.
-Te amo.- sonrió aún más.- Desde que te vi, me gustaste y me enamoré de ti. Estoy perdidamente enamorado de ti. Estoy muy orgulloso de haberte conocido.- me miraba más sonriente todavía y con los ojos vidriosos, y seguí con todo lo que tenía en la cabeza- Y me encantaría pasar hasta el último día de mi vida a tú lado, porque me has hecho el hombre más feliz del mundo.- ella formuló un *¿que?*, y se estaba riendo, le temblaba la sonrisa- Quiero que siempre estemos juntos, para todo. No sabría vivir sin ti, __*. Eres lo mejor de mí vida, lo más importante. Así que...- me arrodillé, tome su mano y saque el anillo. Ella hizo un sonido de asombro y con la otra mano se tapó la boca.- ¿Te casarias conmigo?- dije simplemente.
Ella soltó una carcajada comenzó a llorar de alegría. Apretaba mi mano y comenzó a asentir con la cabeza.
-Si... Si. Por supuesto.- dijo muy feliz.
Una gran alegría me invadió el cuerpo. Le coloque el anillo en el dedo y me paré frente a ella.
La abracé por la cintura y la levanté del suelo. Ella reia y pasó sus manos por mi cuello.
Giré y escuche que dijo:
-No me lo creo.
La baje y me quedé muy pegada a ella.
Miré su cara, estaba empapada de lágrimas de alegría. Se veía hermosa, por cierto. Pasé mis pulgares por sus mejillas y le di un beso en la frente, para luego besarla en la boca. Sonreímos.
-Te amo, __*.
-Te amo. Eres increíble.
Nos seguimos abrazando, ___ apoyó su cabeza en mi pecho y yo sobre la de ella y nos quedamos mirando los últimos momentos de la lluvia de estrellas. Nunca paró de reírse, me encantaba sentir su risa. La amo. Estoy muy contento de que halla dicho que si. Iba a estar a mi lado, por siempre.
Cuando las últimas estrellas se fueron. Nos volvimos a mirar y a besar.
Ella acariciaba mi cabello y yo su espalda.
-Habrá que ir adentro, o nos vendrán a buscar.- dije sin separme de ella.
-Claro.- dijo con otra risa. Me miró a los ojos- ¿Quien lo sabía?
-Mi padre.
Comenzamos a caminar juntos y abrazados hacia la puerta de la cocina.
-¿Te lo esperabas?
-Pues... Al principio no, pero luego me di cuenta.- admitió sonriente.