BETRAYAL

3

Me incorporo de golpe olvidando todo el cansancio que sentía y lo miro con los ojos desorbitados.

- ¿¡ Qué ?! ¿¡ Vas a desertar ?!

Él lo confirma con un movimiento de cabeza y clava la vista en sus manos para no tener que mirarme.

Desde luego, no puede estar hecho para Verdad ; Nunca ha sido capaz de mirarme a los ojos cuando va a hacerme daño.

- La prueba...

- Está prohibido hablar de la prueba - me pongo en pie nerviosa mientras me muerdo las uñas.

- No importa. El resultado de mi prueba fue Osadía. Es lo que voy a escoger.

Dejo de dar vueltas por encima del tejado y paro en seco, volviéndome bruscamente hacia él.

Es entonces cuando todo encaja ; sus constantes excursiones al bosque, cómo parecía aburrirse muchas veces cuando le hablaba sobre alguna investigación, su manera de reaccionar en una situación peligrosa al contrario que yo que me bloqueo, lo emocionado que estaba hasta hace un momento... en el fondo, pensaba que también tenía curiosidad por analizar el suero de la verdad, pero era otra cosa diferente lo que le había empujado a ayudarme :
Solo quería vivir una aventura, quería sentir el peligro, la adrenalina.

Era él, era un osado.

Mis ojos se anegan de lágrimas ante la noticia.

- ¿ Vas a dejarme aquí ?

- Ross - suspira apenado levantándose y poniéndose a mi lado - No soy como tú, no soy feliz aquí. Lo único que me retiene en Erudición es cierta rubita con ojos verdes- muestra una pequeña sonrisa mientras coloca un mechón de mi cabello detrás de mi oreja- Y quizás un día crezcas, escojas otras facción , o te conviertas en una científica centrada solo en sus experimentos, como tu madre.Sé lo mucho que te gusta nuestra facción, naciste para ella. Me olvidarás, y yo me quedaré aquí atrapado para siempre.

Sollozo dándome la vuelta para que no me vea llorar. Lo entiendo, pero eso no hace que duela menos.

Siento su mano sobre mi hombro, y sin poder resistirlo más me abalanzo sobre él para abrazarlo con todas mis fuerzas, sabiendo que en unos días, todo será diferente.

- Por favor - susurro con la voz rota mientras acaricio su pelo, con la barbilla apoyada en su hombro - por favor, si te vas, prométeme que vendrás a visitarme todas las veces que puedas.

Él no responde una palabra, así que lo separo suavemente de mi.

- Prométemelo, Eric - insisto mientras el nudo en mi garganta aumenta al ver como las lágrimas también se acumulan en sus ojos.

Puedo aguantar que se traslade de facción, pero no que nuestra amistad se acabe.

- Te lo prometo, Ross.

Una pena que no fuera una veraz y no pude identificar su promesa como la gran mentira que era.