BETRAYAL

18

Hoy es el día decisivo.

Se supone que Fred y yo nos marcharíamos hoy, pero Eric ha cambiado las reglas. Aunque no lo admita, sé que lo ha hecho por mi. Puede que el Eric que conocí siga ahí dentro, que solo tenga que sacarlo.

Así que en lugar de dos, solo se irá uno. El que pierda la pelea. Y esa no voy a ser yo.

Fred se pone delante de mi, y se le ha quitado todo lo cordial de la mirada. Sabe tanto como yo, que sólo uno puede sobrevivir.

Enn me anima nervioso, pero yo lo estoy más aún. Hay todo un grupo de iniciados, y también tres miembros de Osadía, que esperan a ver cual será mi futuro.

Antes de empezar a pelear, miro a los osados que están al lado de Eric, la chica que nos acompañó por el recorrido a través de Osadía,Lauren, y un tipo con el pelo castaño y cortado a un estilo que me recuerda un poco al de abnegación.

El chico del que desconozco el nombre me mira fijamente antes de que la pelea empiece, y disimuladamente se señala a sí mismo los pies.

Por su expresión, puedo ver que se trata de algo importante, de algo que puede ayudarme.

La pelea empieza, y damos vueltas alrededor de la colchoneta.

Por si acaso, hago caso al osado y fijo la vista disimuladamente en los pies de Fred.

Sorprendida, me doy cuenta de que da un pequeño paso siempre antes de pegar. Puede que quiera engañarme, fingir que va a atacarme y después hacerlo de verdad, pero solo consigue delatar su movimiento.

Así que cuando lo intenta ya estoy preparada.

Lanzo mi puño rápido hacia su garganta, y él se agacha y tose tocándose el cuello, luchando por respirar.

Pero esta vez no me detengo; no cometeré el mismo error de las luchas anteriores.

Le doy golpes con mi rodilla en el estómago, hasta que cae al suelo.

A pesar de que parece que no va a levantarse, algo en mi cabeza me dice que no pare. Así que continúo.

Continúo hasta que la gente grita y unos brazos me sacan del gimnasio.

- ¿ Qué te pasa ? ¿ Es qué acaso querías matarlo ? - El chico con el corte abnegado me mira con los ojos desorbitados.

Echo un vistazo dentro de la sala y veo a todos los iniciados alrededor del cordial, y a Eric observándome sorprendido.

- Y-yo... - tartamudeo tragando saliva.

- Te ayudé fue porque creía que estabas en desventaja, iniciada - continúa mirándome con tanta intensidad que soy incapaz de mirarle (o tal vez sea el remordimiento) - no lo hubiera hecho si supiera que no puedes controlar tus impulsos.

- No quise ...

- Será mejor que vayas a tomar un poco el aire- me interrumpe señalando el pasillo con la cabeza - ya has conseguido lo que querías.