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(Tres días después)

Estoy en la enfermería, otra vez.

La osada que cura las heridas ya me conoce, y suele tener una cama preparada para mi. Patético.

He peleado cuatro veces, cuatro días distintos, contra cuatro iniciados nacidos en Osadía diferentes.

He pasado a ser la última. ¡ La última ! Incluso el chico de Cordialidad, Fred, lo está haciendo mejor que yo.

Al menos él no se quedó inconsciente en una de sus peleas.

Abro los ojos, y Enn se encuentra sentado en una silla junto a mi cama.

Me impulso con las manos y me apoyo en la almohada en la pared para verle mejor.

- Hola, Enn - saludo con la voz ronca.

- Elsie - sonríe con tristeza, y sé que tiene malas noticias - hoy tenemos maniobras.

- Guay, ¿ cuando nos vamos ?- pregunto incorporándome, a pesar del dolor de mi estómago.

- Els - suspira acariciándome la mano - no puedes venir. Eric dice que estás fuera, que tú y Fred os marchareis en dos días para vivir como abandonados.
Lo siento. Tengo que irme.

Con un nudo en la garganta, veo como mi amigo se va, con un chaleco antibalas puesto.

Me ordeno a mi misma ser fuerte, pero no puedo evitar llorar.

Seré una sin facción.

Jeanine me sonreirá desde la calle satisfecha, observando con repugnancia los trapos que usaré como ropa, y viéndome sucia e inútil, como siempre pensó que yo era.

Le daré el gusto a Eric de verme caer.

Pero no. Prefiero morir antes que eso. Al menos, así me reuniré con mi hermano.

Salgo haciendo muecas con cada paso de la enfermería, y camino hacia el Abismo.

Estoy en uno de los pisos de arriba, la caída sin duda me mataría. Perfecto.

Me quedo de pie, mirando fijamente la oscuridad que se extiende por debajo de mi.

Ya no tengo futuro.

Las lágrimas emborronan mi vista, pero me da igual.

Eres débil, iniciada.

No sirves para nada, Rosalind. Sólo tienes un cociente de 230, te superan dos chicos de tu edad.Eres una desgracia para Erudición.

Ayúdame, hermana, busca ayuda. Por favor, no dejes que acabe conmigo.

Extiendo mis brazos, y levanto un pie hacia delante. Se acabó.

BETRAYALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora