10

5.3K 359 12
                                    


- Hoy, con suerte, vais a aprender a disparar un arma de fuego.

Eric deposita un arma entre mis manos, y me contengo para no tirarla y alejarla de mi.
La sola idea de estar en contacto con algo que puede quitar vidas me da escalofríos.

En forma de demostración, se coloca con los pies medio abiertos frente a la pared, donde hay tres círculos rojos, a la altura a la que estaría la cabeza, el pecho y el estómago de una persona.

Pero dispara tan rápido que apenas me ha dado tiempo de analizar cómo lo ha hecho.

Miro la diana ; la bala ha atravesado el punto del centro.

- Vuestro turno - sonríe falsamente y hace un gesto con la mano, invitándonos a intentarlo.

Me pongo delante de mi objetivo, intentando copiar todo lo que he podido memorizar de la postura de Eric.

Piernas a la anchura de los hombros, levemente inclinado hacia delante, el mango de la pistola en la mano derecha y la izquierda aguantándola. Cierro el ojo izquierdo y miro por el derecho, apuntando hacia el círculo del pecho.

Disparo.

Frustrada, observo cómo mi bala se ha incrustado metros más abajo de donde quería.

Vuelvo a apuntar, y aprieto el gatillo unas cuantas veces más.
Obtengo el mismo resultado ; hay algo que estoy haciendo mal.

Maldigo en voz alta.
Si no puedo dominar la primera tarea que nos dan, ¿ como podré superar la primera etapa ?

Me lleva cinco cartuchos más acertar el centro de las dianas.

Después de dos horas, suelto el arma en la mesa satisfecha, con los ojos muy abiertos y la mente despierta.

BETRAYALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora