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- ¡ Eric ! - lo llamo entre jadeos, si que anda rápido. Él me mira de reojo, pero no se detiene y no me contesta. Frunzo el ceño y le agarro del hombro - Eh, te estoy hablando.

Cuando se vuelve hacia mi, sus ojos me fulminan con la mirada. Doy un paso atrás, inconscientemente. 

- La próxima vez que me toques, te mataré- me amenaza y trago saliva nerviosa.

- ¿ Es que no te acuerdas de mi ? - pregunto incrédula.

- ¿ Debería ? - resopla mirándome de arriba a abajo y me cruzo de brazos indignada por su mirada de desprecio.

Mis ojos se anegan de lágrimas y comienzo a ver borroso.

- Sí, deberías. Ross, ¿ te suena el nombre ? Me lo pusiste tú - su mirada se suaviza por un instante, y por su rostro confundido sé que sabe quien soy. Pero su expresión vuelve a cambiar en cuestión de segundos.

- Mira, iniciada, tengo cosas más importantes que hacer, ¿ vale ? Búscate a otro amigo - espeta cansado.

Le miro dolida, sé que me recuerda, pero no entiendo porqué pasa de mi, encima tratándome mal.

- Así que vas a hacer como si no hubiéramos sido como uña y carne durante un montón de años, vas a ignorarme. Muy maduro por tu parte - sonrío parpadeando para ver a través de las lágrimas y me encojo de hombros - si así lo quieres..

Giro sobre mis talones y me alejo a paso rápido hacia el comedor. No pienso llorar delante de él, no quiero que vea lo mucho que me ha afectado su rechazo.

- ¿ Els, qué ha pasado ? - me abraza Enn y niego con la cabeza, dando a entender que no quiero responderle. Me echo a llorar como una niña pequeña, con la cabeza oculta en su pecho por si alguien me está mirando. 

¿ Por qué ha tenido que reaccionar así ? He pasado un infierno con mi madre, Jamie.. Me he sentido sola durante un año entero, esperando una sola visita por su parte. Supuse que no había venido por el duro entrenamiento de Osadía, pero ahora veo que no era por eso. Simplemente, ya no le importo.

Ahogo un gemido mientras levanto un poco la cabeza, y lo veo caminar hacia nuestra mesa. Sencillamente genial, es el único sitio libre de toda la sala.

Me limpio las mejillas húmedas a toda prisa, y muestro una pequeña sonrisa a Enn. Mientras, Eric se sienta a su lado, frente a mi.

- ¿ Me contarás por qué estás así más tarde ? - se preocupa mi amigo, y yo vuelvo a negar con la cabeza, tensándome al sentir la mirada de Eric sobre mi.

Finjo prestar atención a los demás iniciados, para que no pueda ver mi rostro, aunque es un poco tonto intentar ocultarlo. Seguro que ya se ha dado cuenta de que me he puesto a llorar. A llorar por él.

- Enn, ¿ vamos a hacernos unos tatuajes ? Ya tenemos unos cuantos puntos acumulados - sugiero para intentar animarme un poco, y él asiente confundido por el cambio de tema.

- Claro, termina de cenar y nos vamos.

BETRAYALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora