BETRAYAL

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Alzo la vista con una expresión adolorida y busco a quien ha preguntado por mi.

Es Eric.

- ¿ Qué estás haciendo ahí ?

Enseguida noto los efectos del suero, estrujándome el estómago, así que me apresuro a responder.

- Jeanine me sacó aquí fuera y resumiendo me inyectó un prototipo de un nuevo suero de la verdad que provoca dolor hasta que respondes a la pregunta - suelto de un tirón y respiro aliviada.

- ¿ Un prototipo ? - se preocupa acercándose a mi.

- Sí, espero no morir hoy - bromeo sarcástica.

- ¿ Espera, cada vez que te hago una pregunta sientes dolor hasta que contestas ? - reflexiona frunciendo el ceño.

- ¡ SI ! ¡ Premio al mejor erudito ! - alzo la voz rodando los ojos, y después me muerdo el labio riendo. Al menos este ha tenido gracia - Siento contestarte así, tengo que decir lo que pienso para no sufrir.

- Tranquila, no pasa nada. No te haré ninguna pregunta. Bueno, aquí va la última, lo siento - ríe culpable - ¿ Cómo vas a volver así al dormitorio de los iniciados ? No pararán de hacer preguntas.

- Mierda - me llevo las manos a la cabeza y le doy una patada al suelo -  no había pensado en eso. Además, todavía queda toda la tarde.

Eric rebusca algo en sus bolsillos y lo deposita sobre mi mano.

- Toma, quédatelas por hoy. Puedes ir y venir cuando quieras, pero intenta que no te vea mucha gente, ¿ de acuerdo ?

- Sí - respondo automáticamente y me quedo mirando las llaves confundida- ¿ Son las de tu apartamento ?

- Ajá - responde distraídamente, mirando a nuestro alrededor. Vaya, ¿ le incomoda ser amable ?

- Bueno... ehhh muchas gracias, Eric. No sabes de la que me estás salvando - sonrío agradecida.

Ir allí es lo primero que haré al volver al Pozo. No quiero sentir más de este insoportable dolor, ni revelar todos mis secretos, así que me encerraré allí el resto del día, hasta la noche.