Si a Adriana le hubieran dicho que su vida iba a dar un cambio de ciento ochenta grados, quizá hubiera tomado por loco a quien lo dijese. Su vida era de los más normal, demasiado monótona a veces, levantarse a las siete, salir de casa a las ochos...
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Me despierto despacio. Estoy en mi cuarto, la luz entra por la ventana y me da directamente en la cara. Eso hace que vuelva a cerrar los ojos. La cabeza me va a estallar. ¿Cómo he llegado hasta aquí? Entonces recuerdo lo que pasó anoche. Kevin, la rubia, Luis... el estómago se me revuelve y tengo que salir corriendo al baño. Vomito todo lo que he comido en mi vida. ¡Dios mio, que mal estoy! Pero me lo merezco por todo lo que bebí e hice anoche. Cuando ya no me queda nada en el estómago que echar, me lavo los dientes y me desnudo para meterme en la ducha. El agua de la ducha siempre se lo lleva todo.
Ya recompuesta y recién duchada, veo a Gucci al entrar en mi cuarto, está muy débil. Y como los días de resaca siempre me ponen sensible, me pongo a llorar como una descosida ¡Qué voy a hacer sin él! Le abrazo y le mimo todo lo que puedo hasta que se me pasa el sofoco y gatito se cansa de tanta caricia y se va al salón.
Necesito ordenar el cuarto para conseguir paz mental. Me visto con lo primero que pillo y abro la ventana para que se airee la habitación y mi cabeza. Estoy haciendo la cama cuando veo que en la mesita de noche hay una nota:
Llámame.
Cuando giro la nota veo que hay un número apuntado. Sé de quien es, ¿Qué hago? ¿Le llamo? Tengo que darle las gracias por haberme traído a casa. Pero no puedo, me muero de vergüenza al pensar en cómo me vio anoche. Decido dejarlo para más tarde. Quizá entonces lo vea todo más claro.
Al que sí tengo que llamar es a Luis, debo pedirle perdón por lo que pasó anoche. Espero que aún me hable.
Cuando cojo el móvil, veo que tengo 10 llamadas perdidas, de las cuales 7 son de Luis y las otras 3 son de Laura. También tengo 50 whatsapp y 20 son de estos mismos.
Veo los whatsapp de Laura donde dice que pasará todo el fin de semana con Mario y no llegará hasta el lunes por la noche. Le contesto con un Ok. Me meto en la conversación de Luis:
Adriana donde te has metido?
Te estoy buscando por toda la discoteca.
Cógeme el teléfono joder.
¿Quién era ese con el que te has ido?
No sé que contestar, pero tengo que hablar con él, así que decido llamarle. Al segundo tono, descuelga:
-¿Sí? ¿Quién es? -contesta una voz de una chica. Eso me cabrea ¿Con quién está?
-Si hola, quería hablar con Luis, ¿está?
- Mmmm, lo siento cariño él ahora no se puede poner -escucho como Luis y la chica se ríen y me cuelga el teléfono.
