Capítulo 34

9.4K 851 66
                                    


-¡Adriana! ¿Sales ya o entro?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¡Adriana! ¿Sales ya o entro?

- ¡Cállate, por dios! ¡No puedo hacer pipí si cada  tres segundo estas aporreando la puerta del baño!

Estoy sentada en la taza del váter,  con un test de embarazo en una mano y una botella de agua en la otra.  Este es el cuarto test de embarazo que he hecho en tan solo dos minutos.

No puedo estar embarazada, ¡es imposible! Desde los dieciocho años me estoy tomando anticonceptivos. No puedo haber sido ese uno por cierto de margen de error.

Una vez que termino de hacer pipí, pongo el tapón al test  y lo pongo junto a los otros tres. Me lavo las manos y salgo del baño.

Nada más abrir la puerta, me encuentro a Kevin  dando vueltas de un lado a otro.

- ¿Qué dicen los test?

- ¡Que te esperes cinco minutos!

- ¿En serio? ¡Joder! ¡No puedo esperar más! – Kevin está que se sube por las paredes. Nunca lo había visto así – ¿Estás segura de que no te ha venido?

- Kevin siempre me viene a finales de mes y estoy segura no, segurísima de que el mes pasado no vino... - empiezo a desesperarme- ¡Dios! ¡Pero como he podido no darme cuenta!

Kevin al ver la cara que debo de estar poniendo se acerca rápidamente hasta donde estoy y abrazándome intenta consolarme:

-No te preocupes cariño, puede que solo sea un retraso debido a todo el estrés por el que has pasado estos últimos meses

-¿Y si no lo es? ¿Y si estoy embarazada?

- No adelantemos acontecimientos ¿vale? – dice intentando calmarme, pero es del todo imposible, las lágrimas ya se han apoderado de mi cara y bajan como auténticos ríos. – Si estas embarazada, serás la mamá más guapa de todo el mundo.

- Pero Kevin, ¡yo no estoy preparada para ser madre! ¿Cómo voy a cuidar a una criatura sino soy capaz de cuidar ni de mí misma?

- Pequeña,  no digas eso...  Esto es solamente un bache. Pronto encontrarás trabajo. Además yo puedo mantenerte a ti y al bebé toda la vida sin necesidad de que tu trabajes.

- Pero yo no  quiero eso Kevin...

- Lo sé... - asiente Kevin mientras me seca las lágrimas y me da un dulce beso que consigue calmarme al menos un poquito.

- Venga, salgamos de duda. Ya han pasado cinco minutos- dice mientras se mira el reloj.

Asiento y nos dirigimos al baño.

Una vez en el baño, soy incapaz de mirar los test. Algo dentro de mí me dice que van a dar positivo. Miro a Kevin y veo que está leyendo por tercera vez las instrucciones.

Besos de esos #EDITDonde viven las historias. Descúbrelo ahora