Capítulo 21

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Brrrr Brrr Brrr  Brrr

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Brrrr Brrr Brrr Brrr

El sonido de la vibración del móvil me despierta ¡Oh dios! ¡Me va a estallar la cabeza! ¡No vuelvo a beber nunca más!

Con los ojos aún pegados, cojo mi móvil de la mesita de noche y sin mirar quién es, contesto:

-¿Quién es?

-¡Hola neniiiii! Estoy en la puerta de tu casa, ¿me puedes abrir? - dice Blanca al otro lado del teléfono.

¡Es verdad! No me acordaba de que ayer vino Blanca. Bueno, en realidad no me acuerdo de cómo llegué a casa.

Miro al otro lado de la cama, no me gustaría encontrarme con ningún tío durmiendo a mi lado... ¡Ufff! Menos mal, anoche perdería la vergüenza pero la sensatez me acompaño...

-Ahora mismo te abro. -le contesto sin muchas ganas de hablar. Si hablo, me duele la cabeza, así que mejor me quedo calladita. Solo espero que Blanca no tenga muchas ganas de hablar... Aunque en ella eso es como pedirle a Laura que repita conjunto una semana, ¡imposible!

Voy hasta el telefonillo apoyándome en las paredes. Una vez que estoy frente a este, no tengo fuerza para levantar el brazo y pulsar al botoncito, aún así, sacando fuerzas de no se donde, consigo pulsarlo. Abro la puerta de casa y me vuelvo a la cama... Como siga más tiempo de pie me caigo redonda aquí mismo...

No hago nada más que echarme en la cama cuando Blanca entra dando voces por la puerta de casa.

-¡Adriiiii! ¿dónde estás? ¡Madreeeeee míaaa! ¡Vaya noche loca he pasado con el pedazo de maromo que conocí anoche!- dice por el pasillo mientras viene a mi cuarto

¡Oh dios! El universo me está castigando por haberme pasado con las copas anoche... Me duele la cabeza horrores. Me tapo con la almohada como si fuera un escudo para protegerme de la odiosa voz de mi amiga. Cuando me recupere de esta, juro que la mato...

-¿Adriana? ¿Qué haces en la cama aún? ¿Cuánto bebiste anoche cuqui?

-Muchooo - digo con un hilo de voz. -y por favor, deja de gritar, me va a estallar la cabeza.

-¡Ayyyy! lo siento- dice mientras se acerca a mi y aparta la almohada para verme la cara. - Uff, neni, pues si que debiste beber anoche, tienes una cara que es antimorbo total...

-Gracias, yo también te quiero - la contesto mientras me vuelvo a tapar con la almohada.

- Voy a prepararte el desayunos anti-resaca mientras terminas de despertarte... - susurra mientras me da un beso en el brazo.

¡Sí! Eso es lo que necesito, nuestros famosos desayunos anti-resacas. No es más que un buen vaso de Nesquik bien fresquito con un ibuprofeno. No hay nada mejor para pasar la resaca.

Blanca sale de la habitación. Silencio, paz, tranquilidad... ¡Que maravilla! Hasta que vuelvo a escuchar su voz de fondo.

-¡Hola guapo! Sí, ya estoy en casa. No estaba dormida pero me ha abierto enseguida...
Supongo que estará hablando con su ligue...
Ya no voy a conseguir dormirme otra vez. Miro el móvil y veo diez mensajes de whatsapp y cuatro llamadas perdidas de Kevin. Qué no le haya pasado nada por favor, qué no le haya pasado nada... pienso mientras desbloqueo el móvil y me meto en Whatsapp.

Besos de esos #EDITDonde viven las historias. Descúbrelo ahora