Capítulo 16

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-¿Kevin? ¿Eres tú?

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-¿Kevin? ¿Eres tú?

- ¿Esperabas hablar con otro que no fuese yo?

- ¡Ay madre mía Kevin! ¡Pues claro que no! Pero tampoco esperaba hablar contigo...

- Vale, pues te dejo.

-¡Ni se te ocurra! ¡Dios! ¿Cómo estás? ¿Tú sabes el susto que me has dado? ¡Casi no lo cuento!

-  El que casi no lo cuenta soy yo...- Se mofa: -Ahora mejor, pero como sigas dando esas voces creo que me van a tener que volver a sedar...

-Ay perdón, perdón...

- No te preocupes tonta, lo digo de broma - contesta Kevin. Parece que ha recuperado su particular sentido del humor y eso me alegra muchísimo, porque eso significa que está cada vez mejor.

-Bueno, ¿qué te han dicho los médicos? - me intereso.

- Pues que nunca han tenido a un enfermo tan sexy - bromea . ¿En serio? ¿Qué le han metido en el suero a este chico para que esté tan guasón? Creo que los medicamentos le tienen drogado todavía...

-¡Kevin! - le regaño y oigo su risa. Dios, nadie sabe cuanto me reconforta oirle reír...creí que nunca volvería a oírle.  

- En serio, estoy bien. Cada día con más fuerzas y más ganas de salir de aquí e irme a España a ver a una preciosa....- ¡Ay que me da! ¡Me lo como con patatas!: -gatita que se hizo pipí en mi camiseta nueva y...

¿Cómooooooo? ¡Le mato! ¡Juro que yo lo mato!

- Estoy pensando en pulsar el botón rojo que hay en la pantalla de mi móvil -  no le dejo terminar.

-Su simpática dueña... - contesta mientras escucho su risa al otro lado del teléfono

- ¿De verdad? ¿Te estás riendo de mí?

-La verdad es que sí... tenía muchas ganas de hablar contigo,  Adriana. -¡Ay que me mueroooo! ¡Me da! ¡Me da!

- Y yo... estaba muy preocupada por ti... -confieso.

- Me dijo mi madre que estuviste aquí... Gracias de verdad...

-Era lo mínimo que podía hacer... Tú también has estado en mis peores momentos. Qué menos que estar a tu lado en los tuyos... Además no podía estar en otro lugar sabiendo que tú estabas grave... - digo. Se hace un silencio al otro lado de la línea. ¡Guauuu! Acabo de dejar a Kevin sin palabras.

-Uff Adriana, no se qué contestar... Eso me dice mucho de ti. -Dice al fin Kevin

Durante más o menos una hora seguimos hablando y le prometo ir a visitarle en cuanto termine el último examen. No comento nada de lo que pasó el día que entré a su habitación, cuando le dije que le quería. Eso me hace pensar que las palabras que creí oír fueron obra de mi imaginación.

Besos de esos #EDITDonde viven las historias. Descúbrelo ahora