Enamorada del Sr. O'Brien

XLII

El capítulo anterior lo borré porque era una deshonra para la novela y ustedes. Lo he reescrito cambiándolo aquí!!

—No dejaré que te vayas—dijo Katy. Le dediqué una sonrisa—No sin que me presentes a Dylan.

Le dediqué una mirada de odio.

—Las celebridades no sirven como parejas, porque tienen a su disposición millones de chicas que son más atractivas para ellos y más talentosas que uno.—habló Annie.

—¿Annie te había dicho que eras inservible?—le reprochó Katy.

Mi celular sonó. Lo tomé y rechacé la llamada entrante nuevamente. No miré quien era, ya era evidente.

—¿No piensas responderle?—preguntó Katy nuevamente, desilusionada ya que, seguramente quería escuchar hablar a Dylan "en vivo".

—¿Cuántas veces vas a preguntar lo mismo?—le dije algo molesta.

Tiré el teléfono sobre mi cama y me llevé un sandwich de jamón y queso a la boca, la comida era una gran amiga en estos tiempos.

—Creo que tienes que hablarle, si ha estado así toda una semana, es porque de verdad quiere que sepas qué pasó.—explicó Annie.

Me recosté en la cama. Ambas chicas estaban sentadas sobre el colchón mientras comíamos en mi habitación.

—No voy a responderle.—anuncié.

—Pues, al parecer él no lo entiende, porque ya llamó siete veces en una hora....y mira....—dijo Katy tomando mi celular—está llamando otra vez.

Me incorporé rápidamente.

—Ni se te ocurra responderle.—ordené amagando a tomar el teléfono pero Katy lo alejó de mi alcance y lo puso en altavoz.

—Hola bombón, soy Katy de Girl In y...

—¿Dónde está Hannah?—La voz de Dylan me dio escalofríos, ya la extrañaba.

Hice señas para que Katy cortara.

—Hannah,...está...en el baño ahora —mintió Annie.

—Sé que no es verdad.

—¡Espera!—gritó Katy como si se hubiera acordado de algo importante.—¿Tú eres Dylan O'Brien? ¿Mi Dylan O'Brien?

Había olvidado que aquella rubia era una gran fan.

—Sí soy Dylan O'Brien, y la única persona a la que le pertenezco es aquella que no quiere tomar el maldito teléfono.

—Aaawww—dijeron ambas al unísono.
Katy me acercó el teléfono para que hablara. Negué con las manos.

—¡Mira Hannah salió del baño!—avisó.
Yo rodé los ojos.

Annie corrió a tirar la cadena del inodoro, así Dylan la escuchaba y "creería" que yo había estado allí.

—Hannah, sino quieres hablar, yo lo entiendo, pero al menos escúchame. Necesito verte. Te esperaré en Haba en una hora. De verdad es importante.