XL

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Cuando eres una celebridad tienes dinero, muchas chicas y una gran imagen pero no puedes levantarte tarde el día de tu cumpleaños. Creanme, eso no es insignificante.

—Queda mucho mejor a medida—decía el modista.

—Sí, claro. Eso lo dice porque usted no es el que paga.—respondí.

Mike continuaba buscando choferes disponibles y haciendo llamados a unos metros nuestros. En la sala estábamos solo los tres. El modista me tomaba medidas para achicarme el traje que llevaba puesto, ponía y sacaba alfileres.
¡Ay!

—Si pudiera evitar dejarme estéril, sería mucho mejor.—me quejé.

—¿Puedes dejar de gritar?—preguntó Mike mientras seguía con su llamado.

—Lo siento —dijo el modista—solo fue un pinchesito. No se mueva.

—¡Pero me canso! No soy una estatua.

Dos hora allí era más aburrido que la clase de personas con problemas, al menos allá escuchaba algunas historias interesantes y me burlaba de algunos. En la costurera solo podía molestar al modista.

—¡Ay, mi rodilla!

—¡Lo siento!

—Te conseguí un chofer.-anunció Mike, colgando la llamada y volteándonse a nosotros.

—Okey, un problema menos.—dije —¿Lo conozco?

Mike hizo una mueca y atendió otro llamado en su celular.
Una persona mayor entró a la tienda con su nieto.

—¡Ay! ¿Puede tener más cuidado con sus alfileres? O se los meteré por el...—le grité a modista.

—¡Deja de gritar!—se quejó Mike señalando su celular dando a entender que me callara porque estaba en un llamado.

—Lo siento—se disculpó el modista.

El abuelo le tapó las orejas a su nieto a salió de la tienda, seguramente pensado que estábamos todos locos.

Robert, el encargado de ver mi progreso en las estúpidas clases, nos esperaba afuera en nuestro auto.

—¿Él será nuestro chofer?—pregunté poniéndome irritado.

—Feliz cumpleaños O'Brien.-respondió Robert con una sonrisa incrédula y abriéndome la puerta trasera del auto.

Bufé y entré al auto sin decir nada. ¿No podía tener ningún cumpleaños como yo quisiera?
El del año pasado pasó por mi mente y me dieron escalofríos. Había tratado de olvidarlo todos estos meses pero siempre volvía a mi mente. ¿Cómo podría olvidar que casi me acostaba con una cincuentona? Salía con Britt en ese tiempo, pero ambos estábamos borrachos y no sabíamos lo que hacíamos. La nostalgia se apoderó de una parte de mi mente y no pude evitar extrañar a Britt. Fueron muchos años como para borrarlos en un solo mes.
Desde que habíamos terminado no habíamos vuelto a hablar. La había querido tanto ¿Por qué tuvimos que terminar así? ¿Qué? ¿En qué estaba pensando?

—Casi lo olvidaba—dijo Mike lanzándome un celular—Feliz cumpleaños. Tiene el mismo número que el anterior.

Lo desbloqueé y abrí twitter, miles de notificaciones llegaron, también mensajes felicitándome por mi cumpleaños: Tyler, Holland, Tyler, Thomas, y cientos más. Pasaba los mensajes rápido, luego los respondería. Leía y leía y no entendía porque lo hacía tan rápido. ¿A quién buscaba? Al mensaje de Hannah, eso buscaba, pero no lo encontré. Tal vez no me había enviado todavía o tal vez, se había olvidado. Lo que me faltaba: mi novia se olvidaba de mi cumpleaños. ¿Mi novia? Sin darme cuenta solté una risa. Nunca habíamos hablado de eso. En realidad, no estaba seguro de si teníamos una relación. Hannah me gustaba, la quería mucho pero no estaba seguro de amarla. Había amado a Britt, de no eso no había duda. De ella tampoco había mensaje.

Enamorada del Sr. O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora