A Dylan no le gustaba mucho la idea.
-Sabes que no entraré ahí. Me reconocerían de inmediato.
-¿Y qué hay de malo?- Dije yo.
-¿Estás loca? Ah sí, lo había olvidado. ¡No me dejarían tranquilo!
-Solo te sacaran fotos.
-No tienes idea de nada- ya se había enojado.- No puedo comer tranquilo con diez tipos sacándome unas malditas fotos. "Ay se volcó" "Va al baño" "Se manchó"-Imitaba haciendo una voz distinta.
-Está bien. Lo siento.
-Vete caminando.
-Claro que no.
-No pienso quedarme aquí esperando. Yo quiero volver al hotel.
-¿Quieren mi opinión?-Ofrece Alf.
-¡No!-Le gritó Dylan.
-Sí, adelante-dije yo. Dylan me dirigió una mirada odiosa.
-Si no quieren ir al restaurante. ¿Por qué no la acompañas a la señorita Hannah a su hotel caminando? No está tan lejos.
-¿Por qué no va ella sola? - Dylan se comportaba como un bebé.
-Sé un caballero y acompáñala. Es de noche y su hotel no queda en una zona muy segura. Además traje tu gorra- le dijo Alf entregándosela.
-De acuerdo, vayamos.
Salimos del auto y comenzamos a caminar. Él no hablaba mucho, en realidad, iba muy enojado, molesto.
-¿Qué te sucede? - ya no aguantaba verlo así.
-Nada.
-No mientas. Deja de comportarte como un niño.
-¿Yo? ¿Como un niño? Cállate.
-¿Por qué me odias tanto? Te ayudé dos veces.
-¿Ah, si?-dijo en tono de reto.
-Al correr detrás de ti por la campera y el balcón. En el mismo día. A puesto que soy la única que te ha visto tantas veces en un día.
-Sí, es verdad. - Entramos en "El Pueblito" - ¿Aquí es donde te hospedas?- preguntó con un tono de desagrado.
-Sip, a tres cuadras. ¿Por? ¿No es tan caro y lujoso?
-Deja de hacer eso.- dejó de caminar y me miró a los ojos. Las calles estaban desiertas.
-¿Hacer qué? -dije jugando.
-Recordarme que tengo dinero, como si fuera malo. Trabajo y me lo gano, no es mi culpa que vivas en un lugar como éste.
-Me molesta que te creas más que yo solo porque cuentas con más dinero.
Seguí caminando.
-Eso no es cierto.- Me siguió. Lo miré como diciendo "Ah no?"- Está bien lo siento.
Caminamos varias cuadras en silencio.
-Tu hotel es "Pequeño hogar"?
-Sí, ¿cómo sabías?
-Es el único en este lugar.
-¿Ya has estado aquí?
-Sí, lo recorro siempre que quiero caminar tranquilo.
-¿Nunca hay nadie verdad? Apuesto que es mejor aquí que en tu hotel lujoso.-me reí.
-Tu hotel es en la próxima cuadra.
Caminamos la cuadra restante y llegamos. Estábamos en la puerta.
-Aquí es - Dije con un suspiro.
No quería entrar allí, quería quedarme siempre con él ahí afuera. No soportaba la idea de entrar y no volver a verlo. ¿Y si se cambiaba de hotel?
-Bueno, un gusto conocerte- me estrechó la mano.- ¿Eso significa que no vas a molestarme más?
-Era muy divertido, pero es así el trato. ¿Se supone que debo cambiar de piso en el hotel?
-Así es.
-Sally tenía razón cuando me dijo que no duraban mucho en aquel piso las mucamas.- Dylan se ríe.
Qué hermosa sonrisa. Lo amaba más que nunca.
-Adiós Hannah- Era la primera vez que decía mi nombre.
Dio media vuelta y se dirigía a irse.
No soportaba que se fuera. Mi sueño estaba ahí en frente mío.-¿No quieres pasar?- Dylan giró y me miró- En la cafetería de aquí nunca hay nadie, además son todos adultos, no creo que te conozcan. O sino podemos pedir servicio al cuarto. Lo que me saldrá muy caro, tampoco se si el hotel cuenta con servicios como ese pero...
-Está bien. - me interrumpió.
¿Aceptaba? Su celular sonó. Demonios. Ojalá no sea un evento de famosos de último aviso.
-Ah sí? Qué bueno........Te odio lo sabes Alf? .......Okey......Sí llegué...... No, está bien me quedaré, cualquier cosa te llamo.- ¿Se quedaba?- Voy a cenar en un hotel mexicano.
Sonreí no pude evitarlo. Amaba demasiado a ese chico de ojos cafés.
- ¿Y bien? ¿Vamos a cenar? Tengo hambre.- dijo con una sonrisa.
Entramos. Como había dicho antes, nadie lo reconoció. Ni el de la recepción, tal vez se debió a que no levantó la vista de su computadora.
-Por dios, voy a vomitar, mira eso- susurró Dylan, refiriéndose a la barriga del hombre.
Yo reí.
Lo llevé a mi habitación. Era muy pequeña, no se compraba con la gran suite de él. Sólo contaba con una cama, un baño pequeño, una televisión y una pequeña ventana.-Es acogedora me gusta.
-Está bueno cambiar de ambiente de vez en cuando. Así veras como vive los que no son como tú. - me senté en el borde de la cama.
-Basta. Me rindo. -Dijo levantando las manos. Y dirigiéndose a la puerta.- Si no me tratas bien me voy.
Me reí.
-Sí, claro. Inténtalo. - Fue a la puerta y trató de abrirla.
-¿La cerraste con llave?
-Claro que sí. ¿Esparabas que la dejara abierta toda la noche estando una adolescente sola adentro?
-¿Ésto es un secuestro?
La verdad, no pude evitar reírme. Sabía que él lo preguntaba en serio porque su rostro reflejaba algo de miedo. Pero cuando vio reírme él también comenzó a hacerlo.
-Pregunté en recepción y no tienen servicio al cuarto.-dije desilusionada.
-No importa, pediremos un delivery al hotel. Conozco lugares de comida muy rica.
-Al menos que quieras ir a la cafetería..
-No-Dijo al instante- Mejor delivery.
-Y tú pagas.-Me miró algo molestó, pero aceptó.
-Está bien, yo pago. ¿Quieres comida china?
-¿Qué tal una pizza?- odiaba la comida sofisticada. Y no sabía comerla.
La comida no tardó en llegar y como Dylan había dicho, el pagó.
-¿Por qué eres tan distante con las personas?
- No quiero que se me acerquen sólo por mi fama. - respondió dando un mordisco a su pizza.
-¿Crees que soy distinta?
-No.
-Entonces por qué estás cenando conmigo aquí?- dije enojada.
-Por que te tengo miedo.
-Sí, claro.
Reímos. Y aunque solo comimos pizza, fue la mejor cena de mi vida

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Enamorada del Sr. O'Brien
Fanfiction¡No se pierdan el Trailer! Hannah acaba de cumplir 18, y lo único que quiere es realizar su sueño: Ser la novia de Dylan O'Brien. Se muda a Los Ángeles para asistir a la Universidad. Pero sólo su hermana sabe de su plan, ya que los estudios no son...