—Dylan, ¿Qué es lo peor que has tenido que hacer en la vida? Algo por lo que te has arrepentido, algo que te enfurezca.
—Asistir a esta maldita clase de personas con problemas. Sí, eso fue lo peor.—dije cruzándome de brazos.
La dictora del grupo me miró irritada. Estábamos sentados en círculos y yo, como en todas las clases, no aportaba nada.
—¿Puedes ponerle ganas a esto? Tú no quieres estar aquí y nadie quiere que tú estés.
—¡Yo sí!—dijo una chica alzando la mano.
Le guiñé el ojo y la doctora se giró hacia ella y la miró furiosa. Me encantaba hacerle la vida imposible.
—Dylan, el objetivo de estos grupos es que progreses y te descargues contándonos tus problemas.
—¿Por qué se los contaría a ustedes? Además, no tengo problemas. Jaime, tú sigues.—dije señalando a aquel chico.
—No—intervino la directora apretando los puños.-Dylan, tú vas a hablar.
La miré y no abrí la boca.
—Dylan.—ordenó, rechinando sus dientes.
Me crucé de brazos otra vez y la profesora me miró desafiante.
—De hecho, yo quiero hablar—dijo Jaime.
—Es el turno de Dylan ahora.—habló ella.
—Pero es importante.
—Jaime, le toca a Dylan.—me miraba amenazante la directora, pero yo no dije nada.
—Pero...
—Jaime—gritó y se giró a él. Suspiró—habla.
Sonreí victorioso y saqué mi teléfono. Jaime hablaba sobre sus problemas aburridos de chico problemático, cosas aburridas y para nada interesante. ¿Qué tiene de malo romper cosas como loco y pegarle a alguien de vez en cuando? Como si la doctora Ercilia no lo hiciera. Sí, su nombre era Ercilia. Sus padres debieron de odiarla antes de nacer.
—¡Dylan deja el celular!—aquí vamos otra vez.
—Solo hablo con alguien—dije sin despegar la vista de la pantalla.
—¡Dylan ahora!
—Un segundo.
Oía sus pasos acercándose a mí.
—Dámelo—ordenó extendiendo su mano para que se lo alcanzara.
—Ni loco—dije respondiendo mensajes a Hannah.
—No hagas que te lo saque.
—Lo que digas...—Tomó el celular de mis manos—¡Hey!
—Te lo advertí—Acotó alejándose.—No se permiten usar teléfonos en la clase. Te lo daré en la clase de mañana.
—¿Y si no vengo?
—Bueno, tendrás que venir.
—¿Y si me enfermo? ¿Y si me pisa un camión? ¿Y si muero? ¿Qué hará, eh?
—Te lo llevarás mañana.
—La demandaré.
—Jaime continúa —siguió ella como si nada.
Cuánto odiaba a esa anciana. Por suerte Mike me esparaba con algo peor en la salida.
—¿Por qué viniste a recogerme? Con Robert es suficiente.—le gruñí cuando lo vi sentado en mi auto.

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Enamorada del Sr. O'Brien
Fanfic¡No se pierdan el Trailer! Hannah acaba de cumplir 18, y lo único que quiere es realizar su sueño: Ser la novia de Dylan O'Brien. Se muda a Los Ángeles para asistir a la Universidad. Pero sólo su hermana sabe de su plan, ya que los estudios no son...