XV

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Para mi prima con quien vivo tantas locuras: Anto-Di-Pa

Mi día habría terminado en una cena tranquila en un lujoso hotel y en la cama con una hermosa modelo británica, de no ser por la llamada de Hannah.
Hacía mucho que no la veía, pero cuando me llamó diciendo que había chocado mi Porsche azul, quise ahorcarla.

Después del maldito show de Ellen, donde dije lo que Mike me aconsejó,  me disponía a dormir en un maldito hotel y olvidarme de todo, pero la chica llegó.
Golpeaba mi puerta y yo creía haberla visto en algunas revistas, sería mi nueva compañera de reparto, entonces me invitó a cenar. Estaba cansado pero no me negué. Comimos en el restaurant más caro y luego ella me besó. No se lo impedí, ella era bonita y Mike me dijo que estar con ella era buena publicidad, al diablo.
De no haberla acompañado a su habitación y dejarla ahí, habríamos dormido juntos, ella estaba pasada de copas.
Esa noche me acosté en un cuarto que no conocía, estaba sólo. Sin Alf, y sin la chica que había estado en mi cabeza en estos días: Hannah. Mañana ella empezaría la Universidad e iría y volvería sola por ese horrendo lugar. No se porque sentía la necesidad de protegerla. Ella me gustaba.
Necesitaba de Alfred era como mi abuelo. El quería que me quedara en L.A., mientras que Mike decía que mi futuro estaba en Miami. Yo no quería quedar en el olvido, y tampoco molestar a Hannah. Le discutí y lo eché. Qué niño estúpido había sido. ¿Qué había ganado? Estar solo esa noche y quedarme en una ciudad para que Mike me consiguiera un papel para que sea el nuevo Cristian Grey.

Aquellos días no salí del hotel. Me quedaba allí, aburrido, sólo. Salía a veces con aquella modelo, al parecer yo le gustaba. Pasó la semana y ella estaba otra vez pasada de copas en mi habitación. Comenzó quitándose su chaqueta con la excusa de "hace calor aquí" y aquel gesto con la mano en forma de abanico. Se veía realmente tarada, en serio. Luego se acercó a mí y empezó a besarme, se quitó la remera y se abalanzó encima mío.
Entonces mi celular sonó, un número desconocido.

-¿Cómo que mi auto?

No entendía nada, y Amalia, la británica con su sensual acento, no paraba de hacer que me acostara de nuevo y pasar sus manos por mi abdomen tratando de quitarme la remera.

-Se lo pedí a Alfred para ir a un concierto en Miami.-golpeé las manos de Amalia, y ésta las quitó dejándome tranquilo.

-¿En dónde estás? ¿Te golpeaste fuerte? ¿Es necesario una ambulancia?

-En la ruta, camino a Miami. No, no hace falta, estoy bien. El auto es el que necesita ayuda. Lo siento.

-No importa, quédate ahí, voy para allá.

Amalia puso puchero pero yo agarré mi chaqueta, las llaves y me fui de la habitación. Encendí mi nuevo auto y me dirigí hacia la ruta. Las gotas y granizo no tardaron en llegar. No podía imaginarme como Hannah había sido tan imprudente como para salir así. Estaba realmente preocupado, ella había chocado y no era un chiste. Podía estar herida mientras yo estaba en una habitación muy cómodo a punto de acostarme con una modelo. No era justo.
No había muchos autos en la ruta y al cabo de una hora pude ver mi precioso auto azul frente a un poste de luz. Hannah salió del auto, el granizo ya había parado.

-¿Estás bien?- la única luz que había era la de mi auto, el que no estaba chocado, por supuesto.

-Sí, gracias por venir, en serio, no sabía a quien llamar- pude ver que en su frente, donde comenzaba el cabello tenía un golpe el cual estaba manchado con sangre- Alf vino a mi casa un día y me dio un número...

-¿Alf qué? ¿Sabes qué?  No importa, te llevaré a un hotel. No nos podemos quedar aquí, estás empapada, y yo también lo estaré si sigo bajo la lluvia.

-¿Qué hay de tu auto?

-Es sólo un auto.

Subimos y comencé a andar con cuidado en la carretera. Hannah llevaba unos shorts y una remera sin mangas. El mal tiempo la había engañado y ahora estaba mojada de pies a cabeza y temblaba.

-El auto tenía la trompa destrozada, ¿Segura que estás bien? Te llevaré al hospital.

-¿Qué? No! En serio estoy bien, sólo fue un golpe, no pasa nada en serio. Solo quiero descansar y poder cambiarme de ropa.

Me quité mi chaqueta y se la di. Ella sonrió. Estaba distinta, no era la Feliz Hannah que había visto días antes. Obviamente estaba molesta conmigo pero después hablaría de eso, ahora tenía que llevarla algún lugar para que se cambiara y descansar. Yo también comenzaba a sentir sueño, conducir en la ruta mirando a un punto fijo y estar todo el tiempo concentrado me cansaba.
Hannah se durmió apoyando su cabeza en el vidrio de la ventana y prendí la radio para no cerrar los ojos yo también.

-Gracias-murmuró.


Son las 3:45 de la mañana, pero quería terminar de escribir.
A puesto a que era la primera nove entre Miley y Dylan que habían leído !? Saben de dónde puedo sacar fotos edits de estos dos? Alguien sabe hacer?(no hay en google)

Enamorada del Sr. O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora