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Salí corriendo de la casa con ella en mi hombro. Entramos en el auto y lo puse en marcha lo más rápido posible, ya que varios chicos estaban detrás nuestro persiguiéndonos.
Nos adentramos nuevamente en la carretera y Hannah comenzó a comportarse raro.

-Estás un poquito lastimado- reía.

-¿Estás bien?- le pregunté dándole una mirada rápida para volver la vista a la ruta.

-Si, ¿Por qué lo dices? Tú eres el que se ve del carajo- decía en carcajadas.

-¿Hannah te drogaron? ¿Qué demonios tomaste?

-Lo que sea.

Esos malditos la habían drogado para luego hacerle lo que quisieran, y ahora yo tenía que conducir hasta el hotel con la maldita lluvia, mi maldito dolor de cabeza a causa de los golpes y una Hannah drogada, esto era peligroso.

-¿A dónde vamos?-preguntó molesta.

-Al hotel.

-No, yo quiero ir a la fiesta.

-Vamos al hotel. - dije firmemente.

Hannah hizo puchero.

-Yo quiero la fiesta.

-¡No!

Ella toma el tomó el volante y lo giró, un auto pasaba en frente nuestro e iba a estrellarse con nosotros, de no ser por mis reflejos.

-Basta, casi nos matas.

-Qué gracioso- rió- Eres muy aburrido.

-Sí, claro.

Hannah prendió la radio y buscaba una estación.

-Aburrida-cambió de radio- Muy antigua, muy lenta, demasiado rápida.

Cambiaba y cambiaba, y mi paciencia se estaba agotando.

-¿Por qué no dejas esa? - dije con toda la amabilidad que me quedaba. Una canción de Ed Sheran sonaba en la radio.

-Mmmhh... Nop. Muy de los 80's, ésta está buena - la canción paró y una voz de mujer anunciaba que venían los comerciales.- ¡Maldita estación! ¿No ven que estaba escuchando! ¡Estúpidos ignorantes!- Hannah ya se encontraba golpeando el estéreo.

-Basta, lo vas a romper.- dije en un intento de quitarle las manos de la radio.

-Si esto no sirve para nada.

-¡Basta! - le grité y apagué la radio.
Ella comienza a reírse nuevamente y ya no me quedaba paciencia.

-¿De que te ríes ahora?

Prendió la radio y se dignaba a cambiar a otra vez.

-Si vuelves a tocar otra vez el botón, te corto los dedos.

Hannah me miró sorprendida y luego volvió a reírse.

-Sí, claro. Ésta es muy triste, mmmhh baladas no me gustan, rock muy pesado tampoco..¡Ésta!

-¡Aleluya!

Perfect de One direction sonaba en la radio y Hannah gritaba creyendo que se encontraba en el mismo vídeo musical.

-Canta conmigo Frank.

-¿Frank? Ese no es mi nombre.

La canción al fin terminó y ella siguió buscando otra y golpeando la radio cuando terminaba la que le gustaba.
Pasamos por Hello, Sorry y ahora seguía Thinking out loud y mis oídos ya no podían más.

-¿No te gustan las canciones románticas?- preguntó con una sonrisa que seguramente escondía algo más.

-¿Por qué lo preguntas?

Hannah comenzó a hacerme un masaje en el hombro que luego pasó a la espalda bajo mi remera.

-Basta, Hannah estoy conduciendo.

-¿Y? - sus manos se posaron en mi pierna y yo sabía que no se quedarían ahí mucho tiempo.

-¡Llegamos!

Bajamos del auto y Hannah no podía mantenerse de pie.

-¡Hola! Aquí están las llaves de su habitación. - dijo el recepcionista cuando nos vio.

-¿Tienes novia? - Hannah se apoyó en el escritorio.

-No...- respondió él con una mirada extraña.

-¿Quieres esperarme en mi...?

-¡No! - no la dejé terminar. - nos vamos ahora.

-Espera no seas aburrido. -comenzó a reírse nuevamente. -Sólo quiero jugar con él.

-¿A qué? -preguntó el idiota.

-Nos vamos.- tomé a Hannah de la mano y la llevé a la habitación.

Cerré la puerta y me fui al baño. Me lavé la cara con agua fría y vi en el espejo los golpes que tenía, no sabía cómo iba a explicarle a la prensa eso. El ruido de vidrio romperse me hizo acordar que tenía una Hannah drogada en la habitación.

-¿Pero qué hiciste?- grité al ver el desastre.

-Tenía sed..-dijo como un niño cuando sabe que se portó mal.

Mis nervios hicieron que mis manos temblaran. Hannah había intentado tomar agua del florero y éste se le cayó.

-..Entonces traté de secarlo con el trapo de piso.

-Pero eso es una sábana.

-Es lo mismo-dijo quitándole importancia.

-¿Puedes tratar de no romper nada más?

-Como quieras...-respondió algo molesta.

Tomó el control remoto en un intento de, al parecer, prender la televisión.

-Ésta porquería no sirve.

-Hannah..

-Enciende, enciende..

-Hannah..

-¿Qué?

Me acerqué a ella que estaba sentada sobre la cama y tomé el control. Suspiré.

-Estás apuntando a la ventana.

Nuestras caras se juntaron aún más. Ella me besó. Luego pasó su mano por mi espalda y me acercó más quedando ella debajo de mí. Me besó otra vez y éste fue más largo y fuerte.
Me quitó la remera y luego ella la suya.

-Hannah, ésto no está bien- susurré.

-¿Por qué? - dijo ella en mi oído.

Iba a quitarme los pantalones pero yo alejé sus manos y me levanté alejándome de la cama.

-Ésta no eres tú.

Comenzó a reírse y se acercó.

-Eres...- rió- un maldito...

No pudo terminar y la agarré antes de que cayera al suelo. Todo comenzó a dar vueltas, maldición los golpes y el cansancio comenzaron a hacer efecto.


Qué les parece la nueva portada???

Enamorada del Sr. O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora