Después de convencer a mis padres de que la chica que aparecería en la entrevista "Hannah Carpenter" no era yo, sino otra Hannah cualquiera, pude cortar el teléfono y concluir seguramente con la llamada más aburrida y larga de la historia.
Jamás creí que Ernesta Jones fuera un nombre de mujer, pero después de ver a una modelo promocionando Culimpio y entrar a un cuarto a buscar mi bolso y encontrarlo debajo de dos personas que.....hacían lo suyo, ya no sabía que esperar.
No entendía muy bien a que se refería Britt sobre los conflictos de Dylan. Él me había hablado sobre algunos problemas en el hotel la semana pasada, sin embargo, eran estrellas de Hollywood, todo el tiempo eran observadas, la presión de hacer lo correcto estaba siempre sobre ellos, ¿Cómo se podía esperar que no sufrieran estrés?
¿Qué podía decir de la entrevista? Tres cosas:
1) Britt era una perra.
2) Zac era el dios de los dioses.
3) Al menos pude hacer que Britt dijera en público que ella había engañado a Dylan primero.Dylan, el pobre y hermoso Dylan estaba a punto de atropellarme y dejarme chata como una moneda, pero no iba correrme del camino. Estábamos fuera del edificio, del lado derecho en el cual había un estacionamiento.
-Sabes que no voy a hacerme a un lado.- le advertí.
El tenía su vista fijada en mí, me miraba furioso y a la vez sus ojos demostraban tristeza y confusión. No lo culpaba, en realidad, no sabía cómo había hecho él para irse tan tranquilamente del set. Si yo hubiera estado en su lugar, le habría dado un puñetazo a Britt en la cara.
-Dylan cálmate y relájate. No puedes conducir así. - dije, intentando que mi voz se escuchara lo más calmada posible.
Él cerró sus manos alrededor del volante.
-¿Por qué no caminamos? O, ¿Llamo a alguien para que nos pase a buscar?- pregunté nuevamente.
El movió su cabeza a un costado y corrió la vista hacia el edificio del cual acabábamos de salir. No sabía cuánto tiempo hacía que ellos estaban allí, grabándonos como si toda ésta escena fuera parte de un show.
El personal encargado de las cámaras estaba ahí, a un lado, filmándonos, metiéndose en nuestros problemas.
Yo estaba hecha una furia y a apuesto a que Dylan quería matar a cada uno de ellos.Él puso el auto en marcha y retrocedió. Yo me corrí a un lado (el lado opuesto de donde se encontraban los camarógrafos). Dylan avanzó y como yo me había corrido, pudo pasar. Cuando el auto estuvo al lado mío abrió la puerta del acompañante.
-¿Vas a subir?
Entré sin dudar y ni bien puse mi trasero dentro del auto, Dylan arrancó nuevamente. Los paparazzi se acercaban pero el chico de ojos avellana avanzó a toda velocidad y así dejamos el gran edificio atrás rápidamente.
No sabía a dónde nos dirigíamos pero no pregunté. Creía que Dylan quería silencio después de lo que había pasado y se lo di. Pasaron unos minutos y nos encontrábamos en las calles desiertas de "El pueblito".
Él quitó una de sus manos del volante y tomó la mía que estaba sobre mi pierna. Aún tenía la vista al frente, pero se veía más relajado, su respiración era más lenta y larga y la tensión parecía haberse ido.
Llegamos a mi hotel pero Dylan no frenó, seguimos de largo. Yo lo miré extrañada pero el no desvió la vista de la carretera. Tal vez mi cara de asombro fue muy graciosa porque pude ver que una sonrisa intentaba aparecer en la comisura de sus labios.No sabía a dónde me llevaba, pero no estaba asustada, estaba con Dylan O'Brien, en su auto y era la noche bien entrada, tal vez las diez, y él tomaba mi mano, no podía estar más feliz.
Si mis padres se enteraran....Salimos del pueblito y entramos en el centro de la ciudad. Estaba todo iluminado, era realmente hermoso. Unos minutos más tarde, Dylan estacionó el auto en el mismo parque en el cual habían tomado nuestras fotos, en el cual nos habíamos conocido: "Rose Park". Había al menos unos cinco personas y unas luces en cada esquina hacían que se luciera perfecto para una cita nocturna.
Apagó el motor y nos quedamos un rato silencio. Él aún sostenía mi mano pero no me miraba, yo sí a él. Luego Dylan corrió la vista hacia a mí con sus hermosos ojos avellana y una sonrisa triste.-Dylan yo...- intenté decir para romper el silencio que se tornaba incómodo, pero él puso su dedo sobre mis labios.
-Shshsh.
Se acercó más a mí y su mano acarició mi rostro. La distancia entre los dos se hizo más corta. Nuestros labios se rozaron y las respiraciones de ambos chocaron. Miró mis labios y luego me besó. Fue rápido y fuerte. Entonces, él se separó de mí dejándome atónita. Salió del auto y cerró la puerta. Qué demonios pasó. Empezaba a enfadarme cuando Dylan abrió la puerta de mi lado.
-¿No vas a salir? - preguntó con una sonrisa en sus labios.
Salí e intenté acercarme pero él fue rápido y corrió al parque.
-El que llegue primero al bosque podrá hacerle lo que quiera al otro.- gritó mientras corría más rápido que yo.
Ese maldito juego.
-¿Ah, sí?
La propuesta me asustaba un poco, pero si hay algo que odio, es perder.
Corrí lo más rápido que mis botas me permitían y lo alcancé. Al pasar a su lado, lo empujé y éste cayó al piso.-¡No vale empujar!
-¡No seas marica O'Brien!
Estaba cerca del bosque cuando Dylan me tiró a un costado y también caí. Antes de que se alejara lo tomé de los talones y éste se tropezó.
Me alejé rápidamente y llegué al bosque. Seguí corriendo hasta que Dylan se me tiró en cima. Caí sobre el pasto y él sobre mis talones. Me giré y Dylan que estaba encima mío, subió hasta que su cara estuvo frente a la mía.
Me besó nuevamente y ésta vez fue más lento. Él sentó contra un árbol y yo fui a su lado. Ésta vez yo lo besé mientras él paseaba sus manos sobre mi cintura. Luego, sus labios bajaron hasta mi cuello, sus manos jugaban con mi remera en mi espalda e intentó quitármela.-Ni se les ocurra hacerlo aquí.
Ambos miramos algo sorprendidos en la dirección de la cual provino la voz. Un chico se escondía detrás de un árbol, llevaba una camiseta sucia y jeans rotos.
-No - aventuré.
-¿No? Claro que no.- dijo Dylan rápidamente.
-Ah, qué bueno - respiró el chico aliviado- por un momento pensé que presenciaría una escena de sexo de la cual no formaba parte.
-¿Por qué mejor no nos vamos? - pregunté mirando a Dylan.
-Sí, claro- respondió sin quitar la vista del chico.
Salimos del bosque y caminamos por el parque. Yo comencé a correr y él me alcanzó y me levantó cargándome en sus hombros.
-¡Dylan O'Brien, bájame ahora!
Gritaba mientras pataleaba y golpeaba su espalda. Llegamos al auto y me hizo caso. Entramos y Dylan lo puso en marcha, me observó con una mirada rápida.
-¿A tu hotel o al mío?
Mmmhhh... ¿Qué pasará? Soy muy mala escribiendo escenas "Hot" por así decirlo. Hasta el lunes no subiré capítulo, 😞, me iré el fin de semana y no tendré WiFi. Pero después volveré con todo 😀.
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Enamorada del Sr. O'Brien
Fanfiction¡No se pierdan el Trailer! Hannah acaba de cumplir 18, y lo único que quiere es realizar su sueño: Ser la novia de Dylan O'Brien. Se muda a Los Ángeles para asistir a la Universidad. Pero sólo su hermana sabe de su plan, ya que los estudios no son...