La pelea entre Tom y Dylan me tenía alterada y luego la desaparición de mi hermana, era demasiado para un día, pero no terminaba: aún faltaba la cena.
—¿Por qué nos preocupaste así?—pregunté molesta a mi hermana.
—¡Ay, pareces mamá!—se quejó.
Nos encontrábamos en nuestro cuarto, "ordenándolo" por pedido de nuestra madre.
—No respondiste mi pregunta.
—Tú tampoco la mía—dijo cruzándose de brazos y sentándose en su cama que estaba paralela a la mía.
—Eso no te incumbe.—le reproché.
—Pues, entonces, a ti tampoco.
—Nos hiciste ir a buscarte a la ciudad, creo que sí me incumbe. ¡Debiste haber visto como se puso mamá!
—¡Perdón! Solo quería estar sola.
—Solo no vuelvas a hacerlo.
—¿Y qué hay de ti?—preguntó alzando las cejas y usando un tono divertido.
—¿De qué hablas?—me hice la desentendida, necesitaba tiempo para pensar una mentira que decir por respuesta.
—¿Te gusta él?—susurró—¿Hoy salen?
—¡No! Es una salida como amigos. Es lindo pero...
—¿Pero qué?—preguntó otra voz.
Miré hacia la puerta y me tení de roja. En la puerta se encontraba nada más ni nada menos que el chico de ojos claros.
—¿Qué haces aquí?—preguntamos mi hermana y yo al unísono, poniéndonos de pie y dirigiéndonos a la puerta.
Odiaba que la gente escuchara cosas de otros. Lo ODIABA.
—¿Hablaban de mí?—preguntó Tom.
—No te interesa, vete. ¿Nadie te enseñó a no escuchar conversaciones ajenas?—dije empujándolo, molesta.
En ese momento Dylan apareció, saliendo de su habitación y se sumó a la discusión.
Aquí vamos otra vez.
—¿Por qué te molesta?—me preguntó Dylan.
—Tom no me molesta, ya váyanse.—le respondí.
—No lo defiendas,—me dijo Dylan—y tú no la molestes—se dirigió a Tom.
—Yo no necesito quien me defienda y no molesto a nadie, tú eres el que molesta ahora.—le contestó Tom.
—Cierra la boca y déjame en paz.—dijo Dylan.
—¿Pueden dejar de pelear? Tom no debiste escucharnos, ahora váyanse.—ordené.
—¿En serio escuchaste de qué hablaban? Das vergüenza.—le dijo Dylan.
—El que da vergüenza aquí eres tú—respondió Tom.
Sabri salió de la habitación y tomó a Tom del brazo derecho.
—¿Tom, me acompañas? Ayudame a ordenar el granero.—dijo mi hermana para alejarlo y terminar con esta discusión.
Tom la miró desentendido y luego dirigió su vista a mí en busca de ayuda. Yo miré al suelo.
—Vamos, ven.—insistió Sabri.
Tom al fin desistió y se fueron, dejándonos a Dylan y a mí solos.
—Gracias por lo que hiciste. Escuchar a Sabri.—le agradecí a Dylan.
—Oh,—se rascó la nuca—no fue nada.—se apoyó en el marco de la puerta.

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Enamorada del Sr. O'Brien
Fanfiction¡No se pierdan el Trailer! Hannah acaba de cumplir 18, y lo único que quiere es realizar su sueño: Ser la novia de Dylan O'Brien. Se muda a Los Ángeles para asistir a la Universidad. Pero sólo su hermana sabe de su plan, ya que los estudios no son...