Tras tanto chisme bueno como malo, me moría de ganas por saber qué podría pasar ahora. El salseo, ya saben, salsita de la buena.
Cuando regresé a clases, la profesora de música -esa gorda de mierda que tiene el cerebro absorbido por Stacy sólo porque sabe tocar violín, no es la gran cosa- andaba de reemplazo en mi curso, ni hicimos la tarea, sólo recuerdo que ella se acercó a mí y me advirtió que "consolara" a Stacy porque murió su abuelo y ella iba a faltar a clases por varias semanas porque iba en "depresión"... claro, justo cuando hay evaluaciones, no una, sino muchas. Algunas evaluaciones, como la del baile, las hacíamos juntas. Menuda desgraciada, que me deja tirada.
Cuando un cercano fallece, un día... tres días como máximo te creo que sean factibles para faltar a clase en caso de que el cercano viviera lejos, pero no, su abuelo vivía en esta misma ciudad. Sí, da mucha pena y lo que quieran, pero hubiera sido mejor que se muera ella y no el pobre hombre, igual, no es pretexto para decir "tengo depresión y faltaré varias semanas", no, eso no es ético ni moral, conozco mucha gente que perdió a seres queridos y aún así iban a clases o a trabajar. Sea real o no la muerte, está claro que lo usa como una excusa a su flojera.
Por otra parte, por el tema de que pronto viene la primavera -ya vamos en Septiembre, wow, que rápido pasa el tiempo, ¿no?-, Nayara anda con la alergia a tope -igual que yo, en mi caso, en menor medida y con medicamentos-, a ella le dieron licencia aparte de que está muy enferma. La fui a visitar, eso era cierto, a ella le permitía faltar un par de días por su enfermedad, era comprensible. Pero... ¿Stacy? Menuda zorra.
Me junté con Selena, donde chismoseamos como pudimos entre las dos sobre la vida para reír y reír juntas... Ah, que buen día. No espié tanto a Armin porque no andaba con ganas, prefería pasar el rato con una amiga con la que apenas me junto por culpa de Stacy que me controlaba. Además de que mensajeaba a Nayara para contarle las cosas que ocurrían en clases y le preguntaba con constancia cómo se sentía.
Al día siguiente, un jueves cualquiera, tenía que presentar los famosos bailes para educación física. Nos faltaban dos integrantes del grupo, no importó, logramos arreglárnoslas los que fuimos.
Nos fue de puta madre, lógico, si tras ensayar miles de veces, obvio que nos iba a ir bien si el baile era sencillísimo.
Fui a admirar cómo evaluaban al grupo de Selena... se me hacía chistoso verla a ella y a Armin bailar break dance porque ninguno de ellos lo hacían bien. Ah, pobrecitos, me dio risa pero a la vez fue tierno... Por Selena no, eh, ¡por Armin, por Armin! Tan tierno que es...
Sonreí como tonta, al finalizar el baile, él me miró y sonrió, fue inevitable sonrojarme. Me reencontré con Selena para conversar sobre un futuro trabajo de química que debíamos hacer juntas. Caminamos por los recreos por todos los pasillos entretanto hablábamos de temas relevantes para nosotras dos.
El último recreo, el que correspondía a la hora del almuerzo, estuve sola en la galería frente a la cancha principal. Después de que regresaran del casino mis compañeros, vendría Armin a jugar en contra de su voluntad con ellos, aunque en el último tiempo he notado que se entretiene más cuando le pone empeño, el resto del tiempo... su incomodidad me afectaba hasta a mí.
Al ver que ya llegaron, varios se dirigieron a mí para que les cuidara las cosas, yo las iba dejando a un lado mío, sin prestar mucha atención, hasta que...
- Polly, ¿me los puedes cuidar? -me entregó su chaleco y su celular.
- Cl-claro -acepté, con una enorme sonrisa de drogada en mi rostro.
- ¡Gracias! -exclamó muy contento.
Lo primero que hice fue oler su prenda de vestir, joder, qué rico olía. Como un verdadero hombre y no un cerdo o un perfume barato. Al natural y buena higiene. Eso me gusta.
Me quedé viendo el partido hasta el final, sin mucho que hacer porque mi celular andaba sin batería tras usarlo tanto en la mañana, charlé mucho con Nayi, ¿vale? Mucho chisme hubo que contar. Igual no estuvo tan aburrido el panorama, y eso que ni me gusta el fútbol, ni ningún deporte en particular.
Cada uno retiró sus pertenencias, sólo Armin me pidió las suyas porque en ningún momento las solté, siempre en mis manos. Me agradeció y todo el asunto. En el salón de clases, no cuento nada relevante, sólo que lo observé mucho y apenas me concentré. Era clase de religión, nadie pone atención en esa clase, no pasaba nada. Nada del qué preocuparme, mejor dicho.
No tuve ganas de espiar a Armin a la salida, ya era una costumbre eso de seguirlo todos los días hasta su casa, es que... ¡vive tan cerca! Es casi una bendición eso. Aunque me gustaría que viviera en la casa de al lado, como Kirk para que fuera más divertido. En fin, el caso se invirtió esta vez.
Él me observó fijamente desde que salimos del colegio, y a la hora de separarse, se detuvo de su camino para contemplarme unos segundos, cuando se percató de que yo hice lo mismo, apresuró el paso, haciendo que lo perdiera de vista de inmediato.
Um, eso fue muy curioso...
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¡La stalker del nerd ataca! (Armin Arlert, SNK)
FanfictionUn fiel seguidor de la buena literatura y una escritora novata se conocen, son lo perfecto para estar juntos pero la situación es muy compleja.