Sabes que algo anda mal cuando... Ah, no. Que ya todo va mal acá.
No, no todo, eso es exagerar. Todavía tengo buena salud, muchas de mis cicatrices por la varicela desaparecieron, todavía me quedan dos o tres amigas de verdad... Cuando esas dos cosas se pierdan, ya perdería toda la cordura por siempre.
Eso sí, ya perdí la esperanza en el año escolar. No estaba reprobando el año, de todas formas, no me sentía con una buena base. Me explico: el año siguiente era el más difícil de todos, si no aprendía bien lo de este año, el próximo me jodía entera. No voy a poder conseguirlo el próximo año, me lo veo fijo. No podré porque ni los ejercicios más simples de matemáticas que me da el profe puedo lograr hacer. En química no entiendo ni una mierda lo que la profe me habla, en física voy bien en lo teórico pero no hay forma de que me aprenda tantas fórmulas... Joder, tiene tela la cosa.
Entre risas y bromas simpáticas con mis dos mejores amigas, Selena sugirió que era hora de tener que confesar mi amor antes de que fuera demasiado tarde, además de que Armin y yo simpatizábamos más que antes, y que Stacy no era ningún impedimento por ahora, puesto que iba más concentrada en lavarle el cerebro a Xavier y a Black, bonito, ¿verdad?
Yo dije que me daba cosita, pero que lo intentaría "conquistar" antes de cualquier cosa, que no quería una friendzone inminente. Ella me recortó un corazón de cartón, forrado perfectamente con cartulina de color azul, en el centro un pequeño recorte de un corazón turquesa con la inicial de su nombre, al rededor ponía "te amo mucho".
- ¡No le voy a dar ésto! -exclamé muerta de vergüenza- A la antigua, no más -cogí el "regalo"-. Me lo dejo de recuerdo, eso sí -levanté el pulgar, Nayara rodó los ojos, aguantándose una obvia risa.
- ¿Y me lo dices ahora que ya gasté tiempo, dedicación en ello? -ahí Nayi estalló de risa- ¡Oye!
- Si, bueno, ¿no? -contradijo la otra.
- Polly...
- Digo lo mismo, como recuerdo bonito está bien. No soy tan melosa -admití.
El día fue bastante relajado porque entre las tres pudimos pasar un buen rato, no me sentí presionada con nada, buen ánimo. Como debería sentirme, sin nada tonto, aunque Romero seguía molestándome a mí y a Nayi en los recreos aveces.
Es el mes de Octubre ya, quedaba poco para finalizar el año, tenía que resistir un poquito más, este... ¿podría, por favor?
Ah, claro, todo tan bonito no puede ser. Imposible. Algo debía joderme la onda, una cosa mínimo o dos, porque una es muy poco y debo andar mega-cabreada, ¿verdad, Stacy? Al finalizar el tercer recreo, con mis amigas nos situamos en la puerta del salón que iba cerrada, esperando a que la profe Petra llegara para que abriera la puerta y tuviéramos la última clase.
La puerta fue abierta desde adentro, golpeándome en la nuca muy fuerte. Quedé atontada por un buen rato, hasta que me empujaron hacia un lado y logré asimilar bien qué ocurrió.
- ¡Estúpida, sale de la puerta! -gritó Stacy, echándose a correr sobre la profe Petra- ¡Hola, profeeee! -chilló, mientras la abrazaba.
- Stacy, me golpeaste, ¿no vas a pedir disculpas? -reproché, sobándome la nuca, puesto que dolía demasiado.
- ¡Tú estabas encima de la puerta, idiota!
- Pudiste tocar la puerta desde dentro o avisarme hablando -contraataqué, de brazos cruzados.
- Polly, puedes ir a la enfermería si gustas -dijo la profesora.
- No, gracias -rodé los ojos y entré al salón de mala gana.
Desde hace rato que me siento con Samanta y Nayara al lado de la ventana, mi puesto quedaba justo con la pared con ventana, donde solía recargarme siempre. Era la única ventana abierta, seguro por donde entró Stacy, porque el corazón que dejé sobre la mesa, estaba pisado y partido por la mitad. No pisado por accidente, eso fue intencional. Igual que las hojas de mi cuaderno se encontraban arrugadas.
No dudé en acusarla, ella intentó de excusarse, de mentir. No le resultó y la docente le dejó una enorme anotación negativa en el libro de clases.
Algo bueno, ¿no? Al menos alguien me escucha cuando necesito ayuda.
Al día siguiente, el profesor Levi anunció que haría unas olimpiadas de matemáticas la próxima semana y que dejaba las inscripciones abiertas, obligamos a Selena a inscribirse porque, bueno, ella es la única del grupo que domina a la perfección la asignatura, además de que la premiarían. Ni idea porqué, rechazó la idea y dijo que solamente asistiría como público porque el evento se haría en hora de clases. Entonces, Nayara y yo aceptamos ser parte del público también porque los que no querían ir podían quedarse en biblioteca haciendo unos ejercicios muuuy aburridos. No, ni de coña.
Horas más tarde, en la hora de química, la profesora entregó los exámenes, el mismo que ni respondí. Se los dejó a Stacy para que ella los repartiera... La tonta del culo me tiró a mí los papeles casi en la cabeza.
- Oye, a ti te dejaron esa tarea, no a mí -bufé-. No seas floja.
- ¡No tengo ganas! ¡Tú eres una floja de mierda, hace algo que no sea robarte mi oxígeno!
Miré a todas partes, por las malas, cedí. Ella se fue a sentar, entretanto yo iba como tonta de aquí para allá entregando los exámenes corregidos con la calificación. Cuando iba a entregar el de Armin, me percaté de algo... ¡Negra de mierda, ojalá te maten en un ritual!
- Este, Armin... -murmuré antes de darle el conjunto de hojas.
- ¿Sí? -me miró muy curioso e inocente.
- Esa cosa de ahí, no la escribí yo -señalé unos escritos con lápiz grafito.
- Uh... ya veo, no es tu letra -afirmó-. ¿Qué dic...? ¿Qué? -frunció el ceño.
- ¡Te juro que fue Stacy! ¡Tú conoces su letra, escribió mi número de teléfono ahí, pero juro que no fui yo!
- Um, entiendo... Esa chica es una desesperada total de atención, no puede ser si misma y debe recurrir a jodernos a los demás -suspiró-. ¿Tienes una goma que me prestes?
- Sí, sí -de mis bolsillos saqué un borrador, el cual se lo entregué-... Felicitaciones por la nota, por cierto -forcé una sonrisa temblorosa.
- Gracias -se dedicó a borrar el manuscrito, me devuelve el útil escolar-. Gracias, de nuevo -rió con delicadeza.
- No es nada -guardé en mis bolsillos del implemento-... ¿Por casualidad no te inscribirás en las olimpiadas?
- No -rió con delicadeza-. No soy tan bueno como Selena o Xavier -opinó.
- Curiosamente se inscribieron varios más, menos ellos -agregué.
- Curioso, ¿no? -Dios, si no deja de sonreír así me voy a desmayar-... Ni pregunto por ti, seguro ni vas a tratar.
- ¿No es demasiado obvio?
- Bueno, si hay olimpiadas de otra asignatura que no tenga nada de cálculo... ¿Nos unimos?
Polly, no te desmayes.
- Claro -sonreí de lado.
- ¡Señorita Harrison! ¿Qué hace de pie?
Mierda.
- ¡Stacy me mandó a mí a entregar los exámenes y Armin tenía una duda con el puntaje en su examen, por eso estoy aquí ayudándolo a comprobar! -exclamé casi entrando en pánico. La señora se quedó en silencio, de mala hostia.
- Yo mandé a la otra alumna a entregar los exámenes, entrégueselos a ella para que lo haga -asentí y le entregué los exámenes restantes a Stacy-. Y señor Arlert, no se preocupe por el tema de los puntos, que eso lo veo yo -asintió, ambos cagados por las patas, lógico.
Tomé asiento y las chicas mi miraron con esta cara "( ͡° ͜ʖ ͡°)", por el hecho de estar charlando con él.
- Sabía que debía echar mis útiles escolares en los bolsillos -les comenté-. Así Romero no me roba, y pude quedarme a charlar un ratico con Armin.
Sí, fue una buena táctica.
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¡La stalker del nerd ataca! (Armin Arlert, SNK)
FanfictionUn fiel seguidor de la buena literatura y una escritora novata se conocen, son lo perfecto para estar juntos pero la situación es muy compleja.