Al día siguiente, dónde debíamos dar los dos exámenes SIMCE que restaban, todos los de mi clase nos juntamos en el salón que nos designaron. Hoy tocaba uno de lenguaje, asignatura extremadamente fácil si sabes leer bien... Cosa que mis compañeros me joderán la media, pero, al menos por mi parte y de otros más, vamos a salvar, ¿no?
Es que, la cosa iba facilísima. Si no fuera porque toma tiempo leer y analizar cada texto, me hubiera demorado cinco minutos mínimo, me demoré unos veinti y algo, de noventa que dieron de tiempo.
Recuerdo que en un momento X, Armin me miró con una cara WTF tremenda, ¿será por lo que le dijo Ayleen; de que me teñiría de rosa? No pude aguantarme la risa en el examen por mucho tiempo, pedí permiso para ir al baño. Aproveché de hacer mis necesidades tanto de reírme por montones.
Regresé al salón, me preguntaron si terminé el examen, asentí, entonces la examinadora consultó en general quiénes más terminaron. Un pequeño grupo. Nos quitaron los exámenes y dejaron salir antes a recreo.
- Estuvo demasiado fácil -le comenté a Nayara, entretanto terminábamos de bajar las escaleras.
- Sí, bueno, ¿no? -soltó una leve risa- Era materia muy simple.
- Lo sé, bueno, Selena todavía sigue arriba, ¿la esperamos allí? -señalé una banca que estaba cerca de las escaleras, ella asintió.
Tomamos asiento, y nos pusimos a escuchar música desde mi celular. Frente a nosotras pasó la profesora Petra, la saludamos.
- ¿Muy difícil el SIMCE? -negamos- Oh, que bueno, ¿ya terminaron los otros? -negamos- Oh...
- Pero seguro les va bien -excusé, la profe Petra es algo "sensible" cuando se da cuenta de que sus alumnos no han aprendido bien, sobretodo porque hace poco la titularon.
Ella ya trabajaba aquí -sin contrato- cuando estudiaba en la universidad, aún le quedaba por aprender. Sigue siendo una novata en ese sentido. No sé, me daba pena que supiera que el curso no aprende una mierda, pero no por culpa de ella, sino, porque ellos no quieren.
Charlamos un poquito más, antes de que ella siguiera su camino hacia donde sea que se haya dirigido. Selena bajó las escaleras junto a un grupo más de alumnos que terminaron. Las tres comenzamos a charlar sobre las preguntas que nos salieron, qué tan difíciles eran... Lo típico tras un examen.
Al finalizar el muy largo recreo, creo que duró unos cuarenta minutos... Regresamos a las afueras del salón, dónde nos mezclaron con los alumnos de la otra clase y me separaron de mis dos amigas. Para mi suerte, la pesada de Stacy quedó lejos de mí. Eso sí, Armin y Eren quedaron juntos a un rincón del salón y yo quedé en el otro, aveces volteaba a mirar y ellos hacían lo mismo. Bastante incómodo.
Una nueva examinadora llegó, se presentó. Nos entregó una encuesta que debíamos entregar sobre la sana convivencia; preguntas anónimas de alternativa acerca cómo nos sentíamos con respecto a algunos aspectos del colegio. Al finalizar, explicaron que el examen SIMCE que quedaba no era más que una prueba opcional. No servía de nada, no tenía evaluación. De hecho, se notaba, porque el formato no era el mismo y ni llevaba puntaje. La razón por la que la haríamos era porque el ministerio quería saber si los alumnos considerábamos como válidas algunas preguntas que podrían salir en los exámenes SIMCE del año siguiente.
A tomar por culo, nadie lo hizo con seriedad, al menos no en nuestro salón. Al azar ahí marcando una X en cualquier opción. Para desperdiciar el tiempo, nos dejaron conversar. Yo me quedé callada no más, mirando para todas partes porque a algunos les dio la manía por lanzar pedacitos de borrador por todo el salón. Ya saben... tenía que esquivarlos o moría en el intento. No, morir no, mejor dicho; ensuciarme el pelo en el intento.
Hasta que me llega un pedazo en todo lo que se llama hocico. Volteé, de muy mala leche, a mirar a quién lo hizo:
Eren señaló a Armin, y Armin señaló a Eren. Ambos cagados de susto. Preferí reírme por el tema. Me coloqué la capucha y así mi cabello largo no se ensuciaría con las gomas que volaban por los aires, de aquí para allá.
No lancé ninguna mierda, preferí quedarme fuera del juego, riéndome de los demás que eran golpeados por las pequeñas municiones que atacaban como bombardeos en Vietnam. Cuando la locura finalizó, salimos a recreo y con mis amigas nos quedamos sentadas en los escalones superiores. Sugerí que nos sentáramos allí porque adentro del salón contrario -el que estaba al lado al mío-, si nos quedábamos por ahí cerca, oiría a la estúpida de Stacy hablar mal de mí con sus súper amiguitos, no quería ponerme de mal ánimo, por eso nos alejamos.
Allí llegó el profesor Levi para saludarnos, le preguntamos qué hacía por acá si recién empezó el recreo, nos señaló su reloj que marcaba en horario normal, clase con nosotros y que esperaría a que el recreo terminara para hacer su clase... Sí, clases cuando en realidad, no había nada que hacer hasta mañana que regresábamos al horario normal.
Nos quedamos charlando con el profe, molestándolo con la profe Petra -como cualquier ser humano que estudia, es normal molestar a un profe con otra, ¿nunca lo han hecho?-, igual me tuve que reservar las bromas de que a Nayi le gusta el profe y eso que estaba que se me escapaban.
Al llegar la última hora de clases, con el profe Levi... medio mundo se fugó de clases y muy pocos estábamos en el salón, donde se colaron Eren y Mikasa, la profe Petra les dio permiso en todo caso...
Clases, sí, claro... En el proyector colocó una web de juegos cutres en línea y mandaba a cualquiera a que jugara mientras el resto ayudaba. Él se sentó con las piernas cruzadas, con el libro de clases sobre su regazo, se parecía a Kira de Death Note escribiendo, porque iba como maniático con las anotaciones negativas a todos los que se fugaron.
Hubo un momento en que el profe se distrajo porque Eren lanzó la mochila de Armin al otro extremo de la sala, en un movimiento brusco, el docente le plantó un guantazo en toda la cara, para después decirle que no haga alboroto. Todos nos quedamos boquiabiertos, bueno, no era la primera vez que lo veía agresivo con un alumno -si a mí me dio una bofetada pequeña el otro día-, los demás no conocían ese lado "oscuro" suyo.
Ahí no hubo alma que se portara mal hasta la salida.
Mierda, ¡mañana es mi último día y lo olvidé! Uhh...¿le digo o no a Armin que me gusta? Ah... ¡Qué hago, qué hago!
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¡La stalker del nerd ataca! (Armin Arlert, SNK)
FanfictionUn fiel seguidor de la buena literatura y una escritora novata se conocen, son lo perfecto para estar juntos pero la situación es muy compleja.