Capítulo 23: Malas noticias.

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Me recosté sobre una ventana del salón en la hora de recreo, hacía demasiado frío y el inspector nos dejó a algunos quedarnos dentro del salón para no enfermarnos por el aire helado. Atrás mío,apoyados sobre la ventana; la misma que yo, se encontraban Armin, Eren y Mikasa charlando.

- ¿En serio? ¿Cómo se llama? -oí a Eren consultar.

- Francesca -contestó Armin.

- ¿Y dices que es tu novia? -el muchacho alzó la ceja.

- Ehm... sí.

- ¿Y la conociste hace dos semanas en la estación del tren? -ahora frunció el ceño.

- Sí, conectamos al instante -sonrió con ternura, tanta que dolía.

Apreté el puño, solté un leve suspiro, con algo de rabia, no lo negaba. Los días escolares no han sido los mejores y enterarme de aquello no era lo mejor.

- ¿No crees que es muy apresurado, Armin? -Mikasa se cubrió hasta la nariz con su bufanda.

- Um, sí, pero ella parece ser muy simpática y confiable... -hundió los hombros.

- Te seré sincera, no me da muy buena espina -oh, yo pienso igual.

Tuve los cojones para salir al frío y reunirme con mis amigas... Nayara no le tomó mayor relevancia al tema, en plan: tuvo pena por mí pero no le sorprendía del todo. Selena no se lo creía del todo y dijo que se encargaría de desmentir aquello, por una parte se me hacía tonto querer desmentirlo pero bien... Ella quiso.

Ayleen... Dijo que ya lo sabía. Me frustré un poco porque no me quiso decir, excusándose con que se le olvidó. Sí, Armin le contó a Ayleen sobre su novia cuando hicieron el trabajo de química juntos.

Por otra parte, Stacy se enteró -al parecer, me estuvo espiando en el recreo- y en clase se puso a molestarme por ello, por ser una fracasada, por sentir vergüenza a hablar con la persona que me gustaba. Y como si fuera un puto bonus track, ella de manera descarada, comenzó a coquetearle. Si antes lo hizo de manera indirecta para joderme, ahora lo hace de forma explícita porque tiene ese afán de romper relaciones.

¿No es así, Selena? Ajá, Stacy rompió una relación de Selena y esta última la enfrentó el año pasado, por ello se llevan mal.

¿No es así, Yesenia? Sí, también le zorreó a Nestor.

Y puedo seguir dando ejemplos, en un principio no le tomaba tanta atención porque no era algo que me afectara a mí, no me interesaba... Muy egoísta por mi parte, lo sé, ahora que si me afecta, la rabia me superaba. Pero, como si no fuera obvio, quejarme no podía. Todo para callado.

Llegaba a ser muy tonto que por tontas como ella, los prejuicios de Romero sobre mi mejor amiga y sobre mí, yo acabase muy mal sentimentalmente y no tuviera voluntad por querer avanzar. Me sentía fatal.

Otra mañana más, donde amanecí con ganas de estar muerta. Sin esperanzas.

Otra jornada de clases con la atención a medias, a punto de quedarme dormida por dormir cuatro horas apenas, sin ganas de hacer ejercicios. Quedarse limpiando el salón por castigo a la salida, ganarse una anotación positiva por limpiar para encubrir el "crimen" de mi flojera. Un par de risas en los recreos, un par de rabietas también. Ganas de aniquilar, de dormir, de no hacer nada.

Fue una semana repetitiva que no vale la pena recordar a pleno detalle.

Ya no quería ir más a clases, no sentía que aprendía algo, más bien, sentía que sólo estorbaba ahí y estaba para pasar malos ratos.

Recién vamos a finales de Septiembre, queda todo un año por delante.

Después de mi último castigo de matemáticas, el día viernes, el profesor Levi pidió charlar conmigo al finalizar la clase, acepté. Él tomó asiento sobre su escritorio, yo me quedé de pie junto a mis cosas, enfrente suyo y con algo de miedo.

- La profesora de química andaba preguntando por tu mala condición académica -cruzó los brazos.

- Y... ¿qué quiere que le diga, señor Ackerman? -hice una mueca.

- Una explicación, no sólo "flojera".

- Pero si eso es...

- Claro, pero la conozco, señorita Harrison, usted por más vaga que sea, al menos haces el intento. En el último control de contenido, dejó la página en blanco y me la entregó, sabiendo que eso equivalía una valiosa calificación.

- Lo sé -me mantuve cabizbaja.

- Si sabes que tienes el potencial para que te vaya bien, como cualquier otro adolescente... ¿por qué no lo aprovechas? -y con eso, chasqueó la lengua.

- Um, creo que no paso por un buen momento -admití, apenada.

- Entiendo... -suspiró- Yo también he pasado por unas mierdas terribles y aún así hago la puta clase, señorita. No es un pretexto, te falta voluntad.

- Lo sé...

- ¿Y dónde está?

- ¿Eh...?

- Tu voluntad, tch.

- La perdí... -mordí mi labio inferior, esperando no ponerme a llorar por algo tan soso.

- Pues, encuéntrala o mueres en el proceso -se puso de pie y posó su mano sobre mi hombro-. Es ley de naturaleza humana, si no te adaptas; te quedas atrás. Y si te quedas atrás, morirás antes que el resto y no podrás recomponerte... Todavía tienes tiempo. Haz el esfuerzo, por lo menos.

- Trataré.

- No. Hazlo -ordenó en un tono de voz más agresivo-. Que no planeo hacerte clases de matemáticas un año extra cuando tienes el potencial para ir al rumbo del resto. Los otros vagos de mierda no tienen salvación, ¿tú crees que me preocupo tanto por ti o por Armin, por ejemplo, por favoritismo? No seas tonta, yo sólo salvo a los que sé que valen la pena.

- Vale, profesor, lo haré -forcé una sonrisa temblorosa.

- Por cierto... no vuelvas a escaparte de una clase de la señorita Petra, que no sabes lo que cuesta convencerla para que no ponga una anotación negativa, que a ella le encantan.

No pude evitar reír.

- Está bien... ¡Hasta la próxima clase! -me despedí.

- Um, sí, hasta la próxima clase -bufó y yo me fui volando a casa.

Y más rutina agotadora. Ah, esperen... ¿he mencionado que en el castigo de matemáticas los de la otra clase se tragaron eso de que soy "lesbiana" y comenzaron ellos a joder con eso? Miren que a algunos de mis compañeros se los dejo pasar porque son bromas "inocentes", pero estos putazos que ni me conocen qué me vienen con cosas, yo apenas conozco sus jodidos nombres, ¿y ellos ya se creen que pueden hacer bromas pesadísimas? Así no vale la cosa.

¡La stalker del nerd ataca! (Armin Arlert, SNK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora