Capítulo 7: Día fatal.

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Me tuve que preparar psicológicamente para el día de mañana, aún era de noche, Ayleen me había dado el número de Armin que guardé de inmediato, no le mandé ningún mensaje a él, pero si a Yesenia porque hoy en clases se supone que entregó el guión y bueno, obvio que para grabar cada uno necesita su parte del guión. Al parecer, les envió fotos a todos menos a mí del guión, por ello se las pedí esa noche.

Al revisar las fotos... ¿pero qué carajo? ¿Es en serio? ¡La tonta borró todo lo que yo hice y lo escribió de nuevo, su ortografía es horrible y no diferencia "ay, ahí, hay"! Y como si se tratara de la mayor ironía de la vida, después de enviar las fotos, me pone:

"A la mierda el colegio Polly seamos escritoras mejor wn xd!"

No, menos si me toca trabajar con ella.

Me picaba un poco el hecho de que cambiara lo que yo ya hice, fácilmente pudo agregar lo que quedaba y se evitaba mazo de trabajo, pensé en la posibilidad para nada descartable de que quería llamar la atención con la profe Petra, no me sorprendía para nada, Yesenia era así, adoraba sentirse culta cuando es una niñata de la pobla y mal educada, al igual que su novio. Me ahorré la sarta de insultos y preferí seguir ensayando en solitario mis partes para evitar trabarme la lengua de manera idiota frente a Armin a la hora de grabar.

Una vez que llegó el famoso día, me moría de nervios, por ello no dejaba de parlanchear con Stacy de mil y un temas distintos, con tal de evitar tal suceso. Espié como dios manda a mi amado, no me arrepiento en caso de haber sido demasiado obvia, los nervios ni me dejaban en concentrar en que si era notoria mi observación, si me pillaban, bueno, qué más podía hacer.

La última hora de clases era de matemáticas y el profe Levi nos castigó a todos para salir de clases diez minutos más tarde porque el salón estaba sucio. De los puros nervios que tenía, me dieron enormes ganas de hacer pipí. Y como se sentía que no nos dejarían salir nunca, comencé a caminar, casi corriendo, en círculos por todo el salón, desesperada. Recuerdo a Nestor preguntar:

- ¿Y a ti qué te pasó, wacha?

- ¡Quiero mear! -bufé en pánico.

- No me sorprende, yo haría igual -rió Yesenia tratando de verse amistosa.

- Tsk, ya salgan, estudien para el examen de la próxima semana -nos dejó libres el profe.

Salí corriendo como un cohete, recuerdo oír a Brayatan decir:

- ¿Y esta weona se va sin nosotros? Ah, la maraca rancia.

- Fue a mear, oe', si ya vuelve -me defendió Nestor.

Al acabar, nos reunimos, casi todos a la salida del colegio.

- ¿Y Armin? -consulté al no verlo.

- Estaba enfermo.

- ¿Y el Brayatan? -continué con las preguntas para no verme tan obvia.

- El flojo dijo que iba ir donde el Nestor el sábado, somos el Caca, Nestor, tú y yo, weona.

- Ah, ya veo, Yesenia... Vamos entonces, grabemos todo lo que podamos y de ahí el sábado nos juntamos todos de nuevo.

- Ya po'.

Tuvimos que tomar un autobús que nos llevaría a nada más, ni nada menos, que los barrios bajos de donde vienen éstos, el colegio no es de un barrio muy alto que digamos, pero es bastante decente comparándolo con respecto a donde ellos viven.

Me daba miedo que me robaran, no soy tan clasista, pero es que sabía que esos lugares eran peligrosos, más aún en el trasporte público porque los microbuses tienen una seguridad horrible, eso se sabe, todos lo saben.

Andaba mirando el "paisaje" por la ventana para acordarme de cómo era el camino para poder ir de nuevo el sábado, así no me perdía de nada, aunque igual iba a pedirle a Yesenia -como súper buena amiga mía que es, claro- para que me fuera a buscar y luego vayamos con Armin porque seguro él tampoco sabría donde queda la casa.

Al llegar, de inmediato Nestor nos mandó a las dos a la cocina mientras él y Caca irían a comprar cosas para beber -ejem, cerveza que no me gusta, le tuve que dar dinero extra para que me comprara una coca-cola-, así que entre las dos pusimos a calentar la comida que había estado preparada por los padres de Nestor que en aquel momento trabajaban y dejaron ahí para que nosotros almorzáramos, preparamos la mesa y servimos todo.

Me puse a mandar whatsapps a mi madre para avisarle que estaba bien, no tenía internet. Excelente. Y seguro Nestor ni en puta broma me daría la clave del wifi, lo conozco. Esperamos a que los chicos regresaran con las bebidas -ellos alcohólicas y yo gaseosa-, nos sentamos a almorzar.

De hace rato sentía que Nestor manoseaba de manera poco decente a su novia, era incómodo porque estábamos ALMORZANDO, en una misma mesa, no me sorprendía de todas formas, el más decente de nosotros era Caca que era un tonto pero al menos él lo asumía y no se las daba de chulo por la vida como estos dos.

Al finalizar de comer, cada uno nos fuimos a distintos puntos de la casa para poder cambiarnos de ropa, curiosamente la parejita a la pieza y con llave, los que se demoraron como una hora en "arreglarse". Yo me metí al baño no más, me vestí rápidito y recordé un "consejo" que una vez me dio Romero.

- Oe', lesbiana culiá.

- ¿Qué weá querí, Ramera culiá? -contesté molesta.

- Si vai' a la casa de un flaite, róbale no más, eso sería un reembolso.

- Ah, ya, que bueno.

Entonces, me robé una pastilla de jabón que seguía en el envase original, se veía fina, con propiedades minerales y todo eso. Romero me caía mal, claro, pero al menos sabía hacer reír en medio de la clase, burlándose de los que se creen harto y no son nada. Como Brayatan, por ejemplo... ¿mencioné que fui amiga suya y de Nestor? Uf, y ahora en trabajos grupales sólo se acuerdan de mí, que pena, que pena.

Cuando estuvimos listos, procedimos a grabar las primeras escenas y todo lo que sea sin Armin ni Brayatan, admitiré que igual me reí harto con algunos fails que ocurrieron; como cuando se nos cayó el "telón" sobre la cabeza, o cuando juramos que la escena quedó perfecta y al revisarla, Caca había puesto el dedo en la lente.

Al finalizar, esperamos que a Caca lo pasaran a buscar, de ahí, la pareja fue a dejarme a la parada de microbuses para irme a mi casa. En el camino, me fui pensando en qué le debería hablar a Armin apenas llegue a casa, era obvio que le hablaría, me preocupaba mucho sobretodo porque supuestamente se enfermó. Tenía que al menos mandarle un mensaje recordando que debía aprenderse sus diálogos y preguntar también si ya se sentía mejor, era lo mínimo que podía hacer.

De paso, como que desperté a la realidad por un segundo, para percatarme de que estaban hablando mal de mi y en mi propia cara.

- Mi amor, ¿Polly será acaso la madrina en nuestra boda?

- ¿No sería el padrino? -rió- Nah, mejor que la madrina sea la Ayleen, esa wacha es súper amorosa contigo y los demás.

- Sí, la Ayleen es más simpática que la Polly, en todo caso...

Rodé los ojos, ¿tanto descaro tenían? Por último que lo hagan a mis espaldas o cuando yo me vaya, pero,  ¿frente mío? Oh, los weones pesados. Que bueno que me robé el jabón, Romero seguro se enorgullece de mí por eso.

Y pensar que ellos me invitaron a ver una película antes de despedirnos de Caca, porque según ellos yo era su amiga y debíamos pasar el rato juntos, preferí dejarlos solos y que follen tranquilos, no les caigo bien, lo tengo claro y no me gusta andar con hipocresía por la vida. Me despedí de ellos cuando llegó el microbus, no me preocupé tanto esta vez porque éste paraba en la estación y ésta quedaba cerca de mi casa. Eso sí, iba bien precavida de que nadie me fuera a robar.

Al regresar a casa, comí como Dios mandaba, tenía hambre, mucha hambre. Pasé a buscar a mi hermana menor al jardín infantil y, una vez en mi habitación, más relajada... los nervios me invadieron: era hora de hablarle a Armin.

¡La stalker del nerd ataca! (Armin Arlert, SNK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora