Tuve un sueño con Armin.
¡No, porno, no!
Fue bastante tierno. De él y yo caminando de la mano por una pradera, ah, que bonito. Lo malo es que todo tiene un fin y tuve que despertar. No hice la tarea que dejó el profe Levi y me limité a copiarla de Stacy sólo para salvarme el pellejo esa vez.
En la clase de matemáticas el profesor no me dijo nada, parece que no notó la copia, sólo mencionó que corrigiera un ejercicio.
Castigó a los que copiaron o no hicieron la tarea y comenzó la clase. Explicó materia nueva, pasó el contenido y en la pizarra dejó unos ejercicios. Las mates nunca fueron mi fuerte, es por ello que como al tercer ejercicio me perdí y el resto de problemas los hice a medias porque no sabía cómo continuar.
¿Mencioné que ahora me siento atrás de Armin y puedo espiarlo mejor? Ups. Tiempo libre, simboliza que puedo entretenerme más observando su cabello. Sí, bastante soso por mi parte, sin embargo, era mejor que jugar con el celular y arriesgarme a un castigo o conversar con la tonta de mi lado. Es que... juro que no sé cómo sigo siendo amiga de... Ah, verdad, que el chantaje emocional es lo suyo. Tengo a Xavier, a Black, a Selena como buenas amistades y no me deja estar con ellos, sólo cuando ella me deja tirada. Con suerte me deja hablarle a Nayara y sólo porque estamos a distancia.
Ya no soportaba a Stacy, pero bueno, nadie más lo hace excepto a los que les coquetea con fotos reveladoras y eso.
Lo que hizo, no se lo iba a perdonar.
Entretanto yo admiraba a Armin a sus espaldas, ella cogió mi estuche y se lo lanzó por la cabeza. ¿Por qué? Vayan a saber. Él volteó a mirarme confundido porque sabía que ese estuche era mío, me puse muy nerviosa, apenas podía respirar, antes de explicarle qué pasó, la tonta dice:
- ¡Polly, pero qué te pasa, desquiciada! ¡El pobre Armin no tiene la culpa de que no sepas matemáticas y te piques!
- ¡M-mentira! -me costó hablar, ¡joder!- ¡Stacy, no jodas! ¡F-fuiste tú!
El rubio no dijo nada, sólo se levantó a recoger mi estuche y lo dejó sobre mi mesa, hizo como si nada, pero se le veía algo molesto. Se concentró en su tarea. La morena comenzó a descojonarse.
- ¡Debiste ver tu cara, estúpida! -chilló muerta de risa.
- Ya -intercepté, muy enojada.
No le hice puto caso en las otras cosas que decía, me concentré en intentar de nuevo con la tarea y salté del susto cuando por citófono llamaron a Stacy para que se retirara de clases. Claro, su nuevo novio mayor seguro se hizo pasar por el tío, algo así oí antes de eso, si era así de verdad no me sorprendía.
Lo que no me esperaba, es que apenas se fuera, llegara otra tonta a molestar. Era Belén. Esa mina no tiene amigos, si creían que yo era una "persona poco sociable" -cosa falsa-, pues ella es peor. Se la pasa dando pena e inventando historias para tratar de agradar a la gente, es gritona como Stacy y el triple de manipuladora, por eso nadie la quiere.
Claro, me pilló sola un rato y ya me vino a molestar.
No le hice mucho caso, sólo captaba pequeñas frases de sus palabras. Una supuesta historia de que un amigo de la infancia -¿doce años es infancia?- se le declaró y comenzaron a salir, pero hay un muchacho que la salvó en una fiesta de uno que la quería violar también se le declaró y otro amigo de la infancia también. Y luego se queja de que la aíslan, si cuando yo quería darle un consejo, no sé, por seguir el juego y no dejarla tan sola, me gritaba y decía que callara porque quería decir otra historia.
Al final, me quedé mirando de manera descarada a Armin con cara de babosa mientras ella me hablaba y hablaba tonteras, pedía opiniones y yo decía "sí" con la cabeza, aveces agregaba un "ohh, ¿en serio?" y un "¡Qué loco!" muy sobreactuado.
En el recreo no le hice mucho caso tampoco, Belén me perseguía como un perro callejero, hablando tal cotorra desesperada, yo iba siguiendo a mi amado, que por fin, pudo colarse en la biblioteca a leer un libro no muy largo.
Tomé asiento cerca suyo, entretanto Belén metía conversa y yo lo espiaba. ¿Se habría dado cuenta? Ni idea. Al menos me entretuve un poco asegurándome de que la piel de Armin fuera extremadamente lisa. Lo era. Ninguna espinilla ni punto negro, ni cicatriz. Era perfecto.
En casa... Me entretuve charlando por Whatsapp con mis amigos de confianza, los verdaderos. En el grupo sobre el trabajo de la obra teatral, le hinché las pelotas a Nestor y a Caca para que me enviaran las escenas, así editar todo en la computadora y dar por acabado ese trabajo que fue un gran dolor en el culo para mí -no de manera literal-.
Para mi mala suerte, se me olvidaba que el Movie Maker era muy lento y se demoraba mil años en renderizar. Estuve hasta las dos de la mañana ahí porque desperdicié la tarde y tuve que usar mis horas de sueño en ese trabajo. A las dos y algo me dormí y a las seis me levanté para ir al colegio. Dormí, aproximadamente, cuatro horas. Qué horror. No digo nada más, ni nada menos.
No relato qué ocurrió en las primeras clases, mejor explico la locura que fue poner frente a toda la clase nuestra obra de teatro. La profesora Petra me permitió sentarme en su silla y utilizar la computadora del salón para colocar el vídeo. Ella encendió el proyector, la profe tomó asiento en mi puesto para poder ver el vídeo y vigilar bien a la clase al mismo tiempo, yo me quedé en su silla, mirando por la computadora la famosa obra.
Bueno, también miré de reojo las reacciones del chico que me gusta, fui disimulada esa vez, cualquiera podría pensar que yo miraba a la profesora porque iba detrás de él, si me descubrían, no pasaba nada.
Lo que no sería disimulado, es que él me mirara. Cosa que si pasó, un par de ocasiones desvió la mirada de lo que sería el vídeo proyectado para mirar hacia el puesto en que yo estaba. De ahí la profe me dejó a mí para poner los vídeos de mis otros compañeros y yo me quedé llena de vergüenza ahí sentada frente a la computadora, ¿vergüenza por qué? Pues... por eso. Por ser observada. ¡Sí, lo sé! ¡Es muy tonto eso!
Al finalizar de ver todos los vídeos, la profesora dictó las calificaciones de cada grupo y regresé a mi puesto. Todavía faltaba para salir a recreo, por tanto, nos dio tiempo libre.
Selena y Ayleen me hicieron señas para que les siguiera la corriente: tomaron asiento a un lado de Armin para meterle conversa, me uní a ellas y como si no fuera obvio, Stacy también lo hizo. Claro, ella gritaba como chivo y yo apenas decía palabra en la conversación. Al menos esta vez no me humilló ni hizo nada pesado, no más gritaba y se las daba de graciosa.
Lógicamente, la atención de Armin sólo se centró en ella. No obstante, un par de ocasiones yo logré agarrar valor para hablar más y él seguía mirando a Stacy, sólo a ella. No soy de esas minas celosas a muerte pero eso no fue muy agradable de ver, sobretodo porque a ella no la soportaba, si miraba a Ayleen por ejemplo, que igual hablaba harto iba a ser comprensible. Pero... ¿mirar a una persona en concreto de cuatro que tenía en frente?
Me dio rabia igual, más encima Stacy era súper xenofóbica con él y hacía unas bromas muy antipáticas que a nadie le daban risa, las frases de Ayleen y Selena mejoraban el ambiente porque cambiaban estratégicamente el tema para simpatizar más.
Al final, en los recreos que quedaban, me junté con Xavier y con Black. Con una muy mala espina acerca de Stacy y su comportamiento que cada vez empeoraba más. Cuando comenzamos a ser amigas hace un año, no era tan así, era algo pesadita pero algunas amistades eran así y lo tomé como algo normal. Los meses fueron pasando y cada vez me siento más mal con ella a su lado. ¿Por qué no me di cuenta antes de lo tóxica que era esa mina?
¡Ahora no podré sacármela de encima sin que ella arme berrinches!
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¡La stalker del nerd ataca! (Armin Arlert, SNK)
FanfictionUn fiel seguidor de la buena literatura y una escritora novata se conocen, son lo perfecto para estar juntos pero la situación es muy compleja.