Capítulo 26

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También soñé con balancines que no dejaban de moverse, de un lado a otro. Bruscamente y no suavemente, nadie estaba montando en ese parque y el centro de atención de el sueño eran los columpios, subiendo y bajando, bruscamente y zarandeandose por los lados. Todo se nubló, y cuando creía que iba a llover...despierto.

—Va...va...¡levántate ya! Llevo diez minutos intentando despertarte. Perezosa.

No me da ni tiempo a reaccionar cuando Saray cierra la puerta de golpe. Habrá ido a desayunar.

Me iba a duchar pero mi ingeniosa cabeza me recordó que hoy por la mañana iríamos a la playa así que me cambié. Me puse un bikini rosa con unos pantalones cortos blancos y una camiseta de tirantes blanca también, y chanclas.

Crema de sol, gafas, auriculares, toalla, tumbona ¿qué falta? Mi móvil.

Salí decidida por la puerta de mi supuesto cuarto y cuando iba a salir por la puerta directa a la playa donde me estarían esperando, todos estaban desayunando, y una vez se dieron cuenta de mi presencia, se rieron de mi.

—¿Sabes que hora es? —Negué y sonreí con inociencia pero a Jeremy le daba mucha gracia...—Son solo las once de la mañana, y comeremos tarde. Aun hay tiempo para que desayunes.

Estallaron en risas mientras yo cogía una taza con zumo y una tostada untada de mantequilla con frambuesa. Pegé un mordisco, otro y alguien cogió mi brazo, tiró de él e hizo que me levantara y le siguiera hasta su ¿habitación?

—¿Recuerdas la pelea de Alexander y yo? —Asentí, estaba exhausta bueno eufórica diría yo. —Al final dejamos de pelear y...bueno...—Se sonrojó.

—¿En serio?

Sabía que pasaría, y me alegraba que fuera con Alexander, una persona a la que quiere.

—Ha sido la mejor experiencia de mi vida.

—Me alegra que sea con él, tranquila vas a seguir teniendo esa experiencia mas frecuentemente. —Reímos y fuimos con los demás.

Bella fue a abrazar por detrás a Alexander que acto seguido la cogió por la cintura aun estando de espaldas y la aferró mas a él.

Qué bonito.

Jack estaba desayunando al lado de Alexa y Jeremy. Bebiendo de su café mientras miraba el móvil, los demás charlaban animados pero él no.

—Bueno si ya hemos terminado todos de desayunar podríamos dar una vuelta por los chiringuitos y luego ir a la playa. -—Sugirió Alexa que se sabía esta zona.

—¡Sííííí! —Chillaron Maca y Clara, me sorprendí. —Necesitamos gafas de sol nuevas.

Pasábamos de tienda en tienda, Clara y Maca iban delante, Alexander Bella y Jeremy detrás suyo. ¿Y adivinar que tres se quedaron atrás? Olvidarte de el dinero no era buena idea si no querías quedarte atrás con el chico que te gusta y su novia.

Me lo estaba pasando bien y sin forzar las cosas. Alexa era algo pija pero muy mona. Le quedaba bien todo lo que se ponía, qué envidia.

—Mirar chicos estas pulseras de la amistad. Son monísimas. —Alexa llamó nuestra atención para que las viésemos.

Eran preciosas, una pulsera de cuero donde ponía grabado: Mejores amigos por siempre.

Muy bonita pero, ¿se la van a poner ellos que son novios? No le veía el sentido hasta que añadió;

—Comprarosla, ¿no sois mejores amigos? —Él y yo nos miramos incómodos y sonreímos forzadamente aunque por otro lado no tan forzado.

Entonces pensé en los buenos momentos a su lado y en que si nos queríamos mucho no tenía que a ver incomodidad entre nosotros.

Alexa se había ido un momento a mirar bolsos mientras nosotros decidíamos.

—A mi me gusta, la cojo. Espero que no me decepciones y tu te la cojas eh. —Le advertí sonriente.

—Me gusta, va solo porque me das pena. —Le pegué un puñetazo flojo en el hombro de broma. —Una chica dulce con una pulsera de cuero...me gusta. Te hace ver malota. —Alzó las cejas y hundió la boca como si estuviera de acuerdo consigo mismo y de broma a la vez.

—¿A sí que dulce? —Me reí y él se río—Perdona, no soy buena, soy una malota desde siempre.

—Sí sí...

Y cuando iba a decir algo más Alexa apareció sonriente, invitándonos a seguir el ritmo de los demás.

Observamos muchas tiendas más, me compré un collar de una coral preciosa y a mi madre otra igual. A mi hermano le cogí una pulsera de cuero sin nada escrito. Le parecían cursiladas.

Al fin decidimos ir a bañarnos, dejé mis cosas en la arena y puse mi toalla encima de la tumbona depositando mi cuerpo encima.

Me restregué la crema por mi cuerpo y cuando me iba a poner las gafas el idiota de Alexander me cogió por la cintura para tirarme al agua. Bella estaba en la tumbona riéndose de la situacion mientras yo le hacia el dedo corazón. Todas estaban en el agua menos Alexa y Bella.

Caí al agua y tras algunos empujones por parte de Clara y Saray y ahogadillas de Maca y Jeremy amenacé a Alexander:

—Te vas a enterar.

—Hey hey. —Alzó las manos en forma de suplica. —Fue idea de Jack, no me mates. —Con su mirada me señaló a Jack que estaba detrás de mi a unos metros mirándome y sonriendo pícaramente.

Tan provocativo y gilipollas. Algunas chicas lo miraban, pues como dije a principios de clases, ese chico llamaba la atención de cualquier chica. Y de ese cuerpo sólo podía disfrutar Alexa.
Sentí arder mi cuerpo. Con paso decidido me acerqué a Jack que pronto borró esa sonrisa picara de antes tranformadola en una mueca de miedo junto con gracia.

—Venga Sammy no te enfades. —Já! Le tomaré el pelo.

—Bueno vale quizás me lo he tomado muy a pecho... —Cuando fue a acercar su mano con la mía, la cogí y con mi otro brazo alcancé su hombro tan alto y lo tiré debajo de el agua. Y donde estábamos nosotros había algo de profundidad.

Sonreí, pero duró poco ya que Jack se levantó y con una sonrisa juguetona lo miré con miedo por lo que iba a hacer y tiró de mi brazo haciendome caer todo mi cuerpo sobre él. Me salió mal la jugada.

Caímos dentro de el agua, su mirada y la mía seguían unidas a pesar de que nuestros ojos estuvieran debajo de el mar, y como imanes nuestros labios chocaron. Al principio a los dos se nos hizo raro pues desde principios de curso que no volvió a ocurrir.
Pero luego tomó de mi cintura y le dejé paso hacia mi lengua, la acarició dandome una señal de tranquilidad y después luchó contra ella aferrando todos sus sentimientos a ella: nostalgia, dolor, deseo pasión...amor.
Sentíamos lo mismo.

Aun nos quedaba aire para unos segundos más hasta que el tiempo se terminó y por falta de oxigeno tuvimos que subir a la superfície.

Los demás estaban mirando en nuestra dirección preocupados, el tiempo que estuvimos sumergidos debieron de pensar que nos habíamos ahogado.

—No os veíamos por ningún lado.
—Se tranquilizó Maca. —Vamos a comer ya.

Se dirigió hacia la orilla y yo hice lo mismo sin antes mirar hacia los ojos de Jack que transmitían los mismo que yo: confusión.

Salí de el agua lo más rápido posible, yo estaba enamorada de él pero esa situación me dolía, Alexa era mi amiga pero a mi me seguía rompiendo por dentro esta situación que teníamos el y yo de incomodidad y a ratos felicidad por nuestra amistad.

Seguro que se había dado cuenta de las veces que lo miraba sin parar, o de mis escenitas de celos, pero ya me daba igual. Al fin nos habíamos besado, lo hechaba de menos.

Fuimos todos a comer y por suerte en la mesa de el restaurante no lo tuve cerca, pero nuestras miradas se cruzaban, y cada vez que lo hacían yo me intentaba concentrar en otras cosas.

Pero...aun seguía ansiosa por volver a sentir sus labios sobre los mios otra vez.

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