Duele quererte

Capítulo 43

Conocí a Travis el viernes. Siempre antes de ver a una persona me imagino al individuo muchísimas veces para no llevarme sorpresas y hacerme una idea de como es. En este caso; Travis al tener 27 años no me lo imaginaba como un adolescente, piercings y tatuajes. Pero señores, Travis era justo así. El poco rato que pude conocerle me pareció un chico simpático y muy gracioso, tenia un aire de chulo pero también de adulto.
Un piercing al lado de la ceja, tatuajes por un brazo y la ropa típica de un joven de 18 años.

Si a Saray le hacía feliz a mi más.

Y hay que reconocer que estaban insoportables con los toqueteos y los besos. A Saray le gusta tener su espacio, pero esta vez no fue para nada así. Parecían imanes, no podían alejarse ni dos metros.

Como no, siempre tiene que pasarme algo y así fue. Me encontré a Eiric que se puso algo pesado con lo de quedar. A mi ya no me apetecía después de haber pasado todo eso con Jack pero...¿por qué no? A lo mejor me enamoro y resulta ser mi príncipe azul.

Hoy, sábado. Teníamos una cita, y sólo me quedaban veinte minutos para encontrarnos en mi cafetería preferida. Starbucks.

—Supongo que iré así...sí. No quiero parecer interesada tampoco...no espera, quedaría mejor una de tirantes... —Me dije a mi misma.

La canción de I'll Show You resonó en mi cuarto.

—¿Sí?

—¿Cómo vas? !Pasame una foto! —La voz de mi mejor amiga ilusionada se oía hasta en la china.

—Hola Bella. No quiero arreglarme, voy normal.

—¿A qué te refieres con normal? Más te vale que no vayas con esa ropa de siempre...arréglate.

—¿Que hay de malo con ella?—Reí y me miré una vez más en el espejo.

Llevaba unos leggins negros, mis queridas AirForce y una camiseta de manga medio larga blanca.

—Ya lo sabes. Nunca te arreglas. Esfuerzate. —Hablaba con voz cansada, tantas veces que me decía lo mismo. —¡por una vez en tu vida!

—Te prometo que voy a arreglarme un poco más, ¿vale? Además, ¿tú no tienes al pesado de tu novio? ¡Arréglate tú para él y a mi dejame en paz!

—¡Eh! Bella tiene razón, si sigues así vas a acabar sola...—Esa no era la voz de Bella, si no de Alexander.

—Hola idiota. —Puse voz de desagrado, aun que en el fondo lo quería mucho y no solo por ser el novio de mi mejor amiga. —Bueno, pesados voy a arreglarme. No volváis a llamar.

Colgué sin antes oír sus quejas.

Me cambié los zapatos por unos botines negros no muy altos y me puse una blusa blanca por el ombligo.

Para mi suerte mi madre no estaba para decirme lo que llevar ni lo que hacer. Siempre me decía que fuera más presumida. En cierto modo tenía razón, me daba igual como ir y con los chicos más de lo mismo. Ni si quiera Brad mi ex consiguió cambiarme aunque tampoco creo que tuviera intención porque desde un principio su intención no fue muy amistosa. Pero mi madre lo conocía y no le hacia mucha gracia, a Jack no lo conocía, solo por lo que le dije y me hubiera gustado que supiera como era por mucho daño que me hubiera hecho.

Mi hermano había salido a buscar a su novia como todos los fines de semana asíque estaba completamente sola.

Dejé caer en cascada a mi pelo que ya llegaba por la cintura y cogí un bolso entre muchos intentando que pegara un poco con la ropa que llevaba.

Divisé a Eiric sentado en una mesa de el fondo en cuanto entré, estaba concentrado en ponerse bien el pelo hacia un lado. Y con el reflejo de su móvil miraba si tenía algún defecto en la caram ¿Cuando se había vuelto tan pijo? Todas las veces que me hablaba en el ascensor era más...no sé, más normal pero ahora de esta arreglando como si fuera a encontrarse con la Miss Mundo.