Capítulo 28

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El domingo ya volvíamos a casa, me apetecía quedarme mas tiempo aquí pues se estaba bastante bien.

Me desperté a la hora de comer gracias a Saray que había puesto la música para que sonara en toda la casa mientras preparaban algo de comer.

Nos sentamos en la mesa para comer arroz hecho por Saray y Clara. Que miedo. A saber como estaría.

—Que sepáis que hemos puesto toda nuestra dedicación en ello —Sonrió Clara satisfecha.

—Sí pero que esté bueno es otra cosa...—Reímos ante el comentario de Bella y nos dispusimos a comer.
Al final el arroz no estaba tan mal como creíamos.

Estában todos charlando animadamente de sus cosas y Saray que se sentaba a mi lado me habló ya que yo era la única que comía y miraba mi móvil impaciente.

—No soporto a esos dos. —Señaló a Bella y Alexander e hizo una mueca de asco para después reirse. —No paras de mirar el móvil, ¿pasa algo?

—Estoy esperando una llamada de mi padre. Tengo ganas de hablar con él...

Asintió y después me habló de Travis, el hombre de 27 años, a ella le gustaba y por lo que yo sabía a el también.

—Quedaremos cuando los dos volvamos de vacaciones.

—¿Sí? Que bien, supongo...osea me refiero a que ¿tus padres que dirán sobre la edad? —Me miró incrédula.

—No pienso decirles nada, es asunto mío y tampoco quiero nada serio ni mierdas de esas cursis.

—Vale vale, si lo llego a saber no pregunto. —Reímos tan alto que los demás se nos quedaron mirando y luego rieron.

La comida estaba tranquila, ya íbamos por el postre. Tarta de queso, mi favorita. Pero un carraspeo hizo que todos posaramos nuestra atención a Alexa.

—Chicos. —Dijo en un tono más elevado y bastante satisfecha. —Jack y yo, hacemos hoy un mes.

Él no me miró, estaba mirando a la mesa, como intentado evitar esa conversación. Y luego forzó una sonrisa al igual que yo.

Todos sonreían, aunque mis amigas me habían mirado antes para comprobar mi estado de ánimo que se podía ver presentable, y para que nadie sospechara los felicité.

—Felicidades. —Sonreí a los dos, él me miraba incrédulo y sorprendido y ella sonriente. —Haceis muy buena pareja.

Volví a sonreír y todos de la mesa me miraron un tanto...confusos diría yo.
Pero disimularon enseguida cuando Alexa se fijó en sus rostros.

Y era verdad, hacían buena pareja, ella también tenía el pelo negro aunque los ojos azules y rizado, guapa y creativa. Pero en el instituto tenía fama...diferentes tipos de fama, todos eran mentira.

Ella cogió su mano encima de la mesa, sentí algo dentro de mi. Sería dolor.
Algo común en mi cada vez que veía como le tocaba. No se me notaba pero en mis ojos se apagaba algo.

Un teléfono sonó y yo miré al mío, no era. Sonaba...como el teléfono fijo de la casa, todos miramos como Alexa se dirigía a hablar por teléfono.

—Haceis muy buena pareja. —Maca imitó mi voz. —No mientas, es tuyo y no suyo.

—Sea de quien sea es su novio, y además los dos pegan mucho.
—Alclaré y volví a mirar mi móvil nerviosa.

—¿Por qué miras tanto el móvil? —Esta vez Clara se interesó también en mi respuesta.

—Espero la llamada de mi padr...

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