45. Pandy & Pizza

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[Lauren POV]

La tarde había pasado más rápido de lo que había esperado, y estaba literalmente exhausta. En cuando Lux se despertó estuvimos jugando con ella al menos dos buenas horas antes de recibir a Ally con su hijo, estuvieron con nosotros toda la tarde hasta que Ally decidió irse. Llevaba dos años sin ver su pequeño, era enorme. Claro, tenía dos años más, es decir recién cumplía cuatro años.

Cuando llegó la hora de la cena decidí llevarlas a cenar fuera, la pizza que tanto les había prometido. Salimos de la casa y fui directa a mi coche, pero sentí el brazo de Camila impedirle seguir avanzando.

-Mejor cojemos el mío. -Dijo simplemente y asentí sin rechistar.

Llegamos a la cochera y me apoyé sobre la pequeña pared mientras abría la puerta de hierro con un mando a distancia. Mis ojos se abrieron como platos al ver el fabuloso Volkswagen Tiguan 2016 blanco, no me gustan los coches, es decir, no demasiado, pero sé reconocer los lujosos, y ese era estupendo. Supongo que empecé a babear delante del coche porque Camila río por lo bajo antes de dejar caer sus llaves en mis manos.

-¿Lo quieres conducir? -Preguntó y asentí sin poder hablar lo que le hizo gracia.

Entré en el coche, y dios era tan bonito por dentro que por fuera, mientras me hacia a la idea que conduciría esta maravilla, Camila ató a Lux en su silleta. En cuando se puso el cinturón a mi lado fui incapaz de guardarme la pregunta que rondaba en mi mente.

-¿Te lo compraste tu? -Pregunté y se negó, como me lo imaginaba.

-Es un regalo de Demi. -Dijo y asentí.

-¿En que trabaja ella? Esto cuesta mucho. -Dije antes de dejar escapar un suspiro y ella simplemente frunció el ceño.

-Es empresaria, en una empresa de éxito, se lo puede permitir, ¿que insinúas?

Estaba a la defensiva. No quería pensar que Camila tenía algo que ver con una narcotraficante, pero estaba a la defensiva. ¿Sabia algo del mundo en el que se había metido? Estas dos semanas había estado vigilando de cerca todos los pasos de Demi, y entre ellos tuve que aguantar sus cursilerías hacia Camila y las dos veces que hicieron el amor.

-Nada. -Contesté esbozando una sonrisa. -Lo siento. -Dije y ella tan solo miro hacia la ventana.

Llegamos a Pandy & Pizza, la pizzería, antes de lo previsto, no había nada de tráfico y después de todo este coche era una maravilla. Bryan estaba de camarero hoy lo que me hizo sonreír, siempre venia a comer mis pizzas aquí, es que realmente eran las mejores pizzas del mundo. Cuando Bryan me vio se acerco a mi y me abrazo sonriente.

-¡Jergi! -Gritó. -Que bueno es verte.

-Igual Bryan. -Sonreí.

-Una mesa para.. ¿Dos y medio?
-Preguntó sonriente antes de acariciar la mejilla de Lux, y asentí.

Nos llevo hasta una mesa cercana a la ventana como me gustaba y trajo una silleta para Lux antes de dejarnos las cartas y seguir con su trabajo.

-¿Vienes mucho? -Preguntó Camila. -El chico parece que te conoce muy bien. -Dejó caer y sonreí.

-Me encanta la pizza, y aquí esta deliciosa. -Dije y ella asintió.
-Sabes.. He pensado en algo. -Dije algo nerviosa y me miro con sus intensos ojos chocolates. -Como tenemos, ahm, una semana de.. Libre.
-Dije sin saber como llamar esto.
-Podríamos irnos.

-¿Irnos? -Preguntó antes de quitarle a Lux la servilleta que intentaba comerse, lo que me hizo reír, quitando un poco de mis nervios.

-Si, mh.. Irnos tres días y estaríamos de vuelta el jueves por la mañana.

-¿Dónde?

-Sabes, me gustaría que conocieras a alguien especial. Y seria genial que vieras mi pueblo, en el que nací.

-¿No naciste aquí, en Miami?
-Pregunto confusa.

-Nop. Crecí aquí. -Rectifique y ella suspiro. -¿Que?¿Si no soy de Miami no me quieres? -Pregunté y ella se negó sonriendo.

-Idiota. Solo me doy cuenta que a penas te conozco, nunca hemos hablado de cosas tan.. Básicas.

-Si aceptas acompañarme tendremos tres días enteros para eso. -Dije sonriente.

-¿Y Lux? -Pregunto ella.

-¿Porqué no podría venir con nosotras?

-Ha estado con fiebre y vómitos la semana pasada, no creo que sea buena idea meterla en carretera.
-Suspiro. -Lo siento.

-Da igual, no te preocupes. -Suspiré antes de sonreír.

Me molestaba no poder llevarla a Ohio, llevarla a Cleveland y entonces a que conociera la persona más importante de mi vida, porque creo que es algo importante para mi, si sin duda es lo más importante. Pero no me perdonaría nunca que le pasara algo a Lux por mi culpa. Bryan volvió para coger nuestros pedidos.

-No sé que coger.. -Suspiró Camila releyendo la carta por milésima vez. Cerré la carta y se la di a Bryan, Camila me miro frunciendo el ceño.

-Una pizza familiar hawaiana con extra de pepperoni y queso y una ensalada mixta pequeña. Ah, y tráenos un paquete de las patatas con bacon que tanto me gustan. -Dije, pasando mi lengua por mis labios lo que hizo reír Bryan.

-¿Para beber?

-Dos cervezas. -Sonreí. -Y un zumo de piña. -Dije mirando a Lux quien sonrió.

-Nunca comeremos todo eso Lauren.-Dijo abriendo los ojos.

-Claro que lo haremos, ¿te dije que aquí se come la mejor pizza del mundo? -Sonrió y asintió.

Bryan trajo primero la ensalada que comimos rápidamente, era pequeña y deliciosa. Lux se lleno de salsa césar al comer un cacho de ensalada lo que la hacia demasiado adorable. En cuando llegaron la pizza y las patatas Camila abrió los ojos como platos mientras Lux repetía una y otra vez la palabra "pizza". Como predije, no quedo nada, excepto los bordes de las pizzas de Camila.

-Me siento.. Gorda. -Dijo Camila riendo y reí con ella.

-Yo te veo perfecta. -Sonreí antes de limpiar un poco de salsa que quedaba en su labio inferior con mi dedo antes de chuparlo, sus ojos vagaban entre los míos y mis labios. Se mordió el labio y sonreí, agradecida de saber que aún tenía el mismo efecto sobre ella.

Salimos de la pizzería saludando a Bryan de lejos quien atendía a otros clientes. Subimos al coche y conduci hasta casa, es decir, hasta casa de Camila. No sé si era esto bueno, quedarme un par de días con ellas. Porque sé que al final tendré que decirles adiós y todo volverá a la normalidad, y eso duele. Duele mucho.

-Lux se ha dormido. -Dije mirando el retrovisor una vez aparcada en la cochera. -Oh.. Y por lo visto tu también. -Sonreí al ver a mi lado una Camila dormida contra la ventana del coche. -Amor.. Despierta, hemos llegado. -Dije besando el inicio de sus labios y sentí su sonrisa bajo mi beso.

-¿Me llevas a la cama? -Preguntó respondiendo a mi beso.

-Me encantaría, pero la prioridad es Lux. -Dije y ella abrió los ojos separándose un poco de mi.

-Me encanta que Lux sea una prioridad para ti. -Sonrió y sonreí a mi vez.

Bajamos del coche y alcé la pequeña en mis brazos sin despertarla mientras Camila se acurrucaba sobre mi hombre, su brazo enredado al mío.

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Gracias a EditorialColors por la imagen en multimedia, ¡me encanta!

Besos Prohibidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora