38. Dos años

20.9K 1.3K 184
                                    

[Camila POV]

He perdido el tiempo. Era un tiempo así como breve, hermoso, delicado, lleno de buenos momentos y de algunos malos también. No hay otro tiempo así. O al menos yo no lo recuerdo. He perdido el tiempo y necesito encontrarlo. Sabíamos que lo nuestro era especial. Lo sentíamos, no hacía falta ni decirlo, lo sabíamos y ya está. Lo teníamos tan claro que lo único que nos daba miedo era dejarlo escapar. Y en cambio, lo tratamos como si fuese de lo más rutinario. He creído que las cosas que nos pasaban eran porque nos tenían que pasar. Y de ese modo sólo te vienen malas noticias. Porque esa es la gran diferencia entre las buenas y las malas noticias. Que las malas siempre vienen solas, sin necesidad de que hagas nada. Las buenas, en cambio, sólo les llegan a los que se embarcan dispuestos a naufragar. Le he exigido a la vida tantas veces una nueva oportunidad. Como si fuese algo más que un derecho, como si fuese su responsabilidad. Y ella, que ya de por sí no es simpática cuando no le exiges nada, imagínate cuando encima le vacilas.

—Lux, ¡pero mira como te has puesto! —Grité y al ver su pequeña mueca reí de lo adorable que se veía con todo el chocolate por la boca. —A ti te gusta demasiado el chocolate pequeña.
—Dije antes de quitárselo lo que la hizo empezar a sollozar.

—¿Esta bien? —Preguntó Demi posando su mano sobre mi estómago y su cabeza sobre mi hombro. Por primera vez en dos años, sus caricias me molestaron.

—Si. —Dije antes de acomodar mejor mi hija y subir las escaleras para bañarla, sentí Demi seguirme y suspire pero no dije nada.

—¿Y tu estás bien? —Pregunto mientras desvestía a Lux para bañarla.

—Claro que si. —Dije empezando a bañar a mi hija. —Tengo cita en el pediatra en media hora con Lux.
—Mentí.

—¿Te acompaño?

—No hace falta. —Dije antes de sonreírle y ella me beso antes de irse lo que me hizo suspirar algo más tranquila.

Terminé de bañar a Lux y la vestí antes de coger mi teléfono y componer el número que mejor me sé. El de Lauren. Compuse su número pero no contestó y suspiré. Tal vez era mala idea, tal vez no tenía porque llamarla o porque verla.. Pero tenía tantas ganas de verla, estos dos años sin ella han sido eternos para mi. Salí de casa y até Lux en su silleta antes de acomodarme en mi sitio y componer de nuevo su número.

—¿Si?

—Lauren, soy yo. —Dije la voz algo quebrada.

—Camila.. —La escuché susurrar.
—¿Estas bien?

—Si, si, me gustaría bueno si puedes.. ¿Podríamos vernos?

—¿Cuando?

—El tiempo de llevar Lux a Ally y..

—N-No hay problema.. Tráete a tu hija. —Dijo y sonreí. —¿Donde?

—El mismo parque que ayer.

—Perfecto. —Dijo y ambas colgamos.

—Perfecto. —Repetí suspirando antes de darme la vuelta y ver como mi hija jugaba con su chupete antes de sonreírme. —Vamos pequeña.

Conducí hasta el parque donde habíamos estado ayer. Lux estaba muy contenta de llegar al parque, así que la puse sobre un tobogán hasta sentir una mirada persistente sobre mi. Sonreí sabiendo que era ella. Las mariposas renacieron de sus cenizas solo con imaginarmela frente a mi. Cogí mi hija en mis brazos pero con la tierra en las manos se me resbaló. Vi como mi hija resbalaba de mis brazos, vi el miedo en sus ojos en unos segundos. Hasta que Lauren se agachó y la cogió al vuelo antes de que se cayera. Lux miró Lauren y posó sus manitas sobre su cara antes de sonreír.

—Lolo. —Dijo sonriendo antes de reír.

—Hola Lux. —Contestó esbozando una sonrisa, su preciosa sonrisa.

Unos segundos valieron la pena para darme cuenta que todo, todo en absoluto seguía en píes. Seguía amándola como la primera vez que la vi. Como la primera vez que la besé. La amo y eso nadie ni nada puede hacérmelo cambiar. Sonreí antes de ver que Lux quería seguir jugando con la tierra por lo cual apuntaba el suelo con sus manos y Lauren la dejo sentada. Su mirada dejo unos instantes mi hija para fijarse en mi, sus ojos esmeraldas me hicieron temblar, me marearon en solo unos segundos. Lauren tenía un poder sobre mi que nadie más tenía.

—Dos años.. —Susurré y me miro confusa. —Dos años y parece que fue ayer cuando te fuiste. —Dije de pronto antes de bajar la mirada y sentarme en el banco frente a Lux.

—Es mucho tiempo, todo ha cambiado. —Dijo antes de suspirar y seguirme para sentarse a mi lado.

—Todo no. —Dije fundiendo mi mirada en la suya, hasta que esta vez ella bajo la mirada. —Cuéntame.
—Dije esbozando una fina sonrisa.
—¿Que has hecho todo este tiempo?

—¿Y tu? —Dijo mirándome fijamente. Mire a Lux y suspire.

—Eso. De hecho estoy bastante orgullosa de ello. —Sonreí.

—Es preciosa, como tu. —Dijo rozando mi mano, haciendo que un escalofrío atravesará mi cuerpo entero. —Yo no hice mucho.
—Suspiro.

Se acomodó mejor sobre el banco y fruncí el ceño al ver un bulto en la parte trasera de sus vaqueros.

—¿Y eso? —Dije apuntando lo que se asomaba por sus vaqueros, frunciendo el ceño.

—Decidí hacer el examen para ingresar en la policía, aprobé el examen físico, el teórico y el psicólogo con la mayor nota. Soy poli. —Dijo sonriendo. —Quise convertirme en policía para poder detener a los ladrones y a los asesinos. Quiero hacer algo con mi vida, ya que no estoy enganchada a máquinas ni tumbada en una cama.

—Oh.. Claro. —Dije casi sin palabras.

—Lo sé, soy muy joven, ¿eh?
—Preguntó sonriendo y asentí esbozando una sonrisa a mi turno.
—Soy la más joven de la comisaria.

—¿Y los estudios?

—Sigo con ellos, de hecho tengo el examen final dentro de un mes.

—¿Sigues viviendo con tus padres?
—Pregunté y ella asintió.

—Me iré dentro de unos meses.
—Sonrió. —Ya que sabes todo lo que he echo estos dos años, es mi turno preguntar. —Dijo sonriendo y la miré. —¿Te vas a casar con ella?

—¿Con quién? —Pregunté con el ceño fruncido.

—Con Demi. —Dijo sin rastro algunos de broma en el rostro. —Porque si no te vas a casar, podemos irnos las tres, lejos.. Donde tu quieras. —Dijo y me quedé boca abierta incapaz de contestar.

Besos Prohibidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora