20. Vecina

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[Camila POV]

Es la primera vez, desde que he entrado en la edad adulta, que estoy tan impaciente. Suelo ser una mujer caracterizada por ser paciente, nunca ha sido un problema para mi. Pero toda esta semana.. Ha sido lo más parecido al infierno que he conocido. Tenía tantas ganas que llegará el sábado que la semana se volvió eterna. Hablé con Shawn seriamente, le dije que no estaba segura sobre nuestro compromiso y que no quería casarme. Lo único que contestó es que vendría hoy a verme. Tenemos cita en una cafetería del centro a las nueve de la mañana, si muy temprano, pero es que a las doce llega Lauren. Me arreglé rápidamente y cogí el coche hasta llegar a la cafetería, no esperé fuera. Me pedí un café y esperé unos minutos hasta que lo vi llegar. Se sentó y me miró el ceño fruncido.

-Habla.

-Shawn.. Ya no siento por ti lo que algún día sentí. No soporto más esta relación, y sin duda no me quiero casar.

-¿Has conocido a otro? -Preguntó furioso.

-Tal vez, eso no te incumbe.
-Contesté con el mismo tono. -Di lo que quieras a la prensa, solo quiero que lo nuestro acabé, toma.- Dije dejando un sobre con dinero sobre la mesa.

-¿Que es?

-Mi parte del piso. -Dije.

-Tu firmaste, legalmente es tuyo.

-Si, pero quería pagarte mi parte.
-Dije levantándome. -Lo siento, Shawn. De verdad. Que tengas suerte con el resto de tu gira.- Asintió sin más y me fui.

No tardé en llegar a casa y terminar los últimos preparativos para cuando llegará Lauren, parecía una niña esperando su regalo de navidad, pero Dios que regalo. Mis manos temblaron de la emoción cuando tocaron las doce de la mañana. Minutos después el timbre de la casa tocó y abrí sonriente, pero no era exactamente quien creía.

-Dejame una última vez, mostrarte lo que te vas a perder, darte ganas de más.

-¿Qué?¿De que hablas Shawn?

-Tranquila, yo te follaré como hay que hacerlo.

-¿Estas borracho? -Pregunté algo asustada, agarró mi brazo con fuerza y me quejé. -Shawn, me duele.

No escuchó, me llevó contra la primera pared de mi piso besando mis labios con tanta fuerza que dolía. Sus manos vagaron sobre mi cuerpo, y fui incapaz de contener mis lágrimas. Sus labios dejaron los míos para besarme mi cuello con dureza. Estaba siendo tan.. Duro.

-Te haré gozar como la perra que eres, Camila. -Susurró quitándose el cinturón.

-Ella no es ninguna perra. -Escuché tras Shawn, y recé para que este imbécil no la tocará, a ella no.

-Lauren.. Vete. -Dije controlando mis sollozos.

-¿Y quien eres tu putilla? -Preguntó Shawn riendo.

-No la insultes. -Dije seria.

-Oh.. Oh no.. Espera.. ¿Te estas follando una niña? -Dijo riendo a carcajadas y cerré los ojos incapaz de saber lo que hacer a ese instante.

-No soy una niña, idiota. -Dijo Lauren antes de enviarle un puñetazo en el ojo izquierdo que lo dejo aturdido, para después meterle una patada ahí donde les duele más a los hombres. -No la vuelvas a tocar, putillo. -Dijo seria y Shawn estaba maldiciendo en voz alta las manos tapando su parte. -¿Llamo yo o llamas tu? -Preguntó el teléfono fijo en la mano. -Hola, si, he llegado a casa y un hombre ha querido violar mi.. Vecina. -Dijo y sonrei, hasta ella se daba cuenta de la diferencia de edad. -No, esta medio aturdido, pero esta borracho así que..- Escuché que asentía y colgó. -Llegan pronto.

-Gracias, vecina. -No es que me hubiera dolido pero.. ¡Pero si que coño! Ha dolido que dijera vecina en vez de novia. Ha dolido muchísimo.

-Camila.. -Suspiro pero no pudo decir mucho más porque subí al segundo piso y ella tuvo que atender a los policías.

Declaré contra Shawn y después me quedé dormida en mi cama. Cuando desperté escuché los golpes suave sobre mi puerta. Era ella.

-¿Puedo?

-Entra. -Dije sin más y ella entro despacio.

-¿Estas bien? -Preguntó acercándose despacio. Asentí aguantando las lágrimas. -¿Seguro?-Me negué y estallé en lágrimas.

Se metió en la cama conmigo y me abrió sus brazos, me agarré a su camisa tan fuerte como pude y lloré contra ella como una niña al menos una hora, mientras me acariciaba el pelo y besaba mi frente.

-¿T-Te da vergüenza? -Pregunté por fin mirándola directa a los ojos.

-Tu jamás me darías vergüenza Camila. -Dijo antes de unir nuestros labios en un beso salado por mis lágrimas. -Gritaría a los cuatro vientos que estoy contigo y me quedaría igual de feliz. Si dije eso, fue porque Shawn estaba delante, nada más.

-¿Sabes que es una locura verdad?

-¿Sabes que me da igual verdad?
-Dijo con el mismo tono y sonreí.
-Te quiero Camila, y créeme la única que puede alejarme de ti.. Eres tú.
-Dijo y no pude contener mis ganas de besar sus labios.

Puedes conducir a los 16 años, ir a la guerra a los 18, puedes beber a los 21 y jubilarte a los 65. ¿Cuántos años hay que tener para que tu amor sea verdadero? Parece existir cierto tipo de orden en el universo, en el movimiento de las estrellas, en la rotación de la tierra y en el cambio de las estaciones. Pero la vida humana es casi un puro caos. Todos adoptamos una actitud, afirmamos nuestros propios derechos y sentimientos, confundiendo los motivos de los demás y los nuestros propios. Todo parece tener un orden, hasta que te enamoras. Entonces ya no existe ningún tipo de orden, ya no existe nada, nada más que tu y esa persona que te ha robado el corazón. En mi caso, esa persona que me robó el corazón con esa mirada esmeralda tenía, exactamente, doce años menos que yo. Y sinceramente, me daba igual.

Besos Prohibidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora