25. Seattle

21.8K 1.5K 170
                                    

[Lauren POV]

Existe una marea en los asuntos humanos, que tomada en pleamar, conduce a la fortuna. Pero si la evitas, todo el viaje de la vida estará lleno de dificultades y miserias. En esa pleamar flotamos ahora, y debemos aprovechar la corriente cuando es favorable o perderemos nuestro cargamento.
—William Shakespeare.

Creo que lo que significa esta cita es que la vida es corta y las oportunidades escasas, y que debemos estar alerta para aprovecharlas. Y no solo las oportunidades para triunfar, sino también las oportunidades para reír, para ver la belleza del mundo, y para vivir. Porque la vida no nos debe nada. De hecho, creo que somos nosotros los que debemos algo al mundo. Nos ha llegado el momento de brillar. El momento en que los sueños están a nuestro alcance y las posibilidades son inmensas. Es el momento de convertirnos en las personas que siempre soñamos ser. Este es nuestro mundo y nos está esperando. O al menos me esta esperando.

Solo recuerdo haber cerrado mis ojos y un golpe fuerte contra mi cabeza. Escuché su voz, y que linda es su voz. No estaba pateando sus muebles.. ¿Es que piensa que tengo dos años? Solo me caí. El caso es que aunque lo intenté no llegó a abrir los ojos, ni siquiera a contestar. Como si estuviera en un trance.

Es raro.

Escuché la ambulancia llegar y sentí los labios de Camila sobre mi frente.. Es tan buena. No quiero que sufra.

—Señora por favor suelte la mano de su hija, nosotros nos ocupamos.
—Dijo el médico.

Imbécil. Es mi novia, no mi madre. Eso le va a doler, seguramente ya le duele. Le acaba de decir vieja, idiota. Y no puedo verte pero según tu horrible voz debes de ser horrendo, ella es hermosa. Sentí como alzaron mi cuerpo sobre una camilla, y como llevaban la dicha camilla hasta la ambulancia. No llegué a escuchar lo que decían los médicos, odio esto. Siento como Camila entrelaza nuestros dedos y sé que esta llorando, siento sus lágrimas caer sobre mi brazo.

—¿Es el riñón? —Preguntó la voz quebrada algo rota.

—Si, necesita un trasplante de urgencia, en cuanto lleguemos la llevan a Seattle, allí la operarán, tienen un riñón para ella.

—¿Es.. Es porque el riñón no era adecuado? —Dijo con un sentimiento de culpa en su tono de voz.

No te culpes. Por favor, no te culpes. Me has salvado la vida, ¿lo sabes?

—Si. Aunque le hizo vivir unos días más.. Podría haberla matado. Puede que la maté, lo siento. —Idiota. Porque le dices cosas así. Le duele, ¿no lo ves?

No estoy muerta, y no voy a morir. No quiero, esta vez voy a luchar por ella. Se dice que lo más triste a lo que una persona puede hacer frente es a lo que pudo haber sido. ¿Pero qué hay de la persona que se enfrenta a lo que fue? ¿O a lo que nunca será? ¿O a lo que no puede seguir siendo? No quiero que Camila tenga que enfrentarse a esas preguntas. Elegir el camino correcto nunca es fácil. Es una decisión que tomamos guiándonos solo por el corazón, pero a veces encontramos el camino hacia algo mejor. A veces luchamos contra los remordimientos de los errores cometidos, y contra el rencor, la envidia y la vergüenza que sentimos por no ser las personas que esperábamos ser. Ahí es cuando encontramos nuestro camino hacia algo mejor o algo mejor encuentra su camino hacia nosotros.

—¿Puedo? —Escuché mientras llevaban mi camilla hacia el  helicóptero que me llevaría a Seattle.

Supongo que le asintieron porque sentí su mano coger la mía una vez dentro del aparato volador. Nunca me he subido en un helicóptero, anda, otra primera vez que apuntar en mi lista aunque ya estoy subida en uno así que ya no cuenta. Cuando todo esté arreglado, es decir, cuando me arreglen. Me gustaría subirme en uno de estas máquinas con ella. Quiero hacerlo todo a su lado, me da igual cuando, como o porque.. Simplemente quiero hacerlo y que sea con ella.

Sentí el helicóptero aterrizar, ¿me he dormido? No lo sé, tampoco es que vea mucho. Que ironía. Hablan unos médicos de mi operación, de mi trasplante. Dicen que es peligroso, intentan tranquilizar a Camila, algo casi imposible por lo visto. Me llevan a una habitación, creo que estoy sola con Camila. Sus manos tiemblan. Quiero gritarle que estoy bien. ¿Pero realmente lo estoy?

—H-Hola Clara.. Si.. Lo s-siento mucho. Seattle. —Consigo escuchar entre medias de sus sollozos.

Creo que a ese momento no le importa mucho lo que piensa mi madre sobre su estado por mi. Además, tampoco creo que mi madre se haya fijado mucho cuando le anuncian que su hija mayor está a punto de morir.

—Estoy con ella, la llamo en cuanto la operen. —No oigo nada más, creo que ha colgado, sus sollozos son aún más fuertes y siento como me abraza. —Lo siento, ¿vale? Déjate de bromas y despierta ya amor.. Por favor te lo suplicó Lauren. Te quiero.

Yo también te quiero Camila. ¿Lo sabes verdad? Espero que lo sepas.

••••••••••
Este cap es algo más corto pero como lo véis también es muy diferente ya que es bajo la perspectiva de Lauren quien esta en un tipo de trance.

Besos Prohibidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora