Capítulo 15: 8 letras escriben venganza.

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"No es posible tomar venganza de una villanía sino que cometiendo otra –Pétrus Borel d'Hauterive"

Después de salir de la oficina de Nick Fury pude ir al pent-house de Tony Stark, escoltada de Wanda Maximoff, la chica que había conocido un par de horas atrás. Luego de que me convenciesen de ir a ver al malnacido que asesinó a Joseph, me hablaron de lo peligroso que sería volver a "tener una vida normal" en estos momentos ya que yo había sido la que despertó al sanguinario ex sargento James, le había costado un soldado a la organización en la que éste ejercía, por lo que se me sugirió mentirle a mis padres sobre lo que había pasado y que sería bueno quedarme en las instalaciones por un tiempo, no podía volver a mi país ni tampoco podía ir a clases para no poner en riesgo la vida de otros civiles y la mía, acepté porque después de todo, Joseph no fue el único amigo que hice aquí. Joseph, mi querido Joseph por favor dame la fuerza suficiente para poder enfrentar lo que viene. Miré la mano en que llevaba su pulsera, bueno, la que me había regalado con tanta ternura. No pude evitar sonreír tristemente, recordando todo como si hubiese sido ayer, lo nervioso que se puso cuando sacó esa pequeña cajita de su bolsillo, lo contento que se veía cuando le di las gracias y lo abracé. Una lágrima se escapó de mis mejillas, me la limpié rápidamente para pasar desapercibida pero Wanda se dio cuenta ya que sentí una pequeña caricia en la parte trasera de mi cabeza y cuando la vi, me miraba con compasión.

-Tienes que dejarlo descansar...-me murmuró.

Miré a un lado y negué lentamente con la cabeza, no quería dejarlo ir, sentía como si mis sentimientos hacia él se hubiesen intensificado luego de no haber despertado por dos semanas, recién estaba llevando el luto y probablemente iba a durar por un largo tiempo.

Entramos en el pent-house de Stark y lo primero que Wanda hizo fue mostrarme los alrededores, indicándome las habitaciones y diciéndome quienes eran los que residen ahí, lo bueno es que al parecer tendré compañeros de piso pero eso no me importaba realmente, lo único que quería hacer era hablar con mi familia, hacerles saber que estoy bien físicamente y engañarlos para que crean que psicológicamente sigo siendo la misma niña que ellos conocen, después de eso seguramente me ganaría un premio de la academia, esta iba a ser la mentira más grande que alguna vez haya dicho.

Y el tiempo pasó y pude comunicarme con mis padres, no fue tan difícil mentirles como pensé que lo sería, resulta que ellos habían ido de vacaciones por unos días a la playa y no habían podido comunicarse, y como mi abuela no sabe usar las llamadas a larga distancia y apenas ve noticias entonces tuve una buena coartada, la famosa frase "me enfermé y por eso no fui" y la otra "estuve ocupada estudiando por eso no contesté" fueron recurrentes, me limité a contarles lo de Joseph pero con la siguiente frase "un amigo que tenía en la universidad falleció" para cuando me comentaron lo del ataque. Si tan sólo supiesen que presencié todo. Me quise echar a llorar pero sabía que al momento que lo hiciera iba a estar perdida y que la mentira sería en vano, por lo que me aguanté lo más que pude hasta que cortamos la comunicación después de decirles que los llamaría pronto, quizás en unos días más y que le dieran saludos a la abuela y a la familia.

De papel y estrellas fugaces (Bucky Barnes y tú) (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora