De papel y estrellas fugaces (Bucky Barnes y tú) (Pausada)

Capítulo 47: mi nombre es Joseph (parte 2)

-¿Podemos hacer una parada? -_____ se acomodó en el asiento mientras bajaba sus piernas del guantero. Su mirada estaba puesta en el camino y focalizaba la estación de gas cerca.

-Nos vendría bien llenar el tanque, pero no olvides que soy fugitivo. -James volteó a ver a la chica y ésta se encogió de hombros. -¿Qué quieres hacer?

-No es necesario que salgas del auto, sólo mantén la ventana arriba, yo iré a comprar goma de mascar.

-¿Es en serio? -Bucky cuestionó arqueando su ceja mientras miraba a la chica. Ésta se volvió a verlo y asintió. -Está bien. Llena la botella con gasolina, nos vendría bien para el viaje. Echaremos un par de horas.

-Está bien.

El auto prestado se detuvo a un costado de la carretera y James observó a la chica que se acomodaba su chaqueta de cuero una vez salió del auto. Afuera no podía visualizarla bien debido a la lluvia, pero eso no importaba mucho, la distinguió al llegar, las fuertes luces blancas hacían que su perfecta figura se viera desde donde él estaba. La vio cuando entró al food mart y cuando salió de éste con una bolsa en las manos. Después la vio hablando con el tipo de la gasolinera, de esos que trabajan ahí, pasándole un botellón lleno de ese líquido que servía para hacer arrancar el auto. Ella le pagó y lo siguiente que hizo Bucky fue encender las luces del auto para que la muchacha tuviese un regreso a salvo hasta donde estaba.

-Ya estoy aquí. -La chica asomó su cabeza una vez abrió la puerta del auto e ingresó, dejando la bolsa en el regazo del hombre que hace poco la esperaba y cerró la puerta de golpe. Su delicada mano se posó sobre el botón que encendía la radio y cambió de estación, deteniéndose en una melodía que bien conocía.

"-A fresh poison each week, we were born sick, you heard them say it. My church offers no absolution; she tells me worship in the bedroom, the only heaven I'll be sent to is when I'm alone with you."

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-¿Dónde te llevarán, hermano? -la voz asustada de un pequeño se hacía presente en el cuarto que compartía con su idéntica copia mientras sujetaba su figurita de acción favorita, éste se aproximó al mayor que él por un par de minutos y reposó el objeto que tenía en la maleta que llevaba el otro infante, mirándolo desconcertado- él te dará valor, mamá dice que volverás pronto...

-Lo haré, volveré pronto, descuida, acompañaré a la abuela porque se encuentra enferma y necesita compañía, tengo una misión secreta, si te cuento... ¿Prometes no decirle a mamá? -el otro pequeño de preciosos ojos y dorados cabellos miró cuestionado mientras sus diminutos pies se acercaban a su hermano.

-No le contaré a mamá, hermano ¡Dime! -exclamó sonriente, haciendo sonreír al niño frente a él.

-¿Recuerdas esa vez que mamá nos castigó y para que no nos quitase nuestros juguetes, los guardamos en un baúl de la abuela y lo enterramos en el jardín? -preguntó al que le tocaba hablar, el otro muchachito comenzó a saltar de la emoción y abrazó fuertemente a su hermano.

-¡Eres el mejor, Joseph!

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-oye... despierta. -la voz del hombre del brazo de metal retumbó en los oídos de una somnolienta _____, despertándola. -Estamos aquí.

La chica un tanto desconcertada abrió los ojos de par en par, mirando de un lado a otro perdida, el auto se había detenido y Bucky no estaba sentado en el asiento del conductor, sino que se encontraba al lado opuesto, con la puerta abierta mientras sujetaba un paraguas abierto sobre su cabeza. ¿Dónde se encontraban precisamente? No era algo difícil de responder, habían estado en este lugar antes, ella lo conocía, él también, aquí habían compartido historias, tenían recuerdos del otro, un pequeño nidito de amor, algo que los había unido hasta que la mentira lo destruyó.

-¿Estamos en la casa de Pepper? -ella preguntó mientras se incorporaba en el asiento y ajustaba su chaqueta para poder salir. El lugar no le traía buenos recuerdos. Aquí había descubierto lo de sus padres, en este lugar de pesadillas.

-Aquí estamos, date prisa. -James Buchanan ordenó y ésta salió del auto, cerrando la puerta tras ella y escondiéndose en el paraguas.

Tanto ella como Bucky caminaron a la puerta principal y la golpearon un par de veces.

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Mamá, tengo frío, este lugar al que me trajiste con papá no me gusta, dijiste que podría jugar con mis juguetes cuando estuviese aquí. - Mamá, hoy tuve que golpear a un chico como parte de mi entrenamiento, me dijeron que si no lo hacía, me golpearían a mi cuando estuviese dormido. - Mamá... ¿Cómo está mi hermano? No he podido verlo y ya va una semana. - Mamá, esta noche no repartieron la cena, en su lugar me dejaron un pajarito en una jaula, dijeron que me tenía que alimentar con él. ¿Qué es este lugar? ¿Por qué nos dicen que estamos protegiendo a nuestra familia? - Madre... he despertado con un frío horrible, empapado, han dicho que he sido el único sobreviviente, que la operación fue un éxito, no veo a los otros chicos... no veo a Tommy, el chico con el que solía jugar. - Mamá... hoy asesiné a alguien...

Desgarradores gritos hacían un espantoso eco en cada rincón de aquella gran y tenebrosa habitación, gritos que ocultaban un sentimiento de ira y lamento más no sufrimiento, ocultándose ambos en una sola palabra -dolor. Descargas eléctricas hacían retorcerse al joven chico que se encontraba atado de pies y manos en aquella maldita silla, causándole el más inimaginable mal. Sus ojos se perdían a la oscuridad y los recuerdos en su mente desaparecían tan o más rápido que el flash de una cámara al tomar una fotografía. Junto a él, expectantes, estaban aquellos indecorosos que lo hacían llamarse "El brazo derecho de RAGE".

Inentendibles palabras provenientes de la boca de un inescrupuloso hacían estallar el cerebro del soldado, haciéndole acabar con cada memoria que podría poseer.

-¿Cuál es tu nombre? -Un uniformado se agachó para estar al de la altura del menor.

-Mi nombre es Joseph...

-Buen día, soldado.

-Listo para cumplir.

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Surprise...