Capítulo 18: Trágame tierra.

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No sé cómo logre quedarme dormida en los brazos de Bruce, me estaba sujetando tan suavemente y con ternura que, bueno, creo que sentir su calidez me hizo sentir acogida y somnolienta, aparte que desprendía un rico aroma, es difícil encontrar eso en una ciudad tan agitada. Ni siquiera sentí como me depositó en la cama y me arropó. Tampoco me di cuenta del correr de las horas, había dormido mucho anteriormente pero seguía encontrándome cansada. Desperté luego de unas cuantas horas, abriendo mis ojos lentamente. Afuera ya oscurecía.

El silencio era cautivador, absolutamente ni un ruido se aproximaba a mis oídos, era una sensación exquisita. Me levanté de la cama lentamente y me estiré, tenía mucha hambre, iba a coger algo del refrigerador y volvería a mi cuarto pero primero lo primero, el baño. Luego de ir al baño y volver al cuarto por un chaleco, me solté el cabello, las onditas se veían lindas hoy, también usé un poco de desodorante y perfume y después salí. Dirigiéndome hacía la cocina que realmente no sabía dónde se ubicaba.

-Los demás están en S.H.I.E.L.D, a nosotros nos dejaron aquí. –esa maldita voz me detuvo el paso cuando iba por el salón de estar. Era James.

¿Y qué se cree este hablándome?

Lo ignoré y seguí caminando por el lugar para encontrar la cocina. Él no se inmutó, sólo dejo de hablar. ¿Por qué los demás nos dejarían solos? ¿En verdad piensan que no soy capaz de matarlo? Blanqueé los ojos y seguí caminando hasta encontrar la cocina.

Una vez ahí, llené el hervidor con agua y después de posicionarlo donde estaba, lo prendí y esperé a que el agua hirviera, mientras tanto, me preparé un sándwich y lavé y rebané un par de frutas para comer. Ahora, la pregunta era... ¿Dónde están las bandejas? Mi labio se convirtió en un pequeño puchero mientras iba por los muebles intentando encontrar la bendita bandeja hasta que...

-¡EUREKA! –grité y celebré. Por un momento se me había olvidado todo lo que estaba pasando a mí alrededor. Puse todas las cosas que ya tenía listas en ésta y después me preparé un café una vez el agua hirvió.

Volví al cuarto ignorando a James una vez volví a pasar por el salón de estar y me volví a encerrar en mi cuarto, no lo quería cerca de mí, esto ya era demasiado.

Mientras estaba sentada en la cama comiendo, me puse a pensar en lo que me había dicho Tony la noche anterior, no sobre ser caprichosa, sino lo que me dijo con respecto a James, que él había matado a sus padres y aun así lo ayudaba pero... ¿Acaso eso significaba que yo tenía que hacer lo mismo? ¿Por qué eso aplicaría a mí? Le di una mordida a mi sándwich y suspiré, pensando cómo debería ser que te laven el cerebro y te obliguen a hacer cosas que no quieres hacer. Déjate de tonterías, _____. Ese maldito tiene que pagar por lo que hizo y si no iba a poder asesinarlo hoy, al menos le haría la vida imposible hasta que llegaran los demás.

La pregunta del millón. ¿Cómo puedes molestar a un anciano como él?

La respuesta para ganar el millón. Música. Dubstep, pero no cualquier Dubstep. El brutal.

De papel y estrellas fugaces (Bucky Barnes y tú) (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora